Con innovación y esfuerzo el agricultor de Ñuble Sergio Lara llegó con sus zapallos a supermercados
Autor: Indap
Ñuble
En una bodega llena de zapallos de guarda para su venta en supermercados y mercados mayoristas, conocimos la forma en que ha despegado la empresa familiar Parcela El Esfuerzo. Junto a su esposa Mariela Orellana y su hijo Ignacio, el innovador y empeñoso productor agrícola Sergio Lara contó a la directora de INDAP Ñuble, Tatiana Merino Coria, cómo sacaron adelante su emprendimiento, el que hoy los tiene en etapa de expansión y soñando con nuevos desafíos.
Gracias al convenio de comercialización INDAP-Unimarc, que permite a los usuarios del servicio acceder con frutas y hortalizas como proveedores de la cadena de supermercados, en el marco del Programa 100% Nuestro, Sergio Lara, usuario del Servicio de Asistencia Técnica (SAT) Hortalizas, ha podido vender sus zapallos de guarda –este año cosechó 100 toneladas– “con un sello que nos distingue como productores de Ñuble, donde mostramos la calidad de lo que se produce en estos campos”.
Además de zapallos, este pequeño productor tiene un invernadero donde en este momento está secando ají para la elaboración de agroprocesados, uno más de los productos muestra con orgullo.
“Este es un proyecto y un esfuerzo de muchos años, que empezó cuando yo tenía 7 años”, cuenta Ignacio. “Ha sido un proceso escalonado y un trabajo constante de mi mamá, mi papá, con su visión personal, y mi hermano Valentín. Ha sido un proceso largo, con el trabajo de todos, pero sobre todo de mi papá, de su empeño en buscar nuevos proyectos”.
Sergio Lara ratifica esto cuando relata que partió arrendando un terreno y trabajando con bueyes prestados. Hoy, el fruto de su esfuerzo se refleja en 24 hectáreas que ha sacado adelante con tesón y el respaldo de INDAP, a través de proyectos para la instalación de una bodega y riego, más el constante apoyo de su esposa Mariela, usuaria del Programa de Desarrollo Local (Prodesal).
Ya asentados, Sergio Lara y su familia están tranquilos; sus dos hijos ya son profesionales, gracias a su esfuerzo en el campo, pero él no descansa. Ahora se enfoca en lograr nuevos proyectos para la pequeña empresa, con la mirada puesta en aprovechar su entrada a los mercados con sus zapallos, a los que ahora busca sumar paltas, limones y clementinas, porque no se cansa de soñar.