En su despliegue territorial para entregar recursos del Fondo de Operación Anual (FOA), INDAP Coquimbo llegó hasta Combarbalá, donde benefició a 563 microproductores y microproductoras de los programas Prodesal (339) y PADIS (224) con un incentivo individual de $145 mil para la compra de insumos agrícolas (fertilizantes, semillas) y pecuarios (alimentación animal, vacunas, antiparasitarios).

Entre quienes recibieron el apoyo está María Salfate, de la localidad de El Monte: “Soy agricultura hace más de 20 años y para mí el FOA es una ayuda muy grande, ya que podré comprar productos agrícolas para los árboles, que a veces son caros y a uno no le alcanza el dinero para adquirirlos por su cuenta. Es una buena ayuda que nos da INDAP, muy positivo todo”.

Rodolfo Rojas, de la localidad de El Sauce, fue otro de los beneficiados: “Me dedico a producir queso y también tengo frutales y hortalizas. En este tiempo de sequía los animales no tienen forraje, así que estos recursos me servirán para comprarles ese insumo, sobre todo ahora que están en periodo de gestación”.

El director regional de INDAP, Víctor Illanes, dijo que este tipo de acciones son “muy importantes, porque el FOA lo estamos entregando en toda la región. Son aproximadamente 5 mil usuarios y usuarias que van a recibir este beneficio, que les ayuda a seguir avanzando en esta temporada otoño-invierno con la compra de insumos agrícolas o alimento para su ganado. De esta manera van a tener una mayor productividad y una mejor calidad de vida”. Agregó que la inversión total de INDAP en Combarbalá supera los $81 millones.

Por su parte, el seremi de Agricultura, Christian Álvarez, afirmó que el FOA contribuye a que “la Agricultura Familiar Campesina e Indígena pueda sobrellevar la crisis hídrica, ya que quienes lo obtuvieron podrán adquirir insumos para el desarrollo de sus labores. Esta entrega es algo que se realiza cada año y en múltiples ocasiones los usuarios y usuarias de INDAP nos han manifestado lo importante que es, por lo que valoramos el despliegue que se está realizando”.

Los programas PADIS y Prodesal en Combarbalá se ejecutan en convenio con el municipio local. Al respecto, el alcalde Pedro Castillo agradeció la inversión y dijo que es muy relevante esta línea de apoyo, que llega prácticamente al 95% de quienes componen ambos programas. “En esta situación de escasez hídrica, el despliegue de INDAP, del Ministerio de Agricultura y de todo el Estado para sostener la Agricultura Familiar Campesina e Indígena lo valoro y lo destaco”, expresó

INDAP efectuó una ceremonia de entrega en la que recibieron el FOA 20 usuarios y usuarias de las localidades de El Sauce y El Monte, de los cuales 11 participan en el PADIS y 9 en el Prodesal.

En el marco de la segunda Mesa de la Mujer Rural de Atacama, que integra el trabajo de diversas organizaciones en los distintos territorios, se conocieron importantes noticias que reforzarán el trabajo que realizan las productoras campesinas e indígenas en la región.

Desde INDAP, la directora regional, Paola Torres González, informó lo que viene trabajando el servicio con su estrategia nacional 2023-2030 para promover una Agricultura Familiar Campesina e Indígena más sostenible y resiliente, que busque el desarrollo y la permanencia del mundo rural y campesino.

En este contexto, dio a conocer las distintas iniciativas regionales que ya se están implementando, con acciones tales como la promoción de huertos autosustentables, faros agroecológicos, semilleros comunitarios y un decidido apoyo al rubro criancero y apícola a través de los programas de INDAP, que se articularán con financiamiento del servicio más el apoyo del Gobierno Regional de Atacama para relevar el rol de la Agricultura Familiar  Campesina e Indígena como responsable de la producción de alimentos.

"Estamos felices de haber podido contarles estas noticias a las dirigentas rurales de Atacama, ya que vemos que estamos en un momento histórico para dar un salto de calidad y cantidad para el bien de las y los agricultores familiares en nuestra región, y principalmente porque ese apoyo va en un gran porcentaje hacia mujeres rurales que preservan el campo, sus tradiciones y contribuyen a dar seguridad alimentaria”, señaló Paola Torres González.

Agregó que “el rol de la dirigencia campesina de esta región es vital para llevar la voz y realizar el acompañamiento necesario desde la sociedad civil, y hoy sentimos ese apoyo por parte de las organizaciones de mujeres campesinas, ya que uno de nuestros lineamientos institucionales es generar coproducción de políticas públicas con la sociedad civil".

Miriam Talavera, representante de ANAMURI, dijo que "son grandes noticias para Atacama las que nos ha dado la directora regional, por la cantidad de iniciativas que se acaban de aprobar y de otras que están por venir para el fortalecimiento de la agricultura, que en buena medida la están llevando nuestras mujeres rurales. Ahora tenemos anuncios concretos, con números y datos, y entendimos claramente la estrategia hacia el sector, y también que tenemos una responsabilidad grande por acompañar el trabajo que se está haciendo hacia las mujeres del campo".

Florencia Aróstica, representante de RATMURI, destacó algunas actividades que se trabajarán en 2024 con las organizaciones de mujeres: "Estamos contentas de que se haya concretado un apoyo decidido al trabajo que venimos realizando como mujeres rurales, en concreto con seminarios que vamos a realizar en torno al cambio climático y la soberanía alimentaria; y también en actividades de apoyo a la comercialización a través de las Tiendas Mundo Rural, que permiten visibilizar el valor nutricional que tienen los productos campesinos y que liderarán mujeres rurales de la región".

Un total de 311 pequeños agricultores y agricultoras del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) que INDAP ejecuta en alianza con la Municipalidad de Cabrero recibieron recursos del Fondo de Operación Anual (FOA).

La ceremonia de entrega, que se efectuó en el Auditorio Municipal de Cabrero, contó con la participación de la delegada presidencial provincial del Biobío, Paulina Purran; la seremi de Agricultura, Pamela Gatti; la directora de INDAP Biobío, Fabiola Lara; el representante del alcalde de Cabrero, Francisco Castillo; el jefe del Área Yumbel de INDAP, Héctor Villegas, y el equipo técnico del Prodesal.

En la ocasión, las y los beneficiarios recibieron un total de 45 millones de pesos para cofinanciar la adquisición de insumos y equipamiento básico para el desarrollo de actividades silvoagropecuarias, vinculadas a la producción animal, de hortalizas, huertos frutales, producción apícola y flores.

Elira Castillo, usuaria del Prodesal del sector Charrúa, agradeció este incentivo y contó que le permitirá comprar semillas y bulbos para avanzar en su producción de hortalizas y flores.

La directora de INDAP Biobío, Fabiola Lara, indicó que estos fondos contribuyen al bienestar de los agricultores y agricultoras, permitiéndoles realizar inversiones significativas para el desarrollo de su quehacer en el campo. “Esta es la segunda entrega de recursos FOA que realiza INDAP en la región, con el objetivo de comenzar de buena forma el año agrícola e impulsar los sistemas productivos de nuestros usuarios".

La seremi de Agricultura, Pamela Gatti, resaltó el compromiso del gobierno del Presidente Boric con la Agricultura Familiar Campesina e Indígena y los apoyos que se han desplegado a través del Ministerio de Agricultura y sus servicios. “Este apoyo a los pequeños productores agrícolas viene a reafirmar el compromiso del gobierno con el mundo rural; es un impulso para que los usuarios y usuarias de INDAP puedan comprar insumos y equipamiento para que continúen fortaleciendo su labor en el campo", apuntó.

De igual forma, la delegada presidencial provincial de Biobío, Paulina Purran, manifestó que "el gobierno tiene un compromiso de fomentar la alimentación saludable y por lo mismo es relevante apoyar el trabajo que realizan los agricultores en la producción de alimentos sanos".

El Prodesal de Cabrero atiende a 330 usuarios de los sectores Chillancito, Los Aromos, La Aguada, La Mata, Pillanco, Charrúa, El Progreso, Lomas de Angol, Los Calles, Quinel, Maquehua, Los Leones, Monte Águila y Membrillar, quienes se dedican principalmente a la ganadería, apicultura, agroprocesados, hortalizas y producción de aves.

En el salón auditorio de la casa matriz de la Universidad de Atacama (UDA) se llevó a efecto la firma de un convenio de colaboración entre esa casa de estudios superiores e INDAP Atacama, que busca generar un intercambio de conocimiento académico, social, técnico y cultural para beneficio de la  Agricultura Familiar  Campesina e Indígena (AFCI) de la región.

En lo particular, el acuerdo permitirá mejorar capacidades, como por ejemplo la atracción de capital humano para fortalecer aspectos tales como la innovación, la eficiencia y la competitividad de la AFCI, a fin de que proyecte un desarrollo pertinente y eficaz de más de 1.300 familias agricultoras de Atacama. También se proyectan publicaciones, ejecución de proyectos y programas mediante la metodología Aprendizaje más Servicio (A+S), en el que ambas instituciones se comprometen a aportar recursos, infraestructura, personal especializado y recursos económicos para materializar las iniciativas acordadas en los planes de trabajo.

El rector del plantel, Forlín Aguilera, dijo que el convenio "nos permite seguir desplegando nuestro quehacer investigativo y académico en los sectores rurales, de manera descentralizada y aportando nuestras capacidades instaladas. Ya existe una articulación con el Departamento de Nutrición y Dietética que incorpora el enfoque Aprendizaje más Servicio (A+S), que articula intervenciones directas en las comunidades, en este caso con pequeños y pequeñas productoras agrícolas, a fin de mejorar la competitividad de sus productos agroalimentarios”.

Aguilera destacó además los valores de la participación, co-construcción, equidad de género, inclusión e interculturalidad que comparten la UDA e INDAP como instituciones del Estado orientadas al bien público.

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La directora de INDAP Atacama, Paola Torres González, valoró el aporte del acuerdo alcanzado entre ambos organismos señalando que "estamos muy felices porque creemos que hemos dado un paso relevante e histórico junto a la Universidad de Atacama en aquellas iniciativas que apoyen el mejoramiento de las condiciones productivas de las y los agricultores de la región, lo que viene justo en un momento donde estamos ad portas de ejecutar recursos también históricos provenientes del Gobierno Regional”.

Asimismo, valoró “el compromiso de una institución tan prestigiosa como la UDA, en que vemos muchas voluntades para avanzar en este camino. Estamos mandatados como gobierno para ir en apoyo de las familias agricultoras campesinas e indígenas y buscar soluciones para las brechas que presenta el sector hoy en día, en base a una agricultura más limpia, innovadora y sustentable”.

Rosa Díaz, agricultora familiar de la localidad de San Pedro, en Copiapó, ya está viendo avances del convenio en un trabajo que se viene haciendo con alimentos de agricultores en la carrera de Nutrición de la UDA y destacó que "me parece estupendo, porque es un apoyo fundamental en especial para nosotras las mujeres rurales y vemos que las autoridades están valorando mucho lo que significa ser productoras de alimentos, en mi caso de aceite de oliva, aceitunas de mesa y arrope de chañar".

Los jóvenes rurales están asumiendo un rol estratégico para enfrentar el recambio generacional de la fuerza laboral en la Agricultura Familiar Campesina e Indígena. Por ello, es fundamental el desarrollo y articulación de políticas y programas que promuevan su inserción en los procesos productivos y de innovación agraria.

Bajo esta premisa es que INDAP firmó un convenio de colaboración con la Corporación de Liceos Agrícolas (Codafor) de La Araucanía, alianza de trabajo que se materializó con la firma del director regional de la institución del agro, Pablo González, y del presidente de Codafor, Mauricio Rivas, en una ceremonia realizada en el Liceo Agrícola La Providencia, de la comuna de Traiguén, con la participación de autoridades regionales, comunales y estudiantes del establecimiento.

La iniciativa busca apoyar la formación de jóvenes a través de acciones de acompañamiento, de capacitación, charlas o exposiciones, además de cofinanciar emprendimientos productivos individuales o asociativos de jóvenes graduados de los 15 liceos de Codafor que cumplan con los requisitos de acreditación de usuarios y del programa de INDAP.                                                                        

Pablo González, señaló que estas iniciativas contribuyen a enfrentar el recambio generacional. “Por cada joven hay dos adultos mayores de 65 años que son usuarios de INDAP; por lo tanto, hoy no tenemos una tasa de reposición que permita mantener una población rural con una producción que, además, asegure la alimentación de las familias.  Que en esta región existan cerca de 9.600 jóvenes, pero casi 20 mil adultos mayores, significa que hay una brecha de 10 mil personas que deben entrar a reemplazar a este rango etario. Por eso la importancia de trabajar con las juventudes rurales, para que logren emprender, se queden en el medio rural y puedan trabajar en una actividad productiva individual o asociativa”.

Agregó que “esta iniciativa permitirá que a través de las agencias de área de INDAP acerquemos la información, desarrollemos capacitaciones y articulemos recursos para motivar a estos jóvenes para que puedan emprender una vez egresados a los 18 años, edad donde pueden ser usuarios de del servicio, cumpliendo con los requisitos de acreditación”, agregó González.

Para Érica Labraña, estudiante de cuarto medio del Liceo Agrícola La Providencia de Traiguén, este convenio ayuda a cumplir metas. “Quiero seguir estudiando veterinaria y quedarme en el campo; es muy buena esta idea que están haciendo, porque le están dando oportunidades a los jóvenes que en realidad quieren emprender en el campo; es una ayuda para el futuro, para trabajar las tierras de los papás y, algunos, las propias”.

Por su parte, el presidente de Codafor, Mauricio Rivas, destacó que esta corporación reúne a más de 6.500 estudiantes. “Esto es muy importante, porque es primera vez que firmamos un convenio con INDAP, que permitirá articular las necesidades productivas del sector campesino y, a una edad temprana, generar los cambios, las adecuaciones curriculares para que los alumnos salgan con competencias para ser usuarios de INDAP y puedan postular sus proyectos”.

La iniciativa, que se enmarca en los lineamientos institucionales a través del eje de transformación participativa y asociativa, incluye el desarrollo de una agenda de juventudes rurales, desafío que adquiere mayor relevancia debido a que La Araucanía concentra el mayor número de usuarios jóvenes (entre 18 y 40 años), representando casi el 38 % del total a nivel país que trabajan con INDAP.

Un llamado a postular al llamado especial del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) para productores de vino, realizó el director de INDAP Maule, Jorge Céspedes, acompañado del alcalde de San Javier, Jorge Silva; el jefe del Área San Javier del servicio, Esteban Rojas, y los productores de vino Santiago Vásquez, de Viña Casa Vásquez, y Verónica Villalobos y Mauricio Muñoz, de Viña Lacre Rojo.

Jorge Céspedes dijo que a partir de esta semana en las agencias de área de San Javier y Cauquenes se abrirán las postulaciones del programa especial PDI, el cual está enfocado de manera prioritaria en usuarios que forman parte del programa piloto de mejoramiento del rubro vitivinícola y que cuentan con asesoría técnica de base y apoyo experto por parte de INDAP.

“Este es un compromiso que adquirió nuestra dirección nacional, a través del subdirector nacional, César Rodríguez, en la Mesa Birregional del Vino, de impulsar este programa de desarrollo de inversiones que va para el Maule Sur, específicamente las comunas de San Javier, Villa Alegre y Cauquenes. Lo que buscamos es aumentar recursos en los viñateros y producir una mejora continua y permanente para que este rubro sea reconocido y fortalecido por parte del instrumento estatal”, expresó Céspedes.

Los interesados podrán postular a inversiones para mejorar y equipar sus bodegas de vinificación, tales como cubas de acero inoxidable, barricas de madera, equipos de frío, construcción de salas de vinificación, motores de trasvasije, etc.

La iniciativa responde a un compromiso establecido por INDAP a través de la Mesa Birregional del Vino que impulsa la institución con las regiones del Maule y Ñuble, y que busca potenciar este rubro económico y patrimonial, acortando las brechas de competitividad que lo aquejan.

El monto total del presupuesto para que ambas agencias de área apoyen las inversiones de los productores de vino de Maule Sur es de $87 millones.

El alcalde de San Javier, Jorge Silva, valoró la iniciativa y manifestó que “estoy muy agradecido de INDAP por brindar este nuevo apoyo económico para aquellos vitivinicultores de la zona de San Javier y que son patrimonio de los vinos que estamos cuidando. Efectivamente, con esta ayuda se va a tecnificar más lo que significa lo nuevo, lo que es tecnológico, para que ellos puedan continuar produciendo vinos de buena calidad”.

Santiago Vásquez, de Viña Casa Vásquez, destacó este apoyo que están recibiendo, que se suma a varios de la institución y que les han permitido ir modernizando sus procesos de producción del vino y su infraestructura productiva. “Nada más que agradecer a INDAP, que siempre ha estado con nosotros en la parte técnica, en la parte campo y en la parte enológica, abriéndonos los ojos en este caso de que hay una nueva forma de poder competir, que es con tecnología y conocimiento”.

Por segundo año consecutivo, INDAP Coquimbo tiene un concurso de su Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) enfocado en la juventud rural. El proceso de postulación ya está abierto y su cierre es el viernes 24 mayo a las 13 horas. La publicación de resultados preliminares será el viernes 7 de junio y el plazo de reconsideración será hasta el viernes 14 de junio a las 13 horas, para dar a conocer los resultados finales el martes 2 de julio.

El concurso está dirigido a usuarios y usuarias de toda la región que tengan entre 18 años cumplidos y 40 años al momento de postular. Su objetivo es potenciar las mejores iniciativas relacionadas con explotaciones agrícolas y actividades silvoagropecuarias o conexas que contribuyen o promueven la sustentabilidad a través de principios, prácticas o manejos sustentables o agroecológicos.

Este año el PDI Jóvenes Rurales de la región también contempla la adquisición de maquinarias, equipos o infraestructura colectiva.

Al respecto, el director regional de INDAP, Víctor Illanes, informó que se apoyarán “proyectos de los rubros de producción hortofrutícola, pecuaria, apicultura, turismo, actividades conexas, flores, producción de semillas o viveros. Es así que en concordancia con lo mandatado por el Presidente Boric, de apoyar por diversas vías a la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, hemos estimado necesario efectuar este concurso para la juventud rural”.

Agregó que podrán participar pequeños productores agrícolas y campesinos jóvenes que no estén morosos, con o sin asesoría técnica de INDAP, pertenecientes a organizaciones formales e informales o en forma individual o asociativa bajo alguna de las siguientes categorías: persona natural, Empresa Individual de Responsabilidad Limitada con iniciación de actividades, personas jurídicas conformadas en su totalidad o mayoritariamente por beneficiarios de INDAP jóvenes (50% +1) —siempre que cuenten con personalidad jurídica e iniciación de actividades—, grupos de personas naturales y/o EIRL y grupo de personas jurídicas.

El seremi de Agricultura, Christian Álvarez, dijo que el PDI Jóvenes Rurales “es una iniciativa que desde el Ministerio de Agricultura apoyamos con fuerza, ya que este segmento es clave en el desarrollo económico-social, especialmente porque acostumbran a presentar ideas innovadoras y con conciencia de preservación de la flora y fauna, rescate de prácticas ancestrales y compromiso con la comunidad”.

Los recursos del concurso

Los incentivos económicos se otorgarán sobre la base de un proyecto de inversión individual o asociativo, el que debe considerar recursos para cofinanciar las inversiones proyectadas. Los seleccionados obtendrán un incentivo acorde con el tipo de proyecto (individual o asociativo), conforme al siguiente detalle: Hasta $5.000.000 para postulante individual, hasta $25.000.000 para postulante asociativo formal (considerando un monto de hasta $2.500.000 por integrante de la organización) y hasta $15.000.000 para postulante asociativo informal (considerando un monto de hasta $2.500.000 por integrante del grupo).

Los recursos adjudicados serán de acuerdo a las condiciones de cada usuario: Hasta un 90% del costo total bruto del proyecto de inversión para postulantes nuevos (que no hayan recibido PDI los años 2023 o 2022), hasta un 80% para postulantes antiguos de un año (que hayan recibido PDI al año 2023) y hasta un 70% para postulantes antiguos de dos años (que hayan recibido PDI los años 2023 y 2022).

Excepcionalmente, y en casos justificados por la dirección regional, los proyectos podrán acceder al incentivo a la formulación del proyecto, por hasta un 10% del valor total bruto, independiente de que el usuario esté o no en algún programa de asesoría técnica, siempre que el profesional que formula el proyecto sea distinto al que le entrega la asesoría y cuando el proyecto sea de mayor complejidad.

Para más información, contactar a su agencia de área: La Serena (Av. Juan Cisternas 1235, teléfono 51 2673856), Ovalle (Miguel Aguirre Perry 335, Edificio Público, oficina 201, teléfono 53 2422500), Combarbalá (Maipú 96, teléfono 53 2422553) o Illapel (Independencia 0279, teléfono 53 2422530).

En el Callejón Peumo, sector Quiñipeumo de la comuna de Maule, las flores son parte del paisaje y uno de los principales rubros que desarrollan varios agricultores y agricultoras de la zona. Una de ellas es Valeria González Valenzuela, una heredera del amor por las plantas y que trabaja junto a su familia en este rubro.

Fue su abuelo quien partió con la floricultura. Lo siguieron sus padres quienes siguen apoyándola a ella y a sus hermanos en todas las faenas que involucran la producción y la venta de las flores. “Esto parte como una herencia de familia, porque desde mi abuelo que cosechábamos flores y nosotros fuimos viendo todo lo que él hacía y aprendiendo. Después se dedicó mi papá, así que ahí también con él, trabajando hasta ahora”, cuenta Valeria.

Hoy su padre y su hermano preparan el suelo, plantan y hacen las labores de terreno, en tanto ella y su hermana se dedican a la poda, a la cosecha de las flores, a la venta y los arreglos florales.

Poseen cerca de un cuarto de hectárea exclusivo para flores al aire libre y bajo plástico, entre ellas crisantemos de diversos colores, maules, astromelias y lilium, entre otras. Además, poseen otro terreno de más de 3 hectáreas y media donde también poseen flores, pero realizan otros cultivos como las papas.

Con apoyo de INDAP y del Programa de Desarrollo Local (Prodesal), esta agricultora ha logrado importantes mejoras en su unidad productiva, como un tractor, una fumigadora, un invernadero de tecnología israelí y recursos crediticios.

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Para Valeria, desarrollar este trabajo en familia significa entregar alegría a las personas que buscan un arreglo o un ramo para una ocasión especial. “Es algo lindo, porque uno se siente feliz con el hecho de saber que va a entregar una satisfacción a la persona que le hace un arreglo. Un arreglo para cualquier ocasión, porque no solo son para momentos de felicidad, también son para la tristeza cuando fallece alguien por ejemplo. Si usted hace algo bonito, el cliente se siente feliz”.

La productora reconoce que se trata de un rubro bello pero exigente, porque deben estar siempre atentos a las condiciones de las flores y a las demandas de los clientes. Actualmente comercializa en su propia florería “Bella Flor”, ubicada en el Centro de Abastecimiento Regional (CREA) de Talca, donde atiende de martes a domingo. De igual manera, responde a pedidos de quienes van a buscar flores a su predio. “No se puede decir que no, especialmente cuando son cosas especiales y la gente necesita que uno les haga algún ramo o arreglo”, reflexiona.

Como buena emprendedora, Valeria quiere seguir creciendo y mejorando su negocio con nuevas variedades de flores, porque dice que cada día llegan nuevas flores al país y que es importante mantenerse actualizada para que le vaya bien a su florería.

Un total de $94 millones entregó el gobierno a través de INDAP a 46 pequeños productores de las comunas de Licantén y Hualañé que resultaron afectados por las inundaciones de agosto del año pasado y que aún tenían pendiente este apoyo. Los agricultores recibieron bonos de entre $1 millón y $5 millones, dependiendo el grado de afectación, para rehabilitar sus unidades productivas y volver a comenzar un nuevo año agrícola.

En las actividades estuvo presente el delegado presidencial regional, Humberto Aqueveque, quien destacó el compromiso del gobierno con los agricultores afectados por las inclemencias climáticas. “Estuvimos junto a agricultores y agricultoras de Hualañé y también hicimos lo mismo en Licantén. Hemos llegado con recursos cercanos a $94 millones para 46 agricultores que sufrieron daños por las inundaciones del invierno pasado. Como gobierno seguimos comprometidos en recuperar la agricultura del Maule, en avanzar con nuestros compromisos y en cumplir lo que el Presidente dijo en Licantén y Hualañé: no dejar solos a nuestros vecinos y vecinas”.

El director regional de INDAP, Jorge Céspedes, dijo que con esta acción se está entregando ayuda a productores que no la habían recibido: “Agradecer la confianza y la paciencia también, el esfuerzo que se ha realizado en el territorio por parte de los equipos técnicos, los Prodesal, los funcionarios, que incansablemente hasta hoy se esfuerzan por producir esa justicia que a todos les debe llegar y velar por el cumplimiento de los compromisos que asumimos. Feliz de finalizar hoy esta jornada en Hualañé y dispuesto a seguir trabajando por el desarrollo de la agricultura familiar campesina”.

La alcaldesa de Hualañé, Carolina Muñoz, agradeció en nombre de sus vecinos estos recursos. “Es importante para nuestros agricultores y agricultoras recibir este bono de rehabilitación. Muchos ya habían perdido la esperanza de recibir estos recursos y que bueno que hoy estemos entregando más de $65 millones, que van a servir para recuperarse y seguir realizando las actividades que le dan alimento a la región”.

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Opinión de agricultores beneficiados

José Domingo Muñoz, productor de hortalizas bajo plástico del sector Mira Río de Hualañé, fue unos de los que recibió el beneficio. “A mí el temporal me empelotó el invernadero; tenía tomates plantados y esos todos se perdieron. Este bono me sirve de mucho porque hay que reparar y seguir plantando. Tengo frutales y eso es todo para la familia; mi familia es bien grande, así que trabajo para todos. Estábamos medio cortos, pero con esto nos estamos superando un poco”

Margarita Ruz, productora de tomates bajo plástico y hortalizas al aire libre del sector La Leonera de Licantén, también recibió un bono de rehabilitación productiva. “Fueron los esteros y canales los que me mojaron el invernadero de tomates; esa fue la pérdida que tuve, porque se metió toda el agua al invernadero con los tomates plantados. Recibir este apoyo es una gran oportunidad para seguir adelante, porque cuesta pararse, pero igual hemos estado haciendo el esfuerzo para de una u otra manera salir adelante y seguir, porque no podemos quedarnos, porque de eso vivimos”.

En las ceremonias participaron también el diputado Felipe Donoso, la consejera regional Gaby Fuentes, concejales de ambas comunas, el administrador municipal de Licantén, Israel Aguirre, la DICECO de Hualañé, Lorena Retamal, y el jefe de área INDAP de Licantén, Francisco Castro.