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Adaptación al cambio climático reunió a productores de Ñuble en nuevo taller de INDAP

Gestión del agua, con sistemas eficientes de acumulación y distribución, y análisis de riesgos, fueron los ejes del diálogo protagonizado por 35 pequeños agricultores del Ñuble este miércoles en el Taller “Moderización del agro: adaptación al cambio climático”, el séptimo similar en regiones bajo decreto de emergencia agrícola organizado por INDAP.

La jornada consistió en una sesión plenaria de apertura con la charla del ingeniero agrónomo y experto en cambio climático, Felipe Martin, transmitida vía streaming, a la que siguió un espacio de conversación e intercambio de experiencias entre los productores y técnicos del servicio, en grupos en cada una de las 7 agencias de área de INDAP Ñuble.

En su exposición, Martin ahondó en la situación de “estrés” en que se encuentran la atmosfera, los océanos y los continentes, y la prioridad de medidas permanentes para alimentar a la población mundial que crece anualmente en 80 millones. “La restricción de agua y energía es fuertísima y la huella ambiental que generamos también, necesitamos reflexionar para avanzar a una agricultura adaptable al nuevo escenario”, apuntó junto con llamar a actuar en torno a 10 ejes que incluyen capacitación, transferencia tecnológica, prevención de riesgos naturales, articulación público-privada y colaboración internacional.
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La directora regional de INDAP, Tatiana Merino Coria, destacó la importancia de este taller y lo puso en contexto. “En la región estamos con un 36% de déficit hídrico que nos llevó, a principio de este  año, a hacer la declaración de 8 comunas con emergencia agrícola. Esto nos obliga en este momento a innovar y adaptar nuestros sistemas a nuestra realidad regional para seguir desarrollando y diversificando la agricultura en Ñuble”, indicó.

La introducción planteada por el especialista Felipe Martin dio paso a las reuniones grupales entre los productores que al cabo de 2 horas de debate concluyeron con un apunte de análisis y propuestas. En el tema del agua señalaron la necesidad de inversiones en almacenamientos sectoriales e intraprediales y en sistemas de riego que incluyan mantención y capacitación. Respecto de los riesgos apostaron por recursos para la adaptación, preparación ante nuevos mercados, métodos de alerta y seguros.

Berta Bustos, productora arrocera de San Carlos y directora de un Servicio de Asistencia Técnica -SAT- de ese rubro formado por 35 agricultores, agradeció la iniciativa que, dijo,  “fue muy importante porque aprendimos mucho. Como conclusión llegamos a que el problema esencial es el agua y cómo acumularla cuando hay excesos”. Robert Jara, horticultor de Bulnes, también valoró la “oportunidad dada a los pequeños agricultores para participar en estos talleres que a todos nos sirve. El debate fue bueno y todos planteamos nuestros puntos de vista”.

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El jefe del Departamento de Riego de INDAP, José Manuel Urrutia, enfatizó que esta realidad es un “tremendo desafío y oportunidad. Todos hemos visto que la sequía, que por más de 10 años sufrimos en el centro-sur del país, ha generado complicaciones y mermas para el sector agrícola y productivo”.

El encargado destacó que esta instancia surge del Comité de Adaptación al Cambio Climático formado por INDAP con expertos, profesionales y académicos, y que las conclusiones “de primera fuente que recogemos de nuestros usuarios” permitirán elaborar un documento final que levante información nacional con esos aportes sobre gestión del agua y gestión del riesgo.

Antes de este taller se realizaron otros similares en Atacama (también a distancia por las restricciones de desplazamiento), Coquimbo, Valparaíso, O´Higgins, Maule y la Región Metropolitana. En total suman cerca de 1.000 participantes.

 

Presidente Piñera anuncia programa para rescatar alimentos ancestrales y promover su venta

El inicio del Programa Alimentos Ancestrales para Vivir Mejor fue el anuncio que realizó el Presidente Sebastián Piñera en su visita a la comuna de Santa Juana, en la región del Biobío. Se trata de una iniciativa, desarrollada conjuntamente por INDAP y Elige Vivir Sano, que tiene como propósito promover en la población de nuestro país el consumo de alimentos saludables que forman parte de la dieta de los pueblos originarios.

El programa elaboró un listado de productos que considera más de 85 elaboraciones que se caracterizan por sus innumerables beneficios para la salud. Piñones, digüeñes, cochayuyo y changle, por ejemplo, son preparaciones que han conformado la dieta alimenticia de los pueblos originarios. En caso de ser producidos por usuarios de INDAP que pertenezcan a alguno de los pueblos originarios, podrán acceder a un sello distintivo que certificará su elaboración por parte de campesinos, con productos locales, a baja escala y con un menor impacto ambiental. Resaltará especialmente su condición de saludables.

A partir de estas características alimentarias y nutritivas, los productos accederán a diferentes canales de comercialización como grandes cadenas de supermercados, ferias locales. Contarán además con el apoyo de los programas e instrumentos de fomento productivo que ejecuta INDAP. También se trabajará en darles visibilidad en los mercados internacionales.

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Acompañado por el ministro de Agricultura, Antonio Walker y el director nacional de INDAP, Carlos Recondo, el mandatario llegó hasta al predio de César Riquelme, pequeño productor agrícola de Santa Juana, en la provincia de Concepción. En diálogo con los presentes, destacó que la población nacional exhibe malos hábitos alimenticios: “casi tres de cada cuatro chilenos tienen obesidad, la mitad de los jóvenes tiene obesidad. Comer y alimentarnos en forma sana va a tener doble beneficio: uno, nuevas oportunidades para el desarrollo de la agricultura campesina; y segundo, que tengamos una vida más plena, más sana, más feliz”.

El mandatario remarcó que con el inicio del programa Alimentos Ancestrales se abre “una oportunidad para que miles y cientos de miles de pequeños productores de la Agricultura Familiar Campesina puedan producir estas maravillas. Que el changle, el merkén, el piñón, la miel, los digüeñes, el chupón y muchas cosas más, puedan llegar a la mesa de todos los hogares chilenos y, algún día, de todos los hogares del mundo. Necesitamos una vida más sana y es bueno recurrir a la sabiduría milenaria del pueblo mapuche”. 

“Estamos combinando una nueva oportunidad de desarrollo para la Agricultura Familiar Campesina y una nueva oportunidad para que todos los chilenos podamos elegir vivir más sano. Estamos muy contentos de lanzar este proyecto que representa lo mejor de nuestros pueblos originarios: su sabiduría, su cultura, su tradición. Viva la agricultura campesina, vivan los productos ancestrales del pueblo mapuche”, comentó.

Cifras entregadas por el programa Elige Vivir Sano, señalan que el 75% de los adultos de la población chilena son obesos o tienen sobrepeso; en tanto, el 52% de los escolares está en igual condición. El rescate de los productos alimenticios de nuestros pueblos originarios puede ser de utilidad para enfrentar este problema.

En ese sentido, el ministro de Agricultura, Antonio Walker destacó que “dentro de las líneas de acción que tendrá el proyecto está el crear sello productos ancestrales mapuches para usuarios de INDAP e incorporar los productos a canales de comercialización y apoyar con programas de Fomento productivo impulsados por el Minagri”, quien agregó que “este proyecto junto a Elige Vivir Sano permite lanzar estos alimentos saludables, todos productos ancestrales que  ya vamos a tener la oportunidad de consumirlos, comerlos y degustarlos”.

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El director nacional de INDAP señaló que el inicio de este nuevo programa gubernamental es parte de las numerosas acciones que impulsa el gobierno en beneficio de la ciudadanía y en las que INDAP tiene un rol central. “Todos estos productos provienen fundamentalmente de la Agricultura Familiar Campesina, de los pueblos originarios, del pueblo mapuche, que históricamente los han cultivado. INDAP los ha apoyado para ir mejorando sus producciones e ir perfeccionando sus cultivos. Ahora lo que queremos es potenciar estos productos que son ancestrales, como dijo el Presidente, visibilizarlos y que puedan vincularse con el mercado. Queremos que puedan llegar a las cadenas de supermercados, a los Mercados Campesinos y otras instancias de comercialización”, expresó.

“Cada día más, la gente valora el consumo de alimentos saludables. Los productos ancestrales lo son. Vamos a seguir trabajando en este gran proyecto que hoy el Presidente ha anunciado y que va a favorecer fundamentalmente a los pueblos originarios, a la cultura mapuche, a la Agricultura Familiar Campesina. INDAP está para acompañarlos y para apoyarlos en este proyecto”, destacó Carlos Recondo.

Emilio Sepúlveda Marileo es productor de frutillas y usuario de INDAP. Comentó que paso a paso sus propósitos se van concretando: “el sueño como familia y como pueblo mapuche es entregar cosas al mercado y ofrecerle calidad; productos realmente naturales”. Al referirse al trabajo recibido desde las instituciones gubernamentales, agradeció el apoyo del Estado chileno. “INDAP nos están asesorando y apoyando. Si no tuviéramos ese pilar que es INDAP, no podríamos subsistir. Detrás de nosotros hay una familia, detrás de nosotros hay hijos que sacar adelante, que educar. Esto significa que el Estado a nosotros nos escucha y nos va asesorando con recursos”, cerró.

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Para graficar de mejor manera este proyecto, INDAP montó un Mercado Campesino de INDAP con la participación de usuarios atendidos por este servicio del agro. Los productores exhibieron distintos productos y alimentos que forman parte de su dieta alimentaria: piñones y sus distintas presentaciones, papas, merkén frutillas, vinagre de manzana, café de trigo, merkén, changles, entre otros. También tomaron parte de este recorrido la ministra de ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, sus pares de Interior, Rodrigo Delgado, y de Economía, Lucas Palacios, entre otras autoridades sectoriales, regionales y comunales.

 

INDAP y Universidad Católica presentan resultados de estudio sobre organizaciones campesinas

A través de un seminario online desarrollado durante la tarde de este martes, INDAP y el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica de Chile, presentaron los resultados del estudio Organizaciones Campesinas en Chile: Caracterización, Contribuciones y Desafíos. 

En la actividad, encabezada por el director nacional de INDAP, Carlos Recondo y por la subdirectora del Centro UC de Políticas Públicas, Carmen Vergara, se presentaron las principales conclusiones de esta investigación que buscó identificar el trabajo que realizan las organizaciones campesinas de representación nacional en los territorios en los que operan, sus principales actividades, los beneficios percibidos por sus miembros, así como los aspectos facilitadores y obstaculizadores de su quehacer. Un segundo objetivo fue identificar el uso que estas agrupaciones hacen del Programa de Gestión y Soporte Organizacional (Progyso) de INDAP.

El estudio fue ejecutado por profesores y académicos de esta unidad de investigación de la UC y consideró entrevistas a 40 dirigentes, socios e integrantes de 15 organizaciones campesinas de siete regiones de nuestro país (Coquimbo, Metropolitana O’Higgins, Ñuble, La Araucanía, Los Ríos y Aysén) que durante 2018 y 2019 recibieron recursos del Progyso. Tras su ejecución se identificaron los principales desafíos y aspectos necesarios de reforzar en la ejecución de su trabajo.; el estudio también presenta una síntesis del trabajo de las organizaciones campesinas de representación nacional y local, además de una propuesta de metas a promover y monitorear por parte de INDAP.

La investigadora a cargo de este estudio, María Paz Sagredo, presentó los aspectos metodológicos y conclusiones del trabajo. “Potenciar el buen trabajo de las organizaciones campesinas y su vinculación en actividades y políticas de desarrollo rural, contribuye a mejorar la calidad de vida y la permanencia de los habitantes de estos territorios, quienes realizan un aporte fundamental al desarrollo del país”, destacó.

Comentaron los resultados de esta investigación el ministro de Agricultura, Antonio Walker; la académica de la Escuela de Trabajo Social de la UC, Paula Miranda; el presidente del Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile (Mucech), Orlando Contreras; y la presidenta de la Asociación Gremial de Mujeres de la Patagonia, Guillermina Miranda.

En opinión del director nacional de INDAP, el estudio permite enfrentar el desafío de fortalecer la relación con las Organizaciones Campesinas e Indígenas que son parte de INDAP. “Es una herramienta que contribuye a la construcción de una mirada actualizada y participativa de las organizaciones que participan en el Programa de Gestión y Soporte Organizacional, el Progyso”, señaló.

“Contar con la experiencia y el amplio reconocimiento del Centro de Políticas Públicas UC y la ejecución de un estudio participativo que integra la mirada desde los dirigentes, desde las organizaciones locales, regionales y nacionales, nos hace proyectar la tarea de profundizar la participación de la Organizaciones Campesinas e Indígenas, tanto en los espacios de la propia de la institución, como en los del ministerio de Agricultura y sus interrelaciones con entidades públicas y privadas, bajo la mirada integral de la Política Nacional de Desarrollo Rural”, dijo. Agregó que este trabajo puede ser la primera de muchas otras contribuciones que motive a otras instancias a desarrollar estudios y acciones específicas que profundicen en estas materias.

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Por su parte, el ministro de Agricultura al referirse al estudio y sus conclusiones expresó que “es un tremendo aporte a la creación de políticas públicas para poder servir mucho mejor a nuestro país”. Enfatizó la importancia de las organizaciones campesinas en Chile, del trabajo de sus dirigentes en los distintos territorios rurales, donde viven poco más de cinco millones de personas.

Para Orlando Contreras, presidente de Mucech, la realización de este trabajo es una decisión acertada por parte de INDAP porque permite empatizar con el mundo rural y mostrar una realidad desconocida para muchas personas. “El gran potencial de este estudio es demostrar que estamos ahí y nos puso en perspectiva”, expresó. “El Estado genera políticas públicas y la sociedad rural necesita un canal de comunicación, un puente. Ahí las organizaciones campesinas cumplen un rol social", comentó.

Una de las conclusiones principales de esta investigación es el valor público del trabajo de las organizaciones campesinas: contribuyen desde distintas esferas al desarrollo de la ruralidad: en los ámbitos social, económico, medioambiental y de cultura e identidad rural. Además, logran canalizar información de importancia y utilidad para el mundo rural y la creación de políticas públicas adecuadas y pertinentes a su contexto, generan cohesión social en el territorio permitiendo a las comunidades una mayor capacidad de incidencia sobre sus formas de vida. Finalmente, en el contexto actual de crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID 19, las organizaciones campesinas han cumplido un rol clave, manteniendo la producción y contribuyendo a la seguridad alimentaria.

 

Productores campesinos participan con récord de 151 vinos en concurso Catad'Or Wine Awards

Con un récord de 151 etiquetas participan este año 81 pequeños productores de vinos campesinos de INDAP en la vigésimo quinta edición del concurso internacional Catad’Or Wine Awards, que se realiza en el Hotel Cumbres Lastarria desde esta semana y que el próximo lunes 16 dará a conocer a los ganadores de las distintas categorías en una ceremonia vía streaming.

Los vinos que concursan en esta edición en la categoría Vinos Ancestrales Campesinos van desde el pintatani del Valle de Codpa, en la Región de Arica y Parinacota, hasta el pinot noir del Valle de Cautín, en La Araucanía, pasando por vinos de altura de Atacama y cepas tradicionales de la zona centro-sur. Las regiones con más etiquetas en competencia son Ñuble (82), Maule (27), O’Higgins (15) y Biobío (13).

En la versión 2019 del certamen tomaron parte 39 pequeños vitivinicultores, con 85 vinos, logrando cinco medallas de oro y tres de plata. En la ocasión se consagraron dos productores de la comuna de Ránquil, Provincia de Itata, con los trofeos Mejor Vino Ancestral Campesino y Mejor Espumante Ancestral: Joel Neira, de Viña Piedras del Encanto, por su Mezcla Tinta 2018, y Elita Fierro, de Viña Doña Elita, por Doña Elita Brut Cinsault 2018.

Según el director nacional de INDAP, Carlos Recondo, la importante participación de productores campesinos refleja que, pese a la pandemia del Covid-19, la producción agrícola no se ha detenido en ninguno de sus rubros, y que la institución no ha dejado de apoyar su desarrollo productivo.

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Para Pablo Ugarte, CEO de Catad’Or, la categoría de vinos campesinos “consolida una oferta con fuerte identidad cultural y territorial y una colaboración del rescate patrimonial que es fruto del trabajo que venimos realizando con INDAP”.

El concurso Catad’Or Wine Awards, que se realiza sin interrupciones desde 1995, es el más antiguo de América Latina y un referente continental para las industrias del vino, el pisco y los espirituosos. Este año el país invitado es Eslovaquia, cuya tradicional copa Rona será usada en forma oficial para las degustaciones, y como Denominación de Origen se destacará al Valle del Cachapoal, Región de O’Higgins.

El jurado está compuesto por 45 expertos nacionales y extranjeros, quienes evaluarán las muestras en catas a ciegas (solo pueden ver el color y acceder a información como el contenido de azúcar, la añada y la crianza). Estas jornadas contarán con comisarios de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la Unión Internacional de Enólogos y la Federación Internacional de Grandes Concursos de Vinos y Licores (Vinofed).

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Pablo Ugarte destacó que en esta versión aniversario por los 25 años del concurso se registró un récord histórico de convocatoria, con un crecimiento de 38% respecto de 2019 y con 940 muestras (83% de Chile) de 295 empresas, 14 países y 69 Denominaciones de Origen.

Otra novedad del Catad’Or 2020 es que las medallas que se entreguen destacarán la puntuación de los vinos, para así incorporar esta información a las botellas.  

Más información en www.catador.cl.

Emprendedores campesinos de Ñuble venden sus productos en Mall Arauco Chillán

Como una forma de contribuir a potenciar las ventas de los pequeños productores agrícolas, INDAP Ñuble habilitó un Mercado Campesino en el Mall Arauco Chillán con la participación de 11 emprendedores de diferentes comunas de la región.

Entre los feriantes estuvo Pablo Gutiérrez, artesano chupallero de Ninhue, para quien este espacio comercial significó una gran oportunidad de comercialización. “Debido a la pandemia las ventas habían andado bastante flojas; desde el año pasado que lo veníamos pasando mal, así que estoy muy agradecido de INDAP y el mall por habernos dado esta vitrina”.

Natividad Lagos, artesana en lana de oveja de Chillán Viejo, quien ofreció vellones, pieceras, bolsos, guantes y artículos navideños, también se mostró agradecida: “creo que fue una buena iniciativa para poder vender nuestros productos. En lo personal, quedé muy satisfecha y espero que se sigan realizando estos mercados en la región”.

“Como institución estamos preocupados de buscar instancias que nos permitan visibilizar a los pequeños agricultores y mejorar su comercialización. Fue por esta razón que habilitamos este Mercado Campesino en el Mall Arauco Chillán, que permitió que 11 usuarios pudieran vender sus productos y obtener un repunte económico esta temporada”, dijo la directora regional de INDAP, Tatiana Merino Coria.

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También agradeció al centro comercial, “que de forma gratuita facilitó un espacio para nuestros productores. Como INDAP, seguiremos buscando alternativas que permitan replicar instancias como ésta, que contribuyan a fomentar la comercialización de productos campesinos”.

Juan Carlos Molina, seremi de Agricultura, resaltó que, pese a la crisis sanitaria, la actividad en el campo no ha parado, y valoró el trabajo de INDAP para mejorar los ingresos de sus usuarios. “Nos sentimos orgullos y contentos de ir, paso a paso, retomando el trabajo para que nuestros pequeños productores lleguen con sus diferentes productos a la comunidad y así mejoren su calidad de vida”.

El center manager de Mall Arauco Chillán, Christian Fernández, manifestó que “nuestro centro comercial entiende el impacto que la pandemia ha tenido en todos los sectores económicos, por lo que nos parece prioritario apoyar el sector rural y campesino de nuestra zona, brindando una vitrina para que pueda mostrar y vender sus productos. Quedamos muy contentos de haber podido continuar con esta relación con INDAP, la que nos permitió acercar a nuestros clientes los productos campesinos más típicos de Ñuble”.

Trece productores agrícolas de Salamanca recibieron maquinaria para modernizar su trabajo

El uso de tecnología en el sector agropecuario hoy es una necesidad, por el ahorro de tiempo, la reducción del trabajo físico y el aumento de la producción. Con ese objetivo, INDAP benefició con motocultivadores, chipeadoras, pulverizadoras de carretilla, motoimplemento y centrifuga eléctrica, entre otras maquinarias agrícolas, a 13 usuarios de los programas PADIS y Prodesal de Salamanca.

La inversión ascendió a $15 millones y fue financiada a través de Incentivos al Fortalecimiento Productivo (IFP). Según el director de INDAP Coquimbo, José Sepúlveda, esta medida refleja que la institución acompaña el desarrollo de los agricultores. “Como dice nuestro ministro de Agricultura, Antonio Walker, la agricultura no puede parar e INDAP tampoco lo hará”, dijo.

Uno de los beneficiados fue Gumercindo Segura, quien agradeció la entrega de herramientas para fortalecer su labor. “Me beneficié con una pulverizadora y me siento feliz y contento por el apoyo de INDAP y del programa Prodesal, sin ellos los campesinos prácticamente no podríamos surgir”, expresó.

“El campo no ha parado y eso se reconoce y se valora, por eso debemos seguir apoyándolo, tanto con INDAP y con la Comisión Nacional de Riego (CNR), y no solo los servicios del agro, sino también otros ministerios. Éste es un trabajo en conjunto, porque sacar adelante al mundo rural se logra en equipo”, enfatizó el seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes.

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El alcalde de Salamanca, Fernando Gallardo, dijo que “estamos muy contentos de entregar este aporte, que es muy beneficioso, porque sin este tipo de ayuda es muy difícil que los campesinos puedan seguir produciendo en forma óptima. Esperamos seguir trabajando con nuestro equipo técnico, que ha hecho un muy buen trabajo”.

A través de esta iniciativa se busca fortalecer a las empresas familiares rurales, modernizando e innovando sus procesos productivos, tal como señala el programa de gobierno del Presidente Piñera. En ese sentido, el gobernador de Choapa, Juan Pablo Gálvez, indicó que esta ayuda llega a facilitar la vida de los campesinos, porque “son personas de esfuerzo que requieren un apoyo para seguir saliendo adelante”.

Por estar la comuna en Fase 4, la entrega de maquinaria agrícola se realizó con una actividad en terreno que contó con todos los protocolos sanitarios indicados por el Ministerio de Salud.

A estos 13 productores que recibieron maquinaria se suman otros 86 productores beneficiados con el IFP en Salamanca, lo que suma una inversión total cercana a los $100 millones de parte de INDAP.

Capacitan a jóvenes rurales de la Región de Valparaíso en deshidratación de frutas y verduras

El secado es un método de conservación de alimentos que ha sido practicado desde la antigüedad. Se trata de un proceso en el cual se elimina prácticamente la totalidad del agua de una verdura o fruta mediante el calor sin alterar sus nutrientes, vitaminas y minerales y concentrando su sabor. La deshidratación no solo es útil para alargar la vida de alimentos, sino que también facilita su almacenaje, transporte y manipulación.

Esto fue parte de lo que aprendió un grupo de jóvenes rurales de la Región de Valparaíso, usuarios INDAP, que bajo la modalidad online participaron en el Taller de Deshidratación de Alimentos impartido por la Escuela de Alimentos de la PUCV como parte de los talleres virtuales 2020 que lleva adelante la Mesa de Jóvenes de INDAP.

La actividad tuvo como objetivo orientar entregar conocimientos generales para una adecuada deshidratación de frutas y verduras y promover buenas prácticas en el acondicionamiento de las materias primas, el control de los factores de procesos, el envasado y la comprensión de los requisitos de rotulación de los productos finales elaborados.

Proyectos agrícolas

“A mí me encantó la capacitación y aprendí un montón. Como soy apicultora, tenemos árboles y perdíamos mucha fruta, entonces esta idea del taller me pareció súper buena y ya empezamos a construir un deshidratador. Con mi familia estamos entusiasmados; habíamos practicado, pero nos faltaba la parte técnica que aprendimos ahora”, comentó Natalia Sobarzo (35), de Catemu.

Wladimir Apablaza (22), de Calle Larga, afirmó que el taller le sirvió para complementar el proyecto de sustentabilidad que está llevando adelante. “Me gustó, porque me va a permitir perfeccionar el enfoque que le estoy dando a la avicultura con un proyecto de forraje verde hidropónico que apunta a lo agrosustentable. La idea es alimentar a las aves con alimento verde deshidratado en tiempos de invierno y más adelante quiero hacerlo pellet y agregarlo al alimento”, dijo.

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El taller permitió conocer además los requisitos de higiene, etiquetado y uso de preservantes que se deben aplicar en la elaboración de productos deshidratados hortofrutícolas (de acuerdo a la legislación vigente), técnicas de envasado, envases apropiados y condiciones de almacenamiento, así como la línea de proceso y equipos para la elaboración de estos productos.

Asimismo, los jóvenes conocieron los tipos de deshidratación, ventajas y desventajas del proceso, características físico-químicas de las materias primas hortofrutícolas y de los alimentos finales deshidratados, entre otras materias.

“Los jóvenes están entre los lineamientos estratégicos de INDAP. Hemos focalizado recursos para apoyarlos y fortalecer sus ideas de negocio. Nuestro objetivo es que se queden en el campo y para eso estamos entregando herramientas que les permitan mejorar sus emprendimientos”, expresó el director de INDAP Valparaíso, Fernando Torregrosa.

Con 89 años Ena Villa saca adelante su proyecto hidropónico junto a hija y nieta en Santa Juana

Ena Villa (89) ha dedicado toda su vida al trabajo agrícola en la comuna de Santa Juana, Región del Biobío. Actualmente vive en el sector San Jorge, en el kilómetro 61,2 de la Ruta de la Madera, junto a su hija Rosa Neira (60), su nieta Catalina Guevara (33), el esposo de Catalina, Sergio Cuevas (32), y los hijos de la joven pareja.

En 1989 Ena ingresó al Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP, donde comenzó a recibir asesoría técnica y recursos para mejorar sus cultivos en tierra e hidropónicos. Junto a ella siempre ha estado su familia ayudándola en la labores del campo, especialmente este último año en que su salud no ha estado bien. La idea de establecer invernaderos con hidroponía surgió hace tres años gracias a su nieta Catalina, quien la impulsó a levantar un invernadero con hortalizas en agua en una nave de 11x5 metros.

Rosa Neira, hija de Ena, cuenta que en un comienzo cometieron varios errores, ya que desconocían el manejo adecuado, pero luego de intentarlo varias veces lograron producir sus primeras lechugas de la variedad Isabella. “En un principio sacábamos 350 lechugas para consumo y venta local, ya que no todos conocían las lechugas hidropónicas”, dice.

A poco andar, a través de INDAP accedieron a un Incentivo para el Fortalecimiento Productivo (IFP) por 1 millón 300 mil pesos para insumos y materiales para la construcción de un invernadero metálico de 5,5 x 24 metros, donde actualmente sacan 1.900 lechugas hidropónicas, que se suman a las 500 que producen en el invernadero más pequeño. Además están produciendo una variedad de col asiática llamada pak choi, muy utilizada en salteados de verduras.

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Catalina Guevara indicó que decidieron bautizar el emprendimiento como Doña Ema Hidroponía (:+56 9 9614 0998, cultivosema@gmail.com) y no usar el nombre Ena, debido a que se prestaba para confusiones a la hora de difundir y vender. Añade que la comercialización la realizan en el sector San Jorge, con reparto a domicilio en Santa Juana y en locales de comida rápida y delivery en Concepción y Chiguayante. El encargado de venta es Sergio Cuevas, esposo de Catalina, quien además está a cargo de la difusión en redes sociales.

La implementación del proyecto hidropónico, además de otros cultivos al aire libre, tiene un aporte monetario por parte del grupo familiar así como también de INDAP, a través de la asesoría técnica del Prodesal, incentivos y créditos.

El director de INDAP Biobío, Odín Vallejos, quiso conocer este proyecto en terreno, considerando que lo habían invitado hace algunos meses y no se había podido concretar la visita producto de la pandemia. “Este emprendimiento familiar fusiona la experiencia de la señora Ena con la energía y visión de Rosa, Catalina y Sergio, demostrando que con perseverancia y utilizando correctamente los incentivos y asesoría se pueden hacer grandes cosas”, indicó.

La visita a Doña Ema Hidroponía contó además con la participación del equipo técnico del Prodesal de Santa Juana, funcionarios municipales y el jefe del Área Concepción, Mauricio Benavente.

500 pequeños agricultores de Longaví aseguran riego con la rehabilitación de tres tranques

Pequeños productores de las localidades de La Sexta, San José y Paine, comuna de Longaví, Región del Maule, inauguraron la rehabilitación de sus tranques de acumulación y aseguraron así el riego en sus predios.

Con la participación del director regional de INDAP, Óscar Muñoz; el seremi de Agricultura, Luis Verdejo; el diputado Ignacio Urrutia, y el presidente del Consejo Regional, Rafael Ramírez, se realizó la inauguración de la rehabilitación de los tranques El Carmen La Sexta, San José y San Martín, los que contaron con el financiamiento del Programa de Riego Asociativo (PRA) de INDAP.

Oscar Muñoz indicó que las obras de rehabilitación de estos tranques ex CORA, de regulación o acumulación nocturna, permitirán recuperar la capacidad productiva de los suelos, con una mayor acumulación del agua, y asegurarán el riego de los cultivos de los pequeños productores. “En esta oportunidad se trata de tres obras por un monto de $77 millones en incentivos de y que benefician a cerca de 500 pequeños agricultores”.

El seremi Luis Verdejo destacó la importancia que el gobierno del Presidente Piñera le ha dado al riego. Dijo que el Maule es una región que ha recibido cerca de 27 millones de dólares para la ejecución de obras de riego entre este año y 2022, donde se focalizarán recursos para todos los agricultores, incluidos los pequeños agricultores, que como en este caso han logrado mejorar sus tranques.

En el caso del mejoramiento del tranque El Carmen La Sexta, ubicado en el sector La Sexta, éste beneficia a un total de 151 agricultores dedicados principalmente a los rubros de berries y cultivos tradicionales. La superficie total que es regada con agua del tranque alcanza a 114,1 hectáreas y el volumen de almacenamiento de agua llega a 40.753 metros cúbicos.

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En este tranque se hizo el mejoramiento del talud interior del muro del lado este en una longitud de 250 metros, el que se revistió con geomembrana de 1 mm de espesor con la finalidad de eliminar las filtraciones de agua. El costo total del proyecto fue de $29.607.385 y recibió un incentivo de INDAP de $23.685.908.

En el tranque San José se realizó un desembanque con la extracción de 4.483 metros cúbicos de material sedimentado, aumentando en 14,4% el volumen de agua acumulada, alcanzando los 32.150 metros cúbicos y abarcando una superficie de riego de 442,9 hectáreas. La obra beneficia a 104 agricultores y recibió un incentivo de $24 millones más un aporte de los regantes de $6 millones.

En Paine se efectuaron las obras de desembanque del tranque San Martín, que beneficia a un total de 240 agricultores, con una superficie total regada de 474 hectáreas. El proyecto consistió la extracción de 5.082 metros cúbicos de material sedimentado, con lo que el volumen total del tranque llega a 41.831 metros cúbicos. El costo total de la iniciativa alcanzó los $33.184.736, de los cuales $29.866.262 corresponden al incentivos de INDAP.

Artesana chilota Raquel Aguilar recibió el Sello de Excelencia por sus "caracoles de quilineja"

La cestera campesina y usuaria de INDAP Raquel Mariela Aguilar Colivoro (38), de la comuna de Quellón, fue galardonada con uno de los diez Sellos de Excelencia a la Artesanía Chile de este año por su obra “La Marisca de Caracoles”, conjunto de cuatro piezas elaboradas en fibra de quilineja, inspirada en la recolección de estos moluscos para el sustento de los habitantes del Archipiélago de Chiloé.

El premio es entregado desde 2008 por el Comité Nacional de Artesanía, que integran el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Pontificia Universidad Católica de Chile, y cuenta con el patrocinio de la Oficina Unesco en Santiago. Su objetivo es distinguir a los creadores según criterios de excelencia, innovación, autenticidad, respeto por el medio ambiente y potencial de comercialización.

La artesana vive en el sector Yaldad junto a sus padres, él carpintero y ella dueña de casa, además de agricultores; su esposo Cristian Pizarro, “un chilote de Castro que está aprendiendo a trabajar la tierra”, y su perro-hijo Pangue. El grupo familiar se dedica al cultivo de acelgas, papas y ajos chilotes y también a la recolección de choritos.

Raquel comenzó en la artesanía hace 18 años. Partió con la lana, luego siguió con fibras vegetales como ñocha, manila y junquillo y ahora está dedicada a la quilineja, la que conoció en el colegio a través de sus profesores, cuando analizaron cómo las generaciones anteriores habían perdido su lengua huilliche, costumbres y muchas tradiciones.

“Como parte de esa actividad usamos quilineja para hacer una pelota de linao, un deporte similar al rugby que antaño practicaban los hombres para que emergiera el espíritu guerrero y quedaran los más fuertes en el juego. Ése fue mi primer acercamiento con la quilineja”, cuenta la artesana.

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Rescate de una tradición

En 2002 realizó su primer trabajo con esta fibra, un traje del mitológico Trauco a escala humana, y luego siguió con figuras de ballenas, flores nativas, gallinas kollonka, caracolas y canastas de papas. Todo lo ha hecho en forma autodidacta, lo que -según dice- “me ha servido mucho, porque no copié nada y todo ha nacido desde lo profundo, con ensayo y error. Las demás fibras son más sencillas de trabajar y me sirvieron de base”.

Hoy es la única que realiza este tipo de tejido en Quellón. “Me enamoré de esta fibra porque es un producto noble, bello y oculto, que no se humedece ni se decolora. Es difícil de tejer y también de hallar, porque crece en los bosques más antiguos, por sobre los 100 años, y trepa por los fustes de árboles grandes, como la luma, el laurel, la tepa y el canelo”, dice Raquel.

Cuenta que recolecta la materia prima en un sector de Yaldad ubicado a 20 minutos en vehículo y luego media hora de caminata desde su casa. Lo hace con respeto a la naturaleza, con una luna perfecta y después de un día de lluvia. La fibra obtenida la comienza a tejer de inmediato para aprovechar su flexibilidad, labor que realiza completamente a mano. En verano trabaja en una pieza-taller y en invierno, en la cocina cerca del fuego.

En 2018 se integró a un proyecto de rescate de la quilineja y hoy varias de sus piezas están en Museo Regional de Ancud. Antiguamente esta fibra, por ser larga y resistente al agua y la lluvia, se usaba para hacer sogas, lazos y canastas. “Mis abuelos la tejieron, pero la generación de mis padres no lo hizo y yo tuve la inquietud de retomar la tradición”, comenta Raquel.

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Para hacer “La Marisca de Caracoles” que le valió el Sello de Excelencia dice que se inspiró “en una actividad cotidiana de la zona que es ir al borde del mar a recolectar mariscos para la alimentación: almejas, choritos y los caracoles, que me gustan por su forma bella y diferente. Hay mochuelos o palo-palo, negros y picuyes, este último más difícil de encontrar porque está en aguas profundas”.

El trabajo consta de cuatro caracoles de distintos tamaños -el más grande de 50 centímetros de largo y el más pequeño, de 13-, tejidos con fibras de diferente grosor y con técnicas tradicionales.

En su postulación al Sello Raquel contó con el apoyo de la directora del Museo Regional de Ancud, Marijke van Meurs Valderrama, y el encargado nacional de Artesanía de INDAP, Saúl Pérez, quienes patrocinaron su trabajo.

Un orgullo para Quellón

La ceremonia de entrega del Sello de Excelencia a la Artesanía Chile 2020 se hizo en forma virtual y fue encabezada por la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés. En esta versión también recibieron menciones honrosas las usuarias de INDAP Mariela Medina, de Colbún, por la obra de cestería “Conjunto Primera Comunión”, y Victoria Gallegos, de Chillán, con “Cantora y Tañador”, en cerámica negra.

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Este año se recibieron 204 postulaciones al Sello y los diez seleccionados obtuvieron un premio de $1.000.000, un certificado que avala la autenticidad de sus obras, la invitación preferente a ferias, la venta de sus trabajos en las tiendas de Artesanías de Chile y la postulación al Reconocimiento de Excelencia para Artesanías del Mercosur, entre otros beneficios.

El director nacional de INDAP, Carlos Recondo, felicitó a Raquel por su premio y por representar el talento y la cultura de Chiloé: “Como institución estamos muy contentos y orgullosos por ella, que comparte las actividades de la agricultura y el mundo rural en el lejano Quellón con este talento propio que es la artesanía en quilineja”.

Emprendedora de El Quisco se suma al delivery: licores artesanales, huevos y arrollado huaso

Si alguien sabe de emprender y reinventarse, ésa es Luz Eliana Azócar, usuaria del Programa de Turismo Rural de INDAP que se dedica desde hace más de 20 años al agroturismo en San Francisco del Totoral, antiguo pueblo colonial de la comuna de El Quisco donde las familias se han organizado para rescatar las tradiciones y costumbres campesinas.

Su primera incursión en estas lides fue con el restorán El Quincho, que ofrece comida tradicional chilena y que instaló junto a otros cinco socios (todos usuarios INDAP) en el año 2000. El proyecto fue todo un éxito hasta la llegada de la pandemia a Chile, en marzo pasado, que los obligó a bajar las cortinas del local.

Ahora, a casi ocho meses del cierre, la provincia de San Antonio se encuentra en fase 3 y se aprestan a reabrir para ofrecer sus imperdibles arrollado huaso, costillar, pernil, conejo escabechado, empanadas y otras preparaciones, con todas las medidas que exige la autoridad sanitaria.

“Empecé en 1998 viendo la factibilidad de un emprendimiento de turismo rural y de ahí nació el restorán, que es una sociedad que da trabajo a personas de la localidad. Ofrecemos comida típica y aparte de eso cada uno de nosotros tiene su propio emprendimiento”, cuenta Luz Eliana.

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Mermeladas y licores

En estos años Luz Eliana no sólo se dedicó al restorán, sino que, con el apoyo de su familia, también incursionó en otros rubros. Aprovechó el conocimiento y la experiencia que le transmitieron sus padres y abuelos y se dedicó a la elaboración de mermeladas y conservas, entre las que destacan las de alcayota, frutilla, frambuesa, durazno, papaya, membrillo y naranja, además de los licores de frutas y las hierbas medicinales y aromáticas, como menta, boldo y cedrón, “que le dan consistencia y sabor al licor”, apunta.

Las pastas, arrollados de cerdo y últimamente la producción de huevos de gallina libre son otros de los productos que ofrece en el local que tiene junto a otros emprendedores en la plaza de El Totoral. “Tengo un puesto establecido, pero el flujo de público había bajado al igual que nuestras ventas, así que en estos meses me reinventé y ahora soy yo la que voy a las casas de mis clientes con reparto a domicilio, lo que me ha permitido salir adelante. Eso sí, poco a poco están llegando más visitantes a El Totoral”, confiesa.

Reparto a domicilio

Los huevos, dice la emprendedora, han tenido gran venta en este período, no por nada ya tiene cerca de 600 gallinas. Con créditos de INDAP amplió su gallinero e instaló cortinas automatizadas con sistema programado y sensor de temperatura para su cierre y apertura. “Ellas tienen que estar a cierta temperatura, porque si no dejan de poner. La venta de huevos ha sido el boom, en realidad, porque la gente está consumiendo más que antes. Para el resto de los productos tengo mi sala de procesos con resolución sanitaria y ahí hago los arrollados, mermeladas y todo lo demás”, dice.

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Aunque como empresa familiar se han visto afectados por la pandemia, Luz Eliana dice que clientes no le han faltado. Tampoco el apoyo de INDAP, que le ha permitido continuar con capacitaciones y asesorías: “He sido bendecida por la gente, porque se pasan el dato y casi no he dado abasto. Mis principales puntos de venta están en Casablanca, Viña del Mar, Valparaíso y Santiago, y cumplimos con todas las medidas sanitarias para la tranquilidad de los clientes”.

“Estamos apoyando a nuestros usuarios para enfrentar esté difícil período que vivimos producto de la sequía y la crisis sanitaria, con herramientas que les permitan continuar con sus procesos. Esta emprendedora es un ejemplo de ello, ya que tiene el apoyo de INDAP, que se suma a su trabajo y esfuerzo personal”, expresó el director regional de la institución, Fernando Torregrosa.