Encargada nacional del Programa TAS de INDAP: "Se ha transformado en un referente en América Latina"

Autor: Jessica Duque

Fotografía: Moisés Catrilaf / INDAP

Nacional Sustentabilidad y adaptación al cambio climatico
Un grupo de agricultores den una capacitación del TAS

Un antes y un después en la forma de hacer extensión rural, promoviendo sistemas productivos sostenibles, fortaleciendo redes territoriales y posicionando a Chile como referente en agroecología a nivel regional, marca el Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) de INDAP, que acaba de terminar su primer ciclo con la participación de un millar de agricultores en todo Chile.

Conversamos con Nicole Guerrero Soto, encargada nacional del TAS, que describe aquí resultados como la abundancia de experiencias positivas de aprendizaje entre los productores, la incorporación de nuevos espacios de intercambio y educación y la apuesta de esos agricultores por proyectos que mejoren sus prácticas.

¿Qué es el Programa TAS y cuál fue su principal propósito en el primer ciclo?

El TAS es un programa de asesoría técnica especializada pensado con el objetivo de avanzar hacia un mayor universo de agricultoras y agricultores que trabajan con INDAP que desarrollen y fortalezcan sus sistemas productivos basados en la incorporación de prácticas y manejos sustentables, pavimentando el camino hacia la transición agroecológica. Eso en términos concretos.

Ahora bien, la implementación de estos primeros años del Programa TAS representa varios hitos, entre ellos la articulación entre el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), que ha dado pie a una colaboración virtuosa en pos de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena (AFCI) del país. Esto ha hecho germinar una forma de hacer la extensión rural, donde las y los extensionistas cumplen un rol clave: ser facilitadoras/es de la construcción de soluciones útiles para la propia realidad de las y los agricultores, logrando así un aprendizaje significativo, llevado a cabo de manera horizontal a partir del diálogo de saberes que ha surgido en cada una de las actividades del programa y en cada uno de los territorios donde el TAS ha estado presente.

¿Qué caracteriza el modelo de trabajo del Programa?

El modelo de trabajo del TAS tiene una línea clara y consistente, un diseño central con aplicación territorial. A partir de ello, se construye un plan de trabajo personalizado para cada agricultor o agricultora. Se trata del “Plan de Transición Predial”, que inicia con un diagnóstico predial para identificar las principales brechas existentes en cuanto a sustentabilidad y transición agroecológica. Aquí es donde podemos evidenciar cada realidad particular, en cuanto a la calidad y salud de los suelos, además de las características de su manejo, la disponibilidad de agua, el estado de la biodiversidad, la contribución de la actividad agrícola a la economía familiar, el conocimiento de prácticas agroecológicas y el nivel de articulación de las y los agricultores en los tejidos sociales de sus respectivos territorios, entre otras.

Luego, a lo largo de los 2 años en que se implementa el programa en cada ciclo, se llevan a cabo asesorías técnicas y capacitaciones grupales con la perspectiva de la agricultura sostenible y la transición agroecológica, para lo cual se desarrollan y fortalecen capacidades para el manejo ecológico de los suelos, de plagas y malezas (algunas de las cuales se terminan convirtiendo en “buenezas”), abordando también temáticas de biodiversidad, agua, comercialización y gestión y rediseño predial.

Lo anterior no es menor ya que son esas las líneas de trabajo que contribuyen al objetivo del programa como el resguardo y protección de los activos ambientales y recursos naturales, la biodiversidad y el patrimonio cultural de la AFCI. Junto a esto, es necesario relevar otro aspecto importante del TAS que es el fortalecimiento de los vínculos entre pares, que permite avanzar desde una ruralidad generalmente atomizada a una ruralidad colaborativa que articula redes basadas en la confianza. Esto es posible gracias a las instancias de encuentro que fomenta el TAS: capacitaciones grupales y encuentros regionales.

Uno de los hitos más relevantes ha sido la creación de los Predios Demostrativos TAS. ¿Qué rol cumplen estos espacios?

El considerar que en cada ciclo del TAS se puedan seleccionar Predios Demostrativos en cada una de las regiones ha sido otro de los grandes aciertos del programa, ya que con esto se reconoce a las y los agricultores como referencia dentro de sus territorios y para sus pares y todos quien habite la ruralidad (técnicos, investigadores, estudiantes y más), cumpliendo así un rol importante en la irradiación de los principios de la transición agroecológica. Estos espacios, más de 50 a nivel nacional, permiten el intercambio de experiencias y son aliados estratégicos a la hora de pensar la transición agroecológica para la adaptación al cambio climático, con un rol central puesto en la educación entre pares en el campo.

La constitución formal de estos espacios no responde a un hito puntual que culmina un proceso (en este caso el primer ciclo del TAS), sino más bien a una experiencia que permitirá irradiar los aprendizajes del programa y motivar a sus pares, proyectándose en el tiempo. De ahí que la selección de estos predios haya considerado los siguientes elementos: innovación, trabajo observable y relevante que represente un modelo productivo fácil de observar, transmitir y adoptar en otros predios campesinos, capacidad de mostrar resultados (productivos, ecológicos, sociales) y reconocimiento de sus pares, además de lo central, un compromiso con la transición hacia la agricultura sostenible.

En términos de impacto, ¿qué cambios han podido observar entre los y las participantes del programa?

Respecto al impacto del Programa, es importante resaltar algo que resulta significativo para la gestión de INDAP, que es haber visto, por primera vez, la realización de una evaluación de impacto desde el diseño del programa, a partir de una metodología robusta donde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Notre Dame University (NDU) han sido socios clave. Esta evaluación sin duda nos brindará insumos precisos que permitan, entre otros, evidenciar que programas que abordan la agricultura sostenible desde la institucionalidad, tal como es el TAS, son necesarios y efectivos.

De todos modos, durante este tiempo hemos podido cosechar las experiencias desde las y los asesores, las y los agricultores y de quienes han formado parte de una u otra forma de esta primera experiencia TAS. Así, podemos decir que el Programa ha sido importante en tres aspectos fundamentales: lo social, lo económico y lo ambiental.

El aspecto social, impactando en el fomento del trabajo colaborativo y el fortalecimiento de redes (con efectos directos sobre la comercialización local y el intercambio de semillas, por ejemplo), además de avances en el autorreconocimiento y la capacidad de agencia, particularmente en las mujeres rurales. El aspecto económico en cuanto a la reducción de costos, a partir de la utilización de bioinsumos, el rediseño y la gestión predial, junto con las mejoras en los rendimientos (calibre/calidad). Finalmente, el aspecto ambiental con la adopción (y recuperación) de prácticas de producción sostenible, que se vinculan a conocimientos tradicionales y ancestrales, de la mano del aumento de la biodiversidad predial, tanto funcional como productiva, y la optimización del recurso hídrico.

La comercialización suele ser un desafío en la agricultura familiar. ¿Cómo se aborda este tema en el TAS?

Si bien el objetivo principal del TAS es el aumento en la incorporación de prácticas y manejos sustentables, no es posible plantearse tal horizonte sin antes preguntarnos cómo es que la AFCI desarrolla sus estrategias de vida, asegurando la (re)producción económica y familiar. Para ello, el Programa ha contemplado una capacitación en “Comercialización de productos sostenibles” que trata de lo siguiente: diferenciación de productos, canales de comercialización regional y local, estrategias de negocio y mercadeo sostenible de la producción. Lo anterior dio pie a que en cada territorio se planteasen los principales desafíos y las formas posibles para mejorar los ingresos provenientes de la agricultura, en contextos diversos en cuanto a rubros, volúmenes de producción, acceso a mercados, formas de comercialización (desde la venta directa a la venta con intermediarios, por mencionar algunas) y plataformas para las ventas, entre otros.

Cabe destacar que, en conjunto con el BID, se definieron consultores especializados/as en temas de comercialización, quienes han desarrollado una “Guía de comercialización de productos sostenibles” (entre ellos los agroecológicos), con experiencias que hemos denominado “exitosas”, tanto nacionales como regionales. Así, con el apoyo de Georgina Catacora-Vargas (Presidenta SOCLA Latinoamérica, Docente e investigadora de la Unidad Académica Campesina de la Universidad Católica Boliviana) y Luis Sáez Tonacca (Docente e investigador del Departamento de Gestión Agraria de la Universidad de Santiago de Chile), se ha trabajado un documento que pretende marcar un hito regional, puesto que al día de hoy no son muchos los insumos formales que consideren estrategias de comercialización para productos sostenibles/agroecológicos.  

Por último, quisiera referir que, si bien los esfuerzos institucionales y de las y los agricultores en cuanto a la comercialización son fundamentales y valiosos, se requiere que la sociedad en general y los consumidores en particular sean partícipes activos de los sistemas agroalimentarios, informándose de sus valores, reconociendo el trabajo de la AFCI en la producción de alimentos sanos y nutritivos que resguardan el derecho de toda persona a la alimentación, y formando parte de una “ciudadanía alimentaria”.

¿Qué aprendizajes les deja este primer ciclo y hacia dónde se proyecta el Programa?

La experiencia TAS a la fecha indica el considerable potencial agroecológico de los territorios y un valorado modelo de extensión rural. Además, este Programa se ha posicionado dentro de los países del MERCOSUR, siendo reconocido por las características aquí mencionadas y relevado como una forma de abordar la transición agroecológica desde la institucionalidad, siempre con perspectiva territorial. Podemos decir que en ese sentido sobre el TAS que esta propuesta de transición se ha transformado en un referente en América Latina.

A modo de proyección, el Programa TAS espera avanzar hacia un universo amplio de productoras/es que transiten hacia la agricultura sostenible, quienes cuenten con las herramientas y conocimientos para rediseñar agroecosistemas y que estos funcionen en base a un conjunto de procesos y relaciones ecológicas, para así dar paso a redes agroecológicas que consideren proyectos asociativos y cooperativos, y cadenas productivas en las cuales se valoren y promocionen los alimentos producidos por la Agricultura Familiar Campesina e Indígena de base agroecológica y sostenible.