Biofábricas: innovación agroecológica que regenera el suelo y promueve los cultivos saludables
Autor: Patricia Espina
Zona Central Sustentabilidad y adaptación al cambio climatico Valparaíso 
Nuevo modelo de producción elimina el uso de insumos químicos, otorga mayor autonomía, reduce gastos y regenera los suelos con prácticas agroecológicas.
Las biofábricas están marcando un antes y un después en la Agricultura Familiar Campesina de la Región de Valparaíso. Se trata de nuevas instalaciones y modelos de producción donde agricultoras y agricultores hacen sus propios bioinsumos (biofertilizantes y bioestimulantes de origen natural) a partir de materias primas locales, como restos de cultivos, guano y microorganismos. Estas iniciativas, impulsadas con el apoyo de INDAP, buscan disminuir costos, mejorar la productividad de los cultivos y avanzar hacia una producción agroecológica sostenible y resiliente.
Una de las experiencias más exitosas se desarrolla en la localidad de Longotoma, comuna de La Ligua, donde funcionan dos proyectos asociativos de biofábricas: uno en el sector El Trapiche y otro en La Canela, ambos integrados por grupos de floricultores. Con infraestructura tipo bodega, tambores de 200 y 1.000 litros y equipamiento para preparar bioinsumos, estas organizaciones hoy elaboran preparados que aplican en la producción de flores, logrando reducir la dependencia de agroquímicos y generando prácticas amigables con el medio ambiente.
Fidelisa Saavedra, del sector La Canela en Longotoma, dijo que “estamos felices con la biofábrica, porque aprendemos muchas cosas que no teníamos idea que existían. Hacemos abonos orgánicos, supermagro, bokashi y otros preparados que lo que hacen es ayudar a las plantas y a todo lo que producimos. Económicamente nos sale más barato todo y es más natural. Bajamos las cargas químicas y tenemos un impacto positivo en el medioambiente”.
A esta experiencia se suman exitosos proyectos individuales, como los de Víctor Orellana Reinoso, agricultor de Calle Larga, y Héctor Argandoña, en la comuna de la Cruz. Además, próximamente comenzará a funcionar otra biofábrica asociativa en la comuna de Hijuelas que ya se encuentra casi lista.
En el caso de Víctor Orellana, cuenta con una infraestructura que incluye un cobertizo de 36 metros cuadrados donde produce más de 10 tipos de bioproductos, entre ellos supermagro, ácido húmico, acetato de calcio, microorganismos eficaces y bokashi. En este lugar, el agricultor cuenta además con un biorreactor aeróbico de 1.000 litros y 15 biorreactores anaeróbicos de 200 litros. Se trata de equipos que constan de un tambor y su función principal es la multiplicación de microorganismos que sirven para producir bioinsumos como el té de compost.
Gracias a esta instalación, el agricultor elabora sus propios bioinsumos para sus cultivos de frutales y hortalizas agroecológicas. "Para nosotros la biofábrica ha sido un cambio enorme. Mejoramos mucho lo que es el suelo, la calidad de las plantas y la precocidad en las cosechas. Por otro lado, me ha permitido bajar costos; antes debíamos comprar fertilizantes y productos caros, ahora hacemos nuestros propios bioinsumos. En esto el apoyo de INDAP ha sido fundamental", comentó Orellana.
Regeneración de suelos
Estos proyectos apuntan a un mismo objetivo: independizar a la Agricultura Familiar Campesina del uso de insumos químicos externos, dando mayor autonomía, reduciendo gastos y regenerando los suelos con prácticas agroecológicas. Al mismo tiempo, fomentan la colaboración comunitaria y el intercambio de conocimientos entre agricultores, lo que fortalece el tejido social y productivo en el territorio.
"Las biofábricas se han convertido en una tremenda oportunidad para los pequeños productores y productoras de la región. Tenemos varias iniciativas desplegadas en el territorio: biofábricas para floricultores en el valle Longotoma, en La Ligua; también en Calle Larga y en Quillota; y estamos a punto de inaugurar otra en Hijuelas. Así que se ha convertido en una gran herramienta que tienen nuestros productores y productoras para reducir costos y, con innovación tecnológica, transitar hacia una agricultura más sostenible y resiliente”, manifestó Sergio Valladares, director de INDAP Valparaíso.
¿Qué son los bioinsumos y para qué sirven? Los bioinsumos son productos de origen biológico o natural, como microorganismos (hongos, bacterias) y extractos de plantas que se utilizan para mejorar la nutrición y protección de cultivos y suelos de manera sostenible. Funcionan como alternativas a los agroquímicos, promoviendo la salud del suelo, la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas agrícolas, y pueden clasificarse según su función como biofertilizantes, bioestimulantes o agentes de control biológico.
 
             
            