Agricultora Rosita Aguilar: “Lo más difícil de esta pandemia ha sido ser madre y profesora a la vez”
Autor: Indap
Nacional Los Ríos
Rosita Aguilar (45) cuenta que nunca le ha sido difícil compatibilizar sus roles de agricultora, madre y esposa, como la mayoría de las mujeres campesinas, pero dice que debido a la pandemia también ha debido hacer las veces de profesora, para apoyar en las labores escolares a sus hijos menores, y eso sí le ha costado bastante. No ha sido fácil, aunque lo hace con total entrega.
“No es lo mismo ayudarlos en sus tareas una vez a la semana que estar todos los días pendientes de sus clases online, siendo mamá y maestra a la vez”, dice esta productora de berries de La Unión, en la Región de Los Ríos. “Gracias a Dios tenemos buena conexión a internet y la señal sólo se cae un poco cuando hay mal tiempo”.
Este esfuerzo por darles buena educación a sus hijos es algo que ella no se cuestiona, ya que desea que les vaya bien en la vida. “Me esfuerzo para que estudien, pero también quiero que valoren la tierra, lo que significa ser agricultor y su campo, que el día de mañana va a ser suyo. No quiero que cuando mi marido y yo no estemos lo vendan, no; por último que tengan una cabaña para venir de paseo. Que sepan que cada cosa que hicimos fue con dedicación y amor”.
Rosita estudio la carrera de técnico agrícola, pero tras egresar la vida la llevó por otros derroteros. Trabajó en una planta deshidratadora de frutas en Los Andes y luego en una salmonera, pero llegó un momento en que decidió regresar al campo donde se crió para tratar de desarrollar un proyecto propio y estar más cerca de su gente.
Hoy vive en el sector Los Esteros junto a su marido, Jorge Bahamóndez (40), partero de vacunos -“matrón de vacas”, dice ella- y tres hijos hombres: Diego (23), quien trabaja en una lechería de la comuna; Tomás (16), alumno de tercero medio, y Daniel (9), quien cursa cuarto básico. Maira (25), la primogénita, se tituló de enfermera y ya vuela con alas propias.
Después de participar en el Programa Mujeres Rurales INDAP-Prodemu, donde aprendió a cultivar frambuesas, Rosita y otras vecinas y amigas de la zona, todas dueñas de casa hasta entonces, decidieron crear en 2010 la Cooperativa Frutícola Mujeres Los Esteros (Comfrule): “Nos creímos el cuento y decidimos emprender para tener autonomía y aportar a nuestros hogares”, dice Rosita. Comenzaron 10 y hoy son 6.
Las emprendedoras partieron con 2.000 plantas cada una, en huertos propios de distinta superficie, de 0,5 a 1 hectárea, y les ha tocado enfrentar de todo: heladas, la erupción del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle en 2012 y recientemente la irrupción de la mosca de alas manchadas.
Con apoyo de INDAP y Sercotec, sus principales aliados, han recibido capacitación, asesoría técnica y proyectos de inversión. Hoy cuentan con su sede, centro de acopio, sala de procesos, una cámara de frío y otra de congelado y esperan contar próximamente con una despulpadora.
Esta temporada la cooperativa produjo 12 mil kilos de frambuesa que vendieron en fresco a buen precio y dejaron un stock de 500 kilos congelados para preparar el néctar y la salsa agridulce que comercializan en emporios de La Unión y la Tienda Mundo Rural de Valdivia. En paralelo, las socias implementaron un huerto experimental con grosellas, moras, frutillas blancas y zarzaparrilla para futuros proyectos.
“¿Si a pesar de los estudios mis hijos también deciden ser agricultores? Estaría feliz -dice Rosita sonriendo-, porque son mi máximo tesoro y lo que decidan hacer para ser felices va a estar bien”.
Cooperativa Comfrule: Teléfono: +56 9 8505 5307, sitio www.comfrule.cl