Concurso Catad’Or Ancestral premió los mejores vinos que producen los campesinos de Chile

Autor: Indap

Biobío

Con la entrega de 61 medallas -28 de oro y 33 de plata- y cinco trofeos especiales en las categorías Vinos Campesinos y Vinos de Pequeños Productores, culminó en Concepción el primer concurso de cepas patrimoniales Catad’Or Ancestral, evento que contó con el apoyo estratégico de INDAP en su tarea de potenciar los tesoros enológicos que guardan los distintos valles de Chile.

Durante dos días, 18 jurados nacionales y extranjeros (Nueva Zelanda, Francia, Brasil, Inglaterra y Holanda), entre enólogos, sommeliers y periodistas especializados, se dieron cita en el Hotel Radisson Petra para catar a ciegas 202 muestras de vinos, pertenecientes a 83 productores de 24 zonas vitivinícolas de Arica a Biobío, y dar su veredicto. En las jornadas también fueron evaluados 34 vinos a granel (no embotellados) y se entregaron tres medallas de oro y cinco de plata.

Entre los evaluadores destacaron el inglés Alistair Cooper, uno de los 360 Master Of Wines del mundo y que se ha convertido en un embajador de los vinos del Ñuble y del Biobío; el sommelier penquista y empresario gastronómico Héctor Riquelme, quien lideró del jurado; y Sergio Correa, presidente de Catad’Or.

Estrategia institucional

La premiación fue encabezada por el subdirector nacional de INDAP, Ricardo Vial, quien recordó que esta iniciativa se gestó luego que se creara la categoría de vinos campesinos en el prestigioso concurso Catad’Or realizado en julio pasado en Santiago. “Sabíamos que las producciones de los pequeños viñateros tenían calidad y había que atreverse y probar que eran realmente buenos, lo que se confirma con todas las medallas que han obtenido”, dijo.

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Expresó que se decidió efectuarlo en la Región del Biobío dado el gran impacto que han causado los vinos de la zona, por sus premios y por la atención de la crítica especializada: “Nos planteamos expectativas altas y estamos muy felices con los resultados. Es emocionante contribuir desde el gobierno en este camino que está abriendo puertas y ventanas a los pequeños viticultores, que hace cuatro años recibían 50 pesos por kilo de uva y hoy están produciendo sus propios vinos”.

Recalcó que esta actividad forma parte de una estrategia más amplia de la institución, que incluye el Programa Viñas Campesinas, el Club del Vino Campesino, el proyecto Lomas Campesinas, la venta de vinos en la Red de Tiendas Mundo Rural y la inauguración de plantas de vinificación asociativa en el Valle del Itata. “Lo que viene ahora es perfeccionar la comercialización y apoyar a los productores con los nuevos programas de Asociatividad Económica y Gestor Comercial”, dijo.

También participaron en la entrega de premios el seremi de Agricultura, Rodrigo García; el director regional de INDAP, Andrés Castillo; el director ejecutivo de Catad’Or, Pablo Ugarte; y el alcalde de Santa Juana, Ángel Castro, entre otros invitados.

El Valle de Itata la lleva

Los cinco trofeos entregados en el concurso fueron los siguientes: Mejor Vino Ancestral: Ñipanto Reserva Cinsault 2005, de la Sociedad Agrícola Valle Itata; Mejor Viña Ancestral: Viña Mora Reyes, de Guarilihue, Coelemu; Mejor Vino Pequeños Productores: Armidita Pajarete Antiguo Moscatel 2010, de Viña Armidita, Valle de Huasco; Mejor Vino Granel: Los Nogales Moscatel de Alejandría 2017, de Rosa Vidal Torres, Quillón; y Mejor Espumante Ancestral: Kürüf Brut Moscatel de Alejandría, de Viña Piedras del Encanto, Ránquil. Ver aquí todos los premiados.

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En el balance de las medallas, los principales logros fueron para los productores emergentes del Valle de Itata, que obtuvieron un total de 38 medallas (15 de oro y 23 de plata) de las 61 que fueron entregadas. Destacaron, entre otros, el joven viñatero Gustavo Riffo, de Portezuelo, que obtuvo dos medallas de oro y dos de plata, y María Isabel Labra, de Ránquil, que obtuvo una medalla de oro por su espumante Sol Violeta, producido en sólo una hectárea de terreno.

Pablo Ugarte, director ejecutivo de Catad’Or, manifestó que este inédito concurso “fue una gran experiencia tanto para el jurado como para los productores, quienes se dieron cuenta del buen nivel de sus mostos y de las potencialidades que tienen a nivel a nacional como en el extranjero”.