LIMPIEZA DE CANALES: ANTIGUO RITUAL DE PAGO A LA TIERRA QUE AUN SE MANTIENE VIVO EN CHIUCHIU

Las ceremonias de ofrenda, comúnmente conocidas por la población andina como pagos a la Pachamama, son rituales de origen ancestral que forman parte de un sistema de reciprocidad entre el mundo material y el mundo espiritual.

Autor: Indap

Antofagasta

La historia y antecedentes entregados por los habitantes de Chiuchiu indican que las ofrendas a la madre tierra tienen como origen fundamental la relación entre el hombre andino, específicamente el campesino y la madre tierra o Pachamama.

La ofrenda es una manera simbólica en la que el hombre devuelve a la Pachamama lo que ha sacado de ella. La finalidad primordial es el restablecimiento de la reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza. Con la ofrenda o pago, el campesino pide permiso a la Pachamama para abrirla, sembrar y cosechar, devolviendo de manera simbólica algo de sus frutos.

COSTUMBRES ANCESTRALES

Andrés Flores es habitante de Chiuchiu, además ostenta orgulloso su cargo de presidente del canal del pueblo y explica que esta actividad se debe realizar en el mes de agosto. “Hay que realizar la limpieza de los canales y tenemos una serie de rituales, como por ejemplo poner a correr el agua desde el estanque. Como todos los años el día 24 realizamos la limpieza del estanque en comunidad y el 25 de agosto hay que largar el agua a los diferentes ramales que parten de este canal”.

“Para nosotros es importante mantener vivas estas tradiciones. Una vez que ya están limpios los canales procedemos a efectuar el pago a nuestra madre tierra, es ella quien nos entrega los frutos, así que hacemos los respectivos rituales que corresponden”, expresa el agricultor.

El presidente del canal afirma que esta es una tradición ancestral que ha logrado mantenerse con el tiempo gracias a nuestra juventud que le gusta participar y mantener vivas estas tradiciones: “Aquí en los pueblos del interior nosotros tenemos una Ceremonia de Ofrenda a la Pachamama. Algunos la llaman pago. Pero, nosotros la llamamos ofrenda o pago a la tierra. Es un acto de reciprocidad con nuestra Madre la Tierra que nos da la vida”.

En esta misma línea se destaca Ernesto Galleguillos Chinchilla, un culto habitante de este poblado. Actualmente, es el varón más antiguo de la localidad. A sus 71 años detalla que este ritual se debe realizar conforme a las bendiciones que reciben de San Francisco de Asís, la Virgen María y Dios: “Nosotros debemos realizar este pago a la tierra, porque es ella quien nos entrega los alimentos y nos permite continuar con este hermoso trabajo”.

Afirma que el para efectos del ritual, la mayoría de los terratenientes debe acercarse a los canales y tener a mano hojas de coca, licor (puede ser vino o cerveza). También, se usan elementos como dulces, lanas de colores, mirra, incienso, sebo y una gran variedad de alimentos y hierbas. Y lógicamente la voluntad de agradecer a las divinidades que ellos mantienen su fe. “Este ritual consiste en agradecer a la tierra rezando con agradecimientos a la Pachamama, se debe agradecer a la Virgen y a Dios, vaciando licor en la superficie. También se le debe ofrendar hojas de coca de la misma manera en que se vuelca la cerveza. Así le agradecemos y ofrendamos con nuestro cariño hacia ellos por todo lo que hacen por nosotros”.

“De esta manera, también nosotros le damos fuerza a la Pacha Mama, para que siga generando la vida. Durante esta ceremonia de ofrenda, se recuerda a las personas que ya no están con nosotros. Muchas veces, se reza para el trabajo, la prosperidad y protección de los participantes”, asevera Galleguillos.

LABOR DE INDAP

Para el Director Nacional de INDAP, Ricardo Ariztía, a través de este tipo de demostraciones “vemos como estamos  en constante apoyo a la identidad cultural de los pueblos originarios buscando reconocer, valorar y proteger la riqueza étnica y cultural en toda su dimensión y profundidad por medio de nuestros diferentes programas”.

La Directora Regional de INDAP, Jannette Araya, expresa: “Nuestra labor como INDAP es fomentar el desarrollo y capacidades de la agricultura en especial aquella que posee componentes tan atractivos como el de cada etnia. En la región de Antofagasta, debemos compatibilizar nuestras iniciativas con las tradiciones de cada comunidad y en lo posible fortalecerlas. Es un honor que nos consideren como invitados a sus rituales y que además sientan que estos son parte de nuestro trabajo diario”.

IDENTIDAD CULTURAL

Para Bernardo Guerrero, académico del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Arturo Prat de Iquique, es uno de los más prolíficos y dedicados investigadores  de la cultura nortina. En gran cantidad de estudios y publicaciones, aborda múltiples aspectos de la idiosincrasia, el patrimonio tangible e intangible de la cultura andina. En uno de sus escritos afirma que “en la fiesta patronal de la cordillera  se entrecruzan las variables económicas, políticas y  religiosas de la sociedad aimara. Cada fiesta es un espacio para intercambiar productos, para iniciar nuevas relaciones de parentesco. La fiesta religiosa es el momento culminante de la vida social de la cultura aimara,  en el tiempo y en el espacio preciso donde la sociedad andina se encuentra a sí misma. En ella se formula un compromiso con su tradición y con su futuro”, destaca el autor en el marco de esta fiesta patrimonial.

Por otra parte, un profesional y una autoridad en la materia es el investigador Carlos González Riffo, quien ha contribuido con sus estudios al patrimonio e identidad cultural de la región. El experto en Historia Virreinal manifiesta que la ofrenda es “un acto de reciprocidad cósmica, es un acto de realización de la justicia universal y cósmica, y también es el cumplimiento de un deber mutuo. El rompimiento de este principio causaría serias distorsiones del equilibrio en los sistemas naturales, sociales y religiosos. Para el hombre andino las ofrendas tienen un sentido de reconciliación con las fuerzas espirituales con el fin de evitar desgracias, asimismo representan ritos de paso”.

“Actualmente se mantiene y conserva el sistema de creencias y rituales relacionados con la Pachamama, practicada principalmente por las comunidades y otros grupos étnicos que han recibido la influencia quechua-aimara, en las áreas andinas del norte de Chile”, sostiene el ex Consejero Regional de la Cultura y las Artes.

Estos cultos o ceremonias son bastantes herméticas. No cualquier persona ingresa a este tipo de cultos por lo que INDAP Región de Antofagasta agradece el hecho de haber sido invitados a este importante ritual.