Ingeniero Sergio Rubilar jubiló, compró terreno y hoy vende hortalizas en Mercado Campesino

Autor: Indap

Atacama

El ingeniero mecánico Sergio Rubilar (82) jubiló hace 15 años. Hasta ese momento trabajaba como consultor en desarrollo y capacitaciones, pero pensó que ya era momento de pasar a los cuarteles de invierno y tener una vejez tranquila. Compró una parcela en el sector de San Pedro de Atacama, pero a poco andar le picaron las manos y decidió volcar todas sus energías, que no eran pocas, en la agricultura.

Hoy este ingeniero reconvertido en agricultor vende sus hortalizas, como muchos otros pequeños productores de la zona, en el Mercado Campesino que se realiza cada semana en el Mallplaza de Copiapó, iniciativa conjunta del centro comercial INDAP Atacama. En este nuevo desafío no está solo, ya que permanentemente lo acompaña su esposa, Amanda Moya.

“Al poco tiempo de jubilarme, estando en la parcela, me di cuenta de que tenía que seguir activo, que tenía que continuar ejercitando mi cabeza, y el terreno me dio la posibilidad. Comencé a plantar algunas hortalizas y gracias a INDAP efectué algunas inversiones productivas”, dice Rubilar, quien se maneja a sus anchas en el rubro pese a ser un campesino tardío.

Actualmente produce tomates, kale, berros, ciboulette y lechugas moradas hidropónicas. “Con mi esposa le explicamos a la gente que nuestras hortalizas no tienen pesticidas ni agroquímicos, ya que nuestro interés siempre ha sido ofrecer productos sanos y con alto valor nutricional. Copiapó y sus alrededores tenían, en épocas pasadas, una gran producción agrícola y ganadera, pero hoy no se alcanza a satisfacer ni un 20% de la demanda local. Ahí los agricultores familiares tenemos un gran desafío, que es abastecer de alimentos a las familias copiapinas”, comenta Rubilar.

“Yo creo que la agricultura tiene que cambiar su visión para que sea realmente exitosa, porque el mundo está cambiando. Tenemos que entregar productos frescos y sanos, pero quizá de un calibre distinto a las verduras o frutas que se tratan en la industria. Tenemos que educar a las personas para que entiendan el valor de la seguridad y la soberanía alimentaria, porque después de la minería la agricultura es la actividad que tiene más futuro y sustentabilidad a nivel regional. Yo tengo unos repollos más chiquitos que los que conocen todos, pero es porque no les pongo úrea y tienen un nitrógeno más balanceado. Esa es la idea: darles a las personas más calidad de vida”, afirma.

Sobre el Mercado Campesino dice que es una excelente oportunidad de mostrar los productos que da la región: “Sin ánimo de comparaciones, le pongo el caso de Perú, que tiene más productos en nuestros mercados que nosotros. Atacama es una zona que tiene las mejores condiciones para hacer agricultura y no existe tanta falta de agua. Pero tenemos que unirnos y organizarnos más, los agricultores, el gobierno y los parlamentarios, para que esta actividad sea un soporte más robusto de la economía regional”.

Hoy que su parcela da frutos, la vida tiene más sentido para Sergio Rubilar y su esposa. Comenta que la actividad en el campo le ayudó incluso a controlar su diabetes. “Me siento más sano y con más energía que cuando me jubilé, y eso se lo debo al campo”, dice con voz fuerte y segura.