Productoras de Tierra del Fuego aprendieron a elaborar innovadoras mermeladas y conservas
Autor: Indap
Magallanes
Veintitrés agricultoras de Porvenir, capital de Tierra del Fuego, participaron en el primer curso de elaboración de productos procesados realizado en la zona, donde aprendieron innovadoras recetas para preparar mermeladas de zanahoria, cochayuyo con melón y ciruela frambuesa, además de conservas de coliflor, pepino y rabanito, entre otras.
La iniciativa resultó un éxito y así quedó plasmado en la evaluación que los propios agricultores hicieron en la encuesta aplicada para conocer si sus expectativas fueron satisfechas. Todas pusieron nota siete al evento.
Para el director (s) de INDAP Magallanes, Petar Bradasic, el curso fue una oportunidad para avanzar y asegurar un valor agregado a los productos que comercializan los horticultores, y también para conocer preparaciones más saludables y con menos azúcar.
“Salir del granel y entrar al procesado es un salto necesario para la Agricultura Familiar Campesina en Magallanes. A diferencia del resto del país, acá hay cerca de cinco meses en que la producción agrícola disminuye casi a cero, de ahí que el ingenio y sumar valor agregado a los productos sean acciones vitales para romper ese estancamiento y ganarle a los difíciles meses de invierno”, precisó Bradasic.
El curso, teórico y práctico, fue dictado por los profesores Juan Cañumir, ingeniero agrónomo, y Alfredo Zenteno Figueroa, tecnólogo en alimentos, ambos de la Universidad de Concepción.
La capacitación duró dos días y rompió varios mitos, entre ellos el que mientras más tiempo de cocción tiene una mermelada, mejor es su calidad. “El color tiene que parecer al del fruto que se usa, de lo contrario significa que hubo sobrecocción y se quemaron las propiedades y vitaminas del producto”, advirtió Juan Cañumir, quien destacó el apoyo de los profesionales de la oficina de área de INDAP Porvenir y el entusiasmo de las asistentes.
El curso les entregó a las pequeñas productoras una metodología de trabajo con estándares de calidad para las actuales demandas del mercado, mejorando el aporte nutricional de los productos y abriendo la mente a la creación de nuevos usos para la frutilla, el ruibarbo y el calafate.