Joven apicultora Paulina Bobadilla produce hidromiel para dar valor agregado a sus colmenas

Autor: Indap

Maule

Ser joven, madre y emprendedora no es tarea fácil, especialmente en el mundo rural, pero Paulina Bobadilla Bernal, usuaria del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de Talca ha sabido sortear con tenacidad y paciencia cada uno de los obstáculos que el negocio apícola le ha ido imponiendo.

Casada con un apicultor, que divide su tiempo entre las abejas y la mecánica, Paulina decidió hace tres años abocarse de lleno a las colmenas y dejar su trabajo como analista químico de una viña. “Me di cuenta que mi marido se sacaba la mugre trabajando, pero al final vendía a $1.200 el kilo de miel. En el 2015 dije: vamos a vender la miel donde realmente reconozcan el trabajo del apicultor. Ingresé al Prodesal y ese mismo año gané un proyecto por Sercotec y otro por INDAP. Ahí yo hice iniciación de actividades y con todas las de la ley saque la resolución sanitaria. Si íbamos a hacer algo, íbamos a hacerlo bien”, enfatiza.

Con el apoyo de Sercotec pudo levantar su sala de proceso y con un proyecto de Fortalecimiento Productivo para usuarios Prodesal de INDAP logró equipar su sala con una máquina cremadora de miel, una descristalizadora y una batea desoperculadora, además de cajones para abejas.

El inicio de su negocio coincidió con su maternidad, lo que la llevó a vivir momentos de muy dura exigencia que incluso ha hicieron pensar en abandonar la iniciativa. “Fue súper difícil, porque ese año nació mi hija, entonces el hecho de comenzar un emprendimiento, ser mamá y esposa fue difícil, porque la mujer lo tiene que hacer todo. La verdad es que muchas veces dije esto no va a resultar, pero dentro de mi corazón sentía que sí, tenía esa confianza”.

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La productora cuenta que fueron tres años muy complicados y solo este 2018 siente que se han ido afianzando y comenzaron a buscar nuevos mercados, ya que al principio solo vendían en ferias, como la de Prodesal que se hace en el centro de Talca.

Su tesón y visión la llevaron a buscar nuevos horizontes en Santiago, donde estableció contactos con tiendas gourmet. Para eso diversificó sus productos bajo la marca Apícola Casta Real, con miel multifloral que envasa en un atractivo frasco con forma de oso, especial para los niños. También produce miel en crema, a la que le adiciona frutos secos, cacao, nueces y avellanas, y que asegura ha gustado bastante en la capital. Además trabaja la miel de flor de quillay, de diente de león y de eucaliptus, cada una de diferente color, aroma y sabor.

“También quise trabajar para los niños, porque a ellos no les gusta tanto la miel, y empecé a elaborar miel con sabores en un envase atractivo para ellos, con una etiqueta hecha para ellos y con sabor a frutas. Hay de frutilla, plátano, piña y menta, que eso también les llama la atención”, dice Paulina.

Aprovechando su formación como analista químico, Paulina hoy está innovando con un nuevo producto: hidromiel, que tiene la marca “Astral”. Se trata de una bebida alcohólica en base a miel, de las más antiguas que se conocen, que se sirve como aperitivo y que recomienda acompañar con quesos, frutos secos y postres.

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Este proyecto se pudo materializar a través del apoyo de INDAP, mediante recursos que le permitieron adquirir, el año pasado, cinco cubas de acero inoxidable de 100 litros, más una envasadora y una encorchadora.

Hoy Paulina continúa siendo apoyada en el manejo de las abejas en terreno por su marido y ha sumado a un trabajador más en su sala de procesos.

Actualmente sus productos se encuentran en tiendas gourmet especializadas de Santiago y en la Tienda Mundo Rural del Centro Cultural Palacio La Moneda.

Esta joven mujer, soñadora, emprendedora y visionaria, continúa perfeccionando sus productos con la colaboración del Centro de Estudios de Alimentos Procesados (CEAP) de la Universidad de Talca y es parte del Programa Yo Joven & Rural de INDAP.

Al mirar hacia atrás, Paulina dice que pese a las dificultades el proceso ha sido muy positivo. “Hoy puedo decir que ha sido gratificante, pero fue un trabajo duro. Tuve que compatibilizar muchas cosas, porque el hecho de emprender y ser mamá para mí fue difícil, pero yo feliz con mi hija. Quería realizarme como mujer, trabajar, tener mis propias cosas y eso fue lo más complicado. Ahora puedo decir que ya está todo funcionando y fluyendo hacia donde quiero”.