Vino “Lomas Campesinas” sale al mercado con todo el potencial de las cepas tradicionales

Un total de 12 mil botellas de Lomas Campesinas  llegarán desde fines de noviembre a las estanterías y vitrinas del circuito de tiendas de vino, vinotecas, “winesbar” y restoranes especializados de Santiago para comenzar su comercialización al público general. Esta nueva versión del vino llega al mercado nacional buscando visibilizar las virtudes de estas cepas tradicionales e insertar comercialmente a los pequeños vitivinicultores en el concierto enológico nacional pasando desde la ”prueba cero” (temporada 2015 -2016) al actual proceso de comercialización y venta directa al público.

Este es el último de los logros obtenidos por este ambicioso proyecto desarrollado por INDAP en conjunto con INIA, que cuenta además con la participación de ocho renombradas viñas nacionales y de vitivinicultores campesinos de los valles del Maule e Itata.

Como en la temporada anterior, se vinificó en condiciones óptimas para la elaboración de vinos de alta calidad, a partir de tres cepas tradicionales: País, Cinsault y Moscatel de Alejandría. El proceso se inició con la compra de ocho lotes de 10 mil kilos cada uno, a productores –todos usuarios de INDAP- del secano interior de los valles del Maule e Itata, seleccionando uva de pequeñas viñas de lomas ubicadas en el secano interior que usan el sistema de poda de cabeza. Con anterioridad, enólogos de las ocho bodegas participantes en el proyecto, seleccionaron las cosechas y descartaron, por ejemplo, la producción que presentara imperfecciones, que estuviese mal pintada o vides muy débiles; también se desestimó ciertos sectores por condiciones específicas. En algunos casos, se cosechó de madrugada con baja temperatura para asegurar una mejor conservación del potencial enológico de la uva.

El resultado son ocho vinos con características propias determinadas por la variedad, origen geográfico y el trabajo particular ejecutado por cada uno de los enólogos a cargo de los distintos lotes de uvas. La cosecha y vinificación arrojó cinco vinos País, elaborados con uvas de viñas campesinas de Pencahue, Coronel del Maule y Cancha Los Huevos (Valle del Maule); Quillón y Ninhue (Valle del Itata). De la variedad Cinsault se obtuvo dos productos provenientes de Guarilihue y Pachagua, ambos del Itata. Se produjo un Moscatel de Alejandría elaborado con uvas de la comuna de Florida. Las viñas que participaron en este proceso fueron Concha y Toro, Bouchón, Loncomilla, Casas Patronales, Quintay, Aresti, El Aromo y Undurraga.

Lomas Campesinas podrá ser adquirido en “winesbar” como La Vinocracia, El Bacco y Barrica94, así como también en reconocidos restoranes como Boca-Nariz y La Misión. Una tercera alternativa para degustar este novedoso producto serán las tiendas especializadas como Mundo del Vino, Vinomio, Cavas de Chicureo y La Cava.

PRESENTACIÓN EN SOCIEDAD

Los ocho vinos del proyecto Lomas Campesinas fueron presentados este jueves 17 a un variado grupo de sommeliers, periodistas especializados, críticos de vinos y cronistas gastronómicos de distintos medios nacionales y revistas entendidas. En dependencias del winebar La Vinocracia se realizó una degustación en la que la prensa especializada y personas vinculadas al mundo del vino, pidieron conocer in situ las bondades y características de este producto que rescata el valor patrimonial de las uvas tradicionales y sus posibilidades enológicas.

En opinión del director nacional de INDAP, Octavio Sotomayor, esta primera versión comercial del vino Lomas Campesinas ha permitido profundizar la conexión entre las grandes viñas y los pequeños productores de uva campesinas, además de demostrar que esta materia prima permite producir vino de alta calidad. “El reto es producir vinos con identidad, generar un relato, un cuento; eso es lo que estamos obteniendo con este proyecto que creo avanza muy bien. Debemos seguir promocionando el vino campesino para que los consumidores lo conozcan y lo compren”, destacó.

El proyecto surge como una respuesta de INDAP al complejo escenario comercial que por años enfrentan los pequeños productores de uvas tradicionales del país. Su producción es adquirida por intermediarios que fijan el precio de compra-venta según variaciones y precios de mercado y stock interno de vinos que arroja, cada cierto tiempo, precios inferiores a los costos de producción.