Campesino de Punitaqui Juan Pizarro tiene dos amores: La agricultura y la fabricación de guitarras

Autor: Indap

Coquimbo

A lo sus 82 años, el campesino de Punitaqui Juan Pizarro dice ser un hombre realizado, pues ha podido realizar en paralelo dos de sus grandes pasiones: La agricultura y la fabricación y arreglo  de guitarras y otros instrumentos de cuerda.

Mientras era criado en el campo, en la década de los 50, surgió en él la inquietud por la manufactura de guitarras, tema en el que comenzó de cero, sin ningún tipo de ayuda profesional y con tan solo 12 años. Tras un largo aprendizaje, con aciertos y errores, según dice, se convirtió en el profesional que es hoy. “Me costó harto, pero es un trabajo que me llena el alma”, afirma.

Hoy Pizarro es usuario de INDAP y tiene un taller artesanal en el sector El Peral de esta comuna de la región de Coquimbo, en medio de un paraje donde abundan los árboles frutales. Allí se enfoca en tres instrumentos, todos elaborados en maderas de pino oregón o nogal: Guitarra de batalla, eléctrica y, en forma más reciente, el bajo quinto mexicano.

Sobre este último, comenta que “un día los integrantes del grupo musical Los Jaguares me llevaron un bajo que habían encargado a México para que se los arreglara y aproveché de sacar una copia de la plantilla. Así fue como empecé a fabricar yo mismo ese tipo de instrumento”.

Dice que tarda aproximadamente un mes en fabricar guitarras y bajos y que es un trabajo 100 por ciento artesanal: “Los dibujos que incluyen son calados con mis propias manos y no pegados”. También cuenta con pesar que sus hijos no quieren seguir con este oficio, pese a tener al profesor ahí mismo, “un enamorado de este pega”, como se define.

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Además de su trabajo como lutier, Pizarro se dedica con el mismo amor a la producción de limones y nueces en un terreno de aproximadamente 1,5 hectáreas, actividad en la que cuenta con apoyo de INDAP.

Al respecto, el director regional del servicio agropecuario, José Sepúlveda, afirma que “apreciamos mucho lo que hace don Juan, quien es usuario de nuestro programa PADIS, gracias al cual recibió una pulverizadora de carretilla de 200 litros de capacidad para trabajar sus frutales. Él es un ejemplo de que el campo puede acoger distintas pasiones”.

El seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, dice que “los campesinos están en el ADN del gobierno del Presidente Piñera y casos como el de don Juan nos motivan a seguir entregando lo mejor para el crecimiento del sector rural. Vemos en los agricultores una pasión que contagia y nos incentiva a redoblar nuestro trabajo”.

Tras largos años de dedicación al campo y a la fabricación de guitarras, el amor de Pizarro por estas dos actividades se mantiene intacto, lo que se comprueba en la calidad y delicadeza de todo lo que hace.

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