Alto Biobío celebra el reconocimiento de la FAO como nuevo sitio del Patrimonio Agrícola Mundial
Autor: Martina Polanco
Zona Sur Pueblos originarios Biobío
Importante distinción considera el Sistema Ancestral de la Cordillera Pehuenche: “huertas biodiversas, recolección y trashumancia en el territorio Ngulumapu”.
La comuna de Alto Biobío fue reconocida como un nuevo sitio de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El reconocimiento contempla el Sistema Ancestral de la Cordillera Pehuenche: “huertas biodiversas, recolección y trashumancia en el territorio Ngulumapu”, que se caracteriza por las huertas biodiversas, la recolección de Productos Forestales No Madereros (PFNM) y el sistema ganadero de trashumancia, una práctica que mantiene la conexión cultural y ecológica entre la veranada y la invernada; abarcando la comuna de Alto Biobío, en conjunto con Lonquimay, Melipeuco y Curarrehue, en la región de La Araucanía.
La iniciativa fue postulada por el Ministerio de Agricultura, a través de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), tras un proceso de más de cinco años de trabajo conjunto entre instituciones públicas del agro, la FAO y el mundo académico, más el desarrollo logístico en terreno del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), a través del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), el municipio local y la comunidad mapuche pehuenche.
En ese contexto es que la seremi de Agricultura, Pamela Gatti; la directora regional de INDAP, Fabiola Lara; el director regional de Conaf, Esteban Krause; y el alcalde de Alto Biobío, Félix Vita, se reunieron para relevar y celebrar este importante hito para el fortalecimiento ancestral y la biodiversidad de la comuna cordillerana.
Para la seremi Pamela Gatti, este reconocimiento “es muy importante para Alto Biobío, ya que se consolida como patrimonio para la seguridad alimentaria, fortaleciendo su compromiso con la agricultura sustentable y el resguardo cultural de sus pueblos originarios. Ser un sitio SIPAM es convertirse en polo de aprendizaje, turismo responsable y cooperación internacional en torno al desarrollo rural sostenible con identidad cultural”.
Por su parte, Fabiola Lara destacó el proceso de acompañamiento que realizó la institución para llegar este reconocimiento mundial: “A través del PDTI, INDAP ha acompañado el trabajo de las huerteras de Alto Biobío, entregando apoyo técnico y formativo que les permite fortalecer su labor como guardianas de semillas. Hemos realizado talleres sobre conservación y almacenamiento, control natural de plagas y también sobre huertos biodiversos y prácticas tradicionales asociadas a la huerta pehuenche”.
La distinción entregada por la FAO reconoce y promueve la conservación de sitios con características culturales, de biodiversidad, conocimiento tradicional y paisaje únicos en el mundo, en este caso del Territorio Cordillera Pehuenche (abarca Alto Biobío) a las huerteras, quienes trabajan activamente en la conservación y rescate de semillas tradicionales.
El alcalde de Alto Biobío, Félix Vita, dijo que “este reconocimiento va a impulsar otros desarrollos para la comuna; nos va a permitir reforzar el trabajo e impulsar a los emprendedores. Necesitamos fortalecer el desarrollo de nuestra gente y aprovecharlo al máximo para abrir nuevas puertas”.
El reconocimiento SIPAM, creado por la FAO, destaca sistemas agrícolas y paisajes únicos en el mundo, que integran biodiversidad, conocimiento tradicional, sostenibilidad y cultura. Hoy existen 86 sitios SIPAM designados en 26 países, y Chile se convierte en uno de las naciones que lidera estas designaciones con tres sitios reconocidos: dos nuevos territorios (Cordillera Pehuenche y el Sistema Integrado de Ganadería Camélida y Agricultura Altoandina de la Precordillera de Chile) y el Archipiélago de Chiloé, designado SIPAM en 2011.
Con esta designación, Chile reafirma su compromiso con la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles, diversificados y resilientes, que fortalezcan la seguridad alimentaria y el desarrollo territorial con identidad cultural.