Jóvenes rurales de la región del Biobío inician su primer negocio agrícola con el apoyo de INDAP
Autor: Martina Polanco
Zona Sur Programas Eje Biobío
Usuarios beneficiados recibirán apoyo en inversiones y asesoría integral durante tres años para consolidar sus emprendimientos y proyectarlos en el mercado.
En Cañete, con la participación de 30 jóvenes de la región del Biobío, se puso en marcha Mi Primer Negocio Rural, el nuevo programa del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) enfocado en agricultores de entre 18 y 40 años que buscan desarrollar su primer emprendimiento formal en el sector silvoagropecuario.
Los jóvenes dieron el primer paso con el taller de metodología CANVAS, en el que durante dos días desarrollaron sus ideas de negocio, definiendo propuestas de valor, tabla de costos, estrategias de relación con clientes y otros ámbitos, trabajo que estuvo a cargo de la Incubadora de Negocios Chrysalis, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Para Catalina Lizama esta es la oportunidad de formalizar su emprendimiento de producción de tomates en la comuna de Yumbel. “Ya llevo alrededor de cuatro años cultivando tomates orgánicos en huerta y entregamos en comunas del Gran Concepción. Hemos perdido oportunidades por no estar formalizados, por ejemplo, de entregar a negocios y restaurantes, así que una de las metas es esa”, explicó la joven agricultora, que espera adjudicarse inversiones para mejorar su sistema de riego.
Al otro extremo de la región, en la comuna de Tirúa, Eliecer Liempi busca junto a su familia fortalecer el trabajo con aves. “Mi proyecto es una avícola de gallinas de libre pastoreo. Comenzamos hace un año y queremos expandirlo; actualmente tenemos 40 gallinas, pero necesitamos recursos para tener más y manejarlas bien en lo que es sanidad e inocuidad”, comentó sobre sus expectativas con el programa.
Mi Primer Negocio Rural entrega hasta $3,5 millones en financiamiento para inversión inicial y $700 mil en capital de operación, acompañamiento técnico y asesorías durante tres años en áreas como producción, comercialización, formalización, marketing y contabilidad. Además, permite a los participantes generar redes y contactos que faciliten su inserción en el ecosistema emprendedor.
Desde INDAP Biobío, su directora, Fabiola Lara, destacó que las juventudes rurales están en el foco de la gestión institucional: “Queremos acompañarlos desde la idea hasta la consolidación de sus negocios, ayudándolos a proyectarse con fuerza en los mercados locales y regionales. Ellos son el futuro del campo y con este programa les estamos dando una oportunidad concreta para quedarse y desarrollarse en sus territorios, aportando también a la soberanía alimentaria de Chile”.
Por su parte, Cristhian Aldayuz, gerente de Chrysalis PUCV y quien impartió el taller de metodología CANVAS, declaró que, “como institución, estamos muy felices de haber apoyado este proceso y seguir contribuyendo al desarrollo sostenible de las regiones. No solo vimos motivación en las y los jóvenes rurales, sino también un fuerte arraigo con el campo y con su identidad cultural, lo que sin duda enriquece el ecosistema de emprendimiento”.
En julio pasado, en el marco del Día de las Campesinas y los Campesinos, el Presidente Gabriel Boric presentó la nueva Política Nacional de Juventudes Rurales. “Esta iniciativa construida por INDAP, Odepa e Injuv pone a los jóvenes rurales como prioridad, promoviendo su desarrollo, arraigo y bienestar”, explicó la seremi de Agricultura del Biobío, Pamela Gatti, y agregó que “entre sus enfoques está la autonomía económica, el acceso y gestión sostenible de recursos productivos, participación social y liderazgo, totalmente en línea con el programa Mi Primer Negocio Rural”.