Pequeños agricultores de Magallanes donan primera cosecha de temporada al Hogar de Cristo
Autor: Indap
Magallanes
De un almuerzo distinto disfrutaron los residentes del Hogar de Cristo de Punta Arenas, con fresco sabor y olor a ciboulette, acelga, nabos, papas, ruibarbo y la tradicional lechuga de Magallanes. El saludable plato que entusiasmó a los comensales corrió por cuenta de los agricultores de la zona, que donaron huevos de gallinas felices y hortalizas recolectadas en sus huertos.
La actividad responde a una tradición que comenzó hace dos años, con la donación de la primera y la última cosecha de cada temporada. La idea es solidarizar con los residentes del Hogar de Cristo a través de la entrega de los alimentos sanos que se producen en la Patagonia.
La donación benefició a 45 residentes permanentes del centro de acogida. La mayoría pasó los 70 años y todos estaban asombrados cuando un desfile de agricultores, la mayoría del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de Punta Arenas avanzó con cajas llenas de verduras hasta la cocina del Hogar.
Los funcionarios de INDAP, por su parte, arreglaron el invernadero del recinto y donaron galones de pintura para mejorar la fachada de la sala de reuniones y la zona de almuerzo.
Belfor Vargas (80) agradeció el gesto. Lleva tres años en el Hogar y está a cargo del invernadero instalado en el patio trasero de la institución. “Yo crié chanchos y tuve mis verduritas en el pasado, pero una trombosis y la enfermedad de Parkinson me obligaron a vender. Hoy hago lo que puedo, por eso es una alegría que nos vengan a ver y nos hayan arreglado el invernadero. A veces la gente se olvida que estamos acá, porque ya trabajamos todo lo que había que trabajar”, señala.
Para el director regional de INDAP, Víctor Vargas, la iniciativa da cuenta de la solidaridad de los agricultores, que deben lidiar con un clima adverso y en muchas ocasiones pierden producciones completas, y por otro lado, resalta la importancia de incorporar una dieta saludable y balanceada a la mesa magallánica.
“Los productos que emanan de la Agricultura Familiar de nuestra región son absolutamente saludables y frescos, y todos mantienen su valor nutritivo. Es muy importante este gesto que han tenido los horticultores, organizados a través de INDAP, para hacer esta entrega de alimentos frescos en esta comunidad”, valoró Vargas.
En la zona austral, las condiciones climáticas adversas permiten sólo cinco meses de producción agrícola bajo invernadero. “No es fácil la agricultura en esta zona, y sin el apoyo del Estado, a través de INDAP, sería imposible hacerla. Creemos que tampoco es fácil la vida para muchas personas de la tercera edad, que a veces por circunstancias complejas quedaron solas, por eso quisimos estar acá, aportando solidariamente con el fruto de nuestras manos”, explicó Patricia Delgado, dirigente campesina.
El director ejecutivo del Hogar de Cristo, Mario Oyarzún, agradeció la preocupación y la gentileza. “Este es un esfuerzo de gente trabajadora, es una donación emblemática nos ayuda mucho”, dijo.