
ExpoMundoRural celebra 25 años de sabores, saberes y territorio
Autor: Constanza Martínez
Nacional Mercado Metropolitana
La feria organizada por el INDAP se consolida como la vitrina más importante de la agricultura familiar campesina e indígena en Chile. Esta es la historia de la evolución de un encuentro que ha tejido puentes entre el campo y la ciudad.
Los olores de las frutas y verduras frescas, los múltiples colores y texturas de las artesanías y el murmullo constante de las conversaciones entre quienes exponen y quienes descubren productos hechos con identidad. Una postal que suena familiar hoy fue apenas un sueño hace poco más de 20 años.
La génesis de la ExpoMundoRural se remonta a 1998, cuando Luis Marambio, ingeniero agrónomo que dirigía el Instituto de Desarrollo Agropecuario por ese entonces, tuvo la inquietud de crear un espacio de comercialización directo para la Agricultura Familiar Campesina e Indígena (AFCI), inspirado en experiencias de mercados campesinos y ferias rurales que ya funcionaban a pequeña escala en distintas regiones del país.

Ese año se desarrollaron las primeras mesas de trabajo y diagnósticos institucionales que detectaron una brecha importante: aunque existía una gran diversidad de productos campesinos con identidad territorial, la mayoría no tenía acceso a canales urbanos de venta ni a espacios de visibilización. La idea de una gran feria surgió precisamente como respuesta a esa necesidad.
Fue entonces que nace la “Expo Nuevo Mundo Rural”, que congregó a 140 empresas y cooperativas campesinas del país, en la Estación Mapocho. “Son miles las familias rurales integradas en esta tarea de alcanzar una modernidad, pero una modernidad sin exclusiones, ejerciendo sus derechos y responsabilidades en democracia, y aportando a la estructuración de una sociedad rural multiactiva, sustentable y plenamente capaz de adaptarse y aprovechar las transformaciones de los escenarios nacionales y globales”, fueron algunas de las palabras que Marambio dijo a los asistentes de aquella hoy lejana primera feria.
El éxito alcanzado en la primera versión llevó a una nueva convocatoria para noviembre de 1999, ocasión en que el propio presidente, Eduardo Frei Ruiz Tagle, asistió junto a otras autoridades de la época, corroborando el potencial comercial de los agricultores.
En aquella oportunidad, Frei destacó el esfuerzo realizado por el Estado a través de la expo “para apoyar a esos chilenos (…) que también quieren estar presentes en todos los mercados mundiales, porque producen con calidad, porque se han adaptado a las nuevas tecnologías y porque tienen la capacidad personal y familiar de sentir que, con su esfuerzo, con su sacrificio, con su tenacidad, pueden progresar y desarrollarse”.

Juan José Manzano, helicicultor, que elabora productos cosméticos y alimenticios en base a caracoles a través de la empresa Caracoles a la Obra, refuerza esta idea. Cuenta que “la primera vez que participé fue una experiencia espectacular, porque pude dar a conocer los productos que estaba elaborando, conocer el mercado y a mucha gente. Fue muy interesante. Al principio mis expectativas era dar a conocer el producto más que vender. No así hoy día. Por ejemplo, en una oportunidad me visitaron desde las embajadas de Japón y China y me hicieron solicitudes de productos que los pude despachar y me ha hecho crecer una enormidad”.
Llegaron los 2000 y con ello el nombre definitivo que se conserva a la fecha. La ExpoMundoRural se consolidó como un panorama familiar, con más de 300 mil visitas para el año 2001. Ricardo Halabi, entonces director de INDAP señaló que “estamos demostrando que Chile se prepara para la globalización dando un mensaje: la agricultura familiar campesina se está innovando, para cambiar su historia, para tener mejor voz”.
En el año 2003 la feria se traslada al Parque Intercomunal de La Reina en donde los y las expositoras superaron los 100 millones de pesos en ventas. Por ese entonces, uno de los grandes atractivos era ver animales de granja como bueyes, ovejas, cabras, gallinas y otros, que llamaban la atención de los asistentes. Para 2009, la prensa la señalaba como la feria campesina más grande de Latinoamérica.

En 2017 la Expo volvió a la Estación Mapocho, con 140 pequeños productores que trajeron desde 14 regiones una variada muestra de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena. Más de 20 mil visitantes superaron los 300 millones de pesos en compras, cumpliéndose el objetivo de acercar el campo a la ciudad.
“Se trata de valorizar la producción artesanal, que en los últimos años ha hecho un importante esfuerzo por trabajar bajo estándares de buenas prácticas y sustentabilidad, generando además procesos innovadores y dando un valor agregado a los productos”, señaló en aquel entonces quien fuera el Jefe de Mercados del INDAP y encargado de la feria, Juan Jiménez.
El estallido social y la pandemia obligaron a hacer una pausa. Recién en 2022 retornó la fiesta de la agricultura familiar campesina e indígena, con aforos y uso obligatorio de mascarillas y bajo el lema “reencontrémonos con el campo”. Pese a las restricciones, las cuentas fueron positivas, el público en la Estación Mapocho bordeó los 15 mil visitantes en sus cuatro días, y el volumen de ventas estuvo en torno a los 200 millones de pesos.
La ExpoMundoRural de 2024, coincidió con el Día de los Patrimonios, teniendo como uno de los principales atractivos una exposición interactiva sobre patrimonio agroalimentario. Además, marcó el reencuentro de la colaboración con la Universidad de Santiago de Chile, USACH, cuyos estudiantes prestaron apoyo a los expositores, recopilaron datos y entregaron soluciones y asesorías en la gestión de ventas, a través del Centro de Negocios.

El año pasado, la feria contó con 130 expositores que lograron superar en un 20% la cifra de la versión anterior. “Se lograron ventas de los productores por más de 250 millones de pesos y, además de eso, de los 130 puestos de emprendimiento que estuvieron presentes, más de 100 realizaron contactos también con otros comercios, es decir, B2B”, destacó al cierre de la versión el director nacional de INDAP, Santiago Rojas.
Participar como visitante o expositor de la ExpoMundoRural es adentrarse en una experiencia que va más allá de la compra y venta. Es un espacio donde se mezclan las tradiciones con la innovación y se encuentra el mundo rural con el urbano. Hoy, más que nunca, ese puente es necesario.
“El futuro pasa por innovar sin perder nuestra esencia: abrir nuevos canales, llegar a más personas y seguir posicionando a la agricultura familiar campesina como un pilar del desarrollo sostenible del país”, afirma el director nacional de INDAP.
“Participar en la ExpoMundoRural de INDAP significa una gran oportunidad para mostrar el trabajo que realizamos día a día en el campo, con esfuerzo, dedicación y amor por la tierra. Es un espacio donde podemos compartir experiencias, aprender de otros emprendedores rurales y visibilizar la importancia de la agricultura familiar campesina”, señala Doris Arancibia, quien desde Coquimbo llega a participar por primera vez en la EMR con quesos y lácteos de cabra de su emprendimiento Aprisco Los Herrera.

Este año, la feria se realizará en el parque Estadio Nacional, entre el 23 y 26 de octubre. La entrada es liberada con ticket que se puede descargar a través de Ticketplus. Habrá más de 130 agricultoras y agricultores, de todas las regiones de nuestro país, además de degustaciones y cocina en vivo con chefs destacados, shows artísticos y actividades familiares, talleres de artesanía y oficios tradicionales ¡y mucho más!