Con el objetivo de contar con un trabajo enfocado en el conocimiento ancestral y el uso eficiente de especies vegetales nativas, que permitan su uso para tinción en la artesanía textil, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) celebraron la firma de un convenio en la región de Tarapacá.

La actividad se realizó en Colchane, donde las protagonistas fueron las artesanas de la Agrupación Aymar Warmi, que desarrolla esta práctica conexa a la agricultura familiar campesina e indígena y que precisamente trabaja con especies nativas vegetales como el tolar y el bofedal o pajonal y las usa para sus procesos de tinte en los tejidos en lana de alpaca.

La firma del convenio fue encabezada por los directores regionales de ambos servicios, Natalia Ortega por parte de Conaf y Felipe Martínez, de INDAP.

De esta manera, las artesanas tendrán un apoyo directo de los servicios del agro para el manejo de especies nativas vegetales, en cuanto a sus procesos de cultivo y uso, permitiendo con ello el teñido de las fibras camélidas que se trabajan para elaborar artesanías con las tonalidades propias de la cultura aymara.

Irene Vilches Mamani, artesana textil y representante de la Agrupación Aymar Warmi, de Colchane, tuvo palabras de tranquilidad y fuerza para las demás artesanas, ya que –dijo– “este convenio será un apoyo para trabajar con el uso de estas yerbas que necesitamos en nuestro trabajo con los tintes. Yo me siento contenta de que nos consideren en estas cosas, a las mujeres que vivimos acá y que trabajamos con nuestras yerbas y artesanía”.

Para las autoridades de Conaf e INDAP la firma de este proyecto piloto, que se extenderá hasta diciembre del presente año, pudiendo ser prorrogable, permitirá no solo estandarizar técnicas de propagación de especies nativas de la localidad de Enquelga, sino además incorporar transferencia de conocimientos, capacitaciones y colaboraciones que sean necesarias entre ambas instituciones, con un beneficio directo al piso ecológico con que cuenta Tarapacá en el altiplano.

Natalia Ortega detalló que con esta alianza "se les facilitará a las artesanas un vivero en Enquelga para su uso durante el año y se les apoyará en la selección de especies con potencial para su uso en tinción". Destacó que "esto es un trabajo relevante para ellas, ya que pueden contar con nuestro acompañamiento técnico e inducción en temáticas de colecta de semillas o esquejes, trabajo de sustratos de producción, cuidados en vivero, siembra, mantención de inventario de plantas, riego, fertilización, control de plagas y enfermedades entre otros”.

Por su parte, Felipe Martínez expresó su satisfacción por esta firma, ya que “además de acompañar a las artesanas usuarias de INDAP, estamos dando cumplimiento al objetivo de velar por el cuidado del medioambiente, con un modelo de intervención resiliente y con protocolos de producción de especies”.

Ana Riquelme, profesional de apoyo de la Unidad de Fomento de INDAP Tarapacá y coordinadora del proyecto, sostuvo que la idea es “fortalecer los mecanismos de organización productiva de las artesanas textiles, dando espacio a la transformación participativa y asociativa”.

La cooperación entre INDAP y Conaf, en palabras del seremi de Agricultura, Eduardo Justo, viene a representar un apoyo a la labor que realizan las tejedoras aymara: “Como ministerio estamos entregando un respaldo constante al trabajo asociativo, así como a la labor que realizan las mujeres indígenas en apoyo a sus familias. Nuestro Gobierno se reconoce feminista y en ese aspecto este convenio se suma a otras acciones que hemos tomado para apoyar a las artesanas textiles con más espacios de comercialización y reduciendo la brecha digital en la venta de sus productos”.

En el Callejón Peumo, sector Quiñipeumo de la comuna de Maule, las flores son parte del paisaje y uno de los principales rubros que desarrollan varios agricultores y agricultoras de la zona. Una de ellas es Valeria González Valenzuela, una heredera del amor por las plantas y que trabaja junto a su familia en este rubro.

Fue su abuelo quien partió con la floricultura. Lo siguieron sus padres quienes siguen apoyándola a ella y a sus hermanos en todas las faenas que involucran la producción y la venta de las flores. “Esto parte como una herencia de familia, porque desde mi abuelo que cosechábamos flores y nosotros fuimos viendo todo lo que él hacía y aprendiendo. Después se dedicó mi papá, así que ahí también con él, trabajando hasta ahora”, cuenta Valeria.

Hoy su padre y su hermano preparan el suelo, plantan y hacen las labores de terreno, en tanto ella y su hermana se dedican a la poda, a la cosecha de las flores, a la venta y los arreglos florales.

Poseen cerca de un cuarto de hectárea exclusivo para flores al aire libre y bajo plástico, entre ellas crisantemos de diversos colores, maules, astromelias y lilium, entre otras. Además, poseen otro terreno de más de 3 hectáreas y media donde también poseen flores, pero realizan otros cultivos como las papas.

Con apoyo de INDAP y del Programa de Desarrollo Local (Prodesal), esta agricultora ha logrado importantes mejoras en su unidad productiva, como un tractor, una fumigadora, un invernadero de tecnología israelí y recursos crediticios.

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Para Valeria, desarrollar este trabajo en familia significa entregar alegría a las personas que buscan un arreglo o un ramo para una ocasión especial. “Es algo lindo, porque uno se siente feliz con el hecho de saber que va a entregar una satisfacción a la persona que le hace un arreglo. Un arreglo para cualquier ocasión, porque no solo son para momentos de felicidad, también son para la tristeza cuando fallece alguien por ejemplo. Si usted hace algo bonito, el cliente se siente feliz”.

La productora reconoce que se trata de un rubro bello pero exigente, porque deben estar siempre atentos a las condiciones de las flores y a las demandas de los clientes. Actualmente comercializa en su propia florería “Bella Flor”, ubicada en el Centro de Abastecimiento Regional (CREA) de Talca, donde atiende de martes a domingo. De igual manera, responde a pedidos de quienes van a buscar flores a su predio. “No se puede decir que no, especialmente cuando son cosas especiales y la gente necesita que uno les haga algún ramo o arreglo”, reflexiona.

Como buena emprendedora, Valeria quiere seguir creciendo y mejorando su negocio con nuevas variedades de flores, porque dice que cada día llegan nuevas flores al país y que es importante mantenerse actualizada para que le vaya bien a su florería.

Un total de $94 millones entregó el gobierno a través de INDAP a 46 pequeños productores de las comunas de Licantén y Hualañé que resultaron afectados por las inundaciones de agosto del año pasado y que aún tenían pendiente este apoyo. Los agricultores recibieron bonos de entre $1 millón y $5 millones, dependiendo el grado de afectación, para rehabilitar sus unidades productivas y volver a comenzar un nuevo año agrícola.

En las actividades estuvo presente el delegado presidencial regional, Humberto Aqueveque, quien destacó el compromiso del gobierno con los agricultores afectados por las inclemencias climáticas. “Estuvimos junto a agricultores y agricultoras de Hualañé y también hicimos lo mismo en Licantén. Hemos llegado con recursos cercanos a $94 millones para 46 agricultores que sufrieron daños por las inundaciones del invierno pasado. Como gobierno seguimos comprometidos en recuperar la agricultura del Maule, en avanzar con nuestros compromisos y en cumplir lo que el Presidente dijo en Licantén y Hualañé: no dejar solos a nuestros vecinos y vecinas”.

El director regional de INDAP, Jorge Céspedes, dijo que con esta acción se está entregando ayuda a productores que no la habían recibido: “Agradecer la confianza y la paciencia también, el esfuerzo que se ha realizado en el territorio por parte de los equipos técnicos, los Prodesal, los funcionarios, que incansablemente hasta hoy se esfuerzan por producir esa justicia que a todos les debe llegar y velar por el cumplimiento de los compromisos que asumimos. Feliz de finalizar hoy esta jornada en Hualañé y dispuesto a seguir trabajando por el desarrollo de la agricultura familiar campesina”.

La alcaldesa de Hualañé, Carolina Muñoz, agradeció en nombre de sus vecinos estos recursos. “Es importante para nuestros agricultores y agricultoras recibir este bono de rehabilitación. Muchos ya habían perdido la esperanza de recibir estos recursos y que bueno que hoy estemos entregando más de $65 millones, que van a servir para recuperarse y seguir realizando las actividades que le dan alimento a la región”.

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Opinión de agricultores beneficiados

José Domingo Muñoz, productor de hortalizas bajo plástico del sector Mira Río de Hualañé, fue unos de los que recibió el beneficio. “A mí el temporal me empelotó el invernadero; tenía tomates plantados y esos todos se perdieron. Este bono me sirve de mucho porque hay que reparar y seguir plantando. Tengo frutales y eso es todo para la familia; mi familia es bien grande, así que trabajo para todos. Estábamos medio cortos, pero con esto nos estamos superando un poco”

Margarita Ruz, productora de tomates bajo plástico y hortalizas al aire libre del sector La Leonera de Licantén, también recibió un bono de rehabilitación productiva. “Fueron los esteros y canales los que me mojaron el invernadero de tomates; esa fue la pérdida que tuve, porque se metió toda el agua al invernadero con los tomates plantados. Recibir este apoyo es una gran oportunidad para seguir adelante, porque cuesta pararse, pero igual hemos estado haciendo el esfuerzo para de una u otra manera salir adelante y seguir, porque no podemos quedarnos, porque de eso vivimos”.

En las ceremonias participaron también el diputado Felipe Donoso, la consejera regional Gaby Fuentes, concejales de ambas comunas, el administrador municipal de Licantén, Israel Aguirre, la DICECO de Hualañé, Lorena Retamal, y el jefe de área INDAP de Licantén, Francisco Castro.

En un acto realizado en el Teatro Municipal de Purranque, región de Los Lagos, se entregó capital de trabajo como parte del Fondo Único de Financiamiento (FUF) a 102 agricultores y agricultoras del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) de la comuna.

La jornada, que contó con la asistencia del alcalde de Purranque, César Crot, y el director regional de INDAP, Francisco Parada, incluyó charlas informativas sobre seguros agropecuarios y los beneficios del sistema de pago online Mi INDAP.

El PDTI es una iniciativa conjunta entre INDAP y Conadi que tiene como objetivo principal fortalecer los sistemas silvoagropecuarios de los pueblos originarios y sus familias, brindando acceso a servicios de extensión, capacitación técnica y financiamiento integrado a través del FUF. En esta ocasión, los 102 usuarios del PDTI en Purranque fueron beneficiados con un incentivo que promedia los $420.000 por beneficiario, sumando una inversión total de $42.840.000.

Los recursos están destinados a la adquisición de bienes e insumos para potenciar sus actividades agrícolas, como fertilizantes, semillas, alimento para el ganado, mallas para los huertos, maquinaria e implementos, entre otros.

El alcalde de Purranque, César Crot celebró la entrega de los fondos y dijo que “hemos visto una vez más resultados concretos del trabajo que mantenemos con INDAP mediante este convenio del PDTI, que hoy permite entregar un promedio de 400 mil pesos por usuario y que es un dinero que les viene bien para la compra de insumos y semillas y elevar así el nivel de cuantía y calidad de su producción”.

Por su parte, el director regional de INDAP, Francisco Parada, señaló que “sabemos que es un gran apoyo para la generación de alimentos desde la agricultura familiar campesina y las comunidades indígenas a la región y al país. Estamos contentos y comprometidos para trabajar con los municipios y equipos técnicos PDTI y continuar apoyando a la familia campesina, ya que el PDTI es un programa fundamental para la mantención y la calidad de vida rural”.

Mario Inay, consejero nacional de Conadi, explicó la importancia de este bono: “Este fondo es muy importante para los agricultores PDTI de Purranque, ya que les ayuda para comprar alimento para el tema de forraje de invierno y realizar inversiones de abono y distintos trabajos que permiten avanzar en el campo. Son muy importantes estos recursos”.

La entrega de este capital de trabajo representa un hito en el desarrollo económico y social de las comunidades indígenas de Purranque, permitiéndoles avanzar hacia una producción más sostenible y próspera, en línea con sus visiones de desarrollo.

Un convenio para promover el desarrollo económico, social y tecnológico de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena de la región de Valparaíso, firmaron recientemente INDAP y el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), dependiente de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso..

Ambas instituciones colaboran actualmente en una serie de proyectos que ejecuta el Centro CREAS y que van en apoyo de emprendedores que pertenecen a la pequeña agricultura, como el programa “Valpo: Emprendimientos Alimentarios” y otros de vinculación con la agroindustria mediante investigación y desarrollo (i+D) en productos alimentarios, que está enfocado en las comunas de San Felipe y Petorca.

En el convenio suscrito, ambas partes se comprometen a establecer un apoyo mutuo para potenciar el desarrollo inclusivo, sostenible y resiliente de las actividades silvoagropecuarias, fomentando el desarrollo de nuevas capacidades en las y los pequeños agricultores y sus organizaciones, a través de capacitaciones impartidas por profesionales del Centro CREAS.

“CREAS tiene un trabajo que ha desarrollado hace años con nuestros usuarios y nos hemos dado cuenta de que tenemos objetivos que se entrelazan”, explicó Sergio Valladares, director de INDAP Valparaíso.

“Hay un sinnúmero de cosas que podemos ir desarrollando en base a la agregación de valor y el desarrollo de nuevos productos, que es lo que siempre CREAS ha puesto a disposición de nuestros usuarios y de nosotros como institución, así que estamos felices de poder hacer este trabajo”, agregó la autoridad.

Por su parte, María Elvira Zúñiga, directora de CREAS, aseguró que “es un regalo trabajar con INDAP, porque nos acerca a los agricultores de sectores al interior de la región de Valparaíso, especialmente de comunas de difícil acceso”.

Finalmente, aseguró que el acuerdo sería beneficioso para poder ir en apoyo de aquellos que deseen emprender e innovar con el apoyo y guía de un centro de excelencia en temáticas de alimentos como lo es CREAS.

En el sector Las Beatas de la comuna de Fresia se llevó a cabo la ceremonia de lanzamiento regional del programa Transferencia, Recuperación, Conservación y Mejoramiento de Suelos, financiado por el Gobierno Regional de Los Lagos y ejecutado por INDAP.

El evento, que contó con participación de autoridades locales y regionales, así como representantes municipales, asesores técnicos y agricultores de la comuna, tuvo como objetivo principal dar a conocer los detalles de este programa destinado a fomentar prácticas de manejo sostenible para la recuperación, conservación y mejoramiento de los suelos en la región. 

El programa reafirma el compromiso de las instituciones públicas con las necesidades de las familias campesinas, buscando mejorar las condiciones de los suelos para aumentar su productividad y contribuir así al desarrollo sostenible de la región.

Con una inversión de $308 millones, entregados por el Gobierno Regional de Los Lagos a INDAP para su ejecución, el convenio tendrá una duración de 12 meses y tiene como meta conservar y recuperar las funciones de los suelos mediante prácticas sostenibles con más de 200 pequeños agricultores y agricultoras distribuidos en las provincias de Osorno, Llanquihue, Chiloé y Palena, con una cobertura de al menos 700 hectáreas.

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Durante la ceremonia, las autoridades resaltaron la importancia del programa para mejorar la calidad de vida y el desarrollo productivo de las familias campesinas en la región, así como el compromiso para financiar una lista de espera de más de 200 familias, lo que permitirá una mayor gestión del suelo y una producción de forraje que contribuirá a los sistemas agropecuarios y a la agregación de valor en la alimentación regional y nacional.

El director regional de INDAP, Francisco Parada, aseguró que “el trabajo que realizamos junto con el Consejo Regional y el GORE nos va a permitir financiar una lista de espera de más de 200 familias de la región. Vamos a tener mayor gestión del suelo, mayor producción de forraje y eso va a aportar a los sistemas agropecuarios y a la agregación de valor en la alimentación regional y nacional”.

Por su parte, el consejero regional César Negrón señaló que “el Gobierno Regional y el Consejo han puesto a disposición más de $300 millones para ir en ayuda de los y las agricultoras de las cuatro provincias de la región que no fueron beneficiadas el año pasado con recursos del programa SIRSD-S y que quedaron aprobados, pero sin financiamiento. Lo más importante de este programa es que se están recuperando suelos degradados”.

Claudio Mancilla, productor lechero de Fresia e integrante de la Cooperativa Cuatro Vientos, dijo que este programa trae beneficios a la comunidad agrícola: “va a haber recursos que para nosotros tienen mucha importancia, porque nos ayudan en la recuperación de suelos, fertilización. Gracias a INDAP estamos en pie con estas ayudas”.

Ángel Custodio Flores, agricultor del sector La Isla de Fresia, agradeció el apoyo recibido y sostuvo que “el campo es como una persona que necesita alimentación, así que quiero aprovechar esta instancia para agradecer la buena disposición de las entidades que nos toman en cuenta en estos momentos críticos”.

Las postulaciones para este programa se encuentran abiertas y se extenderán hasta el 17 de mayo. Los productores acreditados como usuarios de INDAP que hayan postulado planes de manejo a los Concursos 1 y 2 del programa SIRSD-S del 2023 podrán participar siempre y cuando sus planes de manejo hayan quedado aprobados, pero sin financiamiento. Para más información, los invitamos a informarse en su agencia de área INDAP más cercana.

En su compromiso con la región de Ñuble y con el objetivo de abrir nuevas oportunidades a las y los pequeños productores vitivinícolas del valle del Itata, la cuna del vino chileno, INDAP lanzó un concurso de su Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) por un total de $170 millones para que las bodegas locales puedan mejorar sus instalaciones y potenciar sus capacidades técnicas y comerciales.

Según explicó la directora regional de INDAP, Fernanda Azócar, el concurso de inversiones, que abrió sus postulaciones este 30 de abril –con cierre el 31 de mayo–, permitirá a las y los viñateros financiar dos líneas de equipamiento: para comercialización e innovación y para producción. “El objetivo –dijo– es brindar herramientas a los productores de vino del Itata para que posicionen aún más el territorio como una región vitivinícola de renombre”.

En la línea de comercialización e innovación se podrá financiar vehículos comerciales (nuevos), grúas horquilla, botellas, cajas, cápsulas, corchos, etiquetas o packaging (diseño e impresión) y traspaletas, además de implementos para sala de ventas (estanterías, mobiliario, conservadora de frío, copas, decantadores, hieleras, escupideras, mantelería), letreros, señalizaciones u otras inversiones de la misma índole.

En materia de producción, los ítemes a financiar son cintas transportadoras, despalilladoras, tolvas, moledora, prensa, bomba, mangueras enológicas, equipos para control de temperatura, cubas, llenadoras, tapadoras tapa rosca, corchadora, etiquetadora, máquina de lacrado, lacre, sellador de cápsulas y elementos de laboratorio enológico, entre otros.

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El concurso de inversiones llega en un momento en que las y los productores de vino del Itata han conseguido importantes logros y premios con sus etiquetas de cepas ancestrales como cinsault, país, moscatel de Alejandría y carignan, producciones a pequeña escala con prácticas agrícolas sostenibles que respetan el medioambiente y fomentan la biodiversidad. Este enfoque también se extiende a la vinificación, con procesos mínimamente intervencionistas que permiten que la verdadera expresión del terruño brille en cada botella.

Según Fernanda Azócar, el resurgimiento de la viticultura en el Valle del Itata ha tenido además un efecto positivo en la comunidad local: los viñateros están generando empleo en una región que ha enfrentado grandes desafíos económicos, han revitalizado el orgullo por la rica herencia vitivinícola de la zona y cada vez llegan más enófilos de todo el mundo, impulsando el turismo y el intercambio cultural.

Actualmente hay 246 usuarios y usuarias de INDAP dedicados a la producción de vinos en el valle del Itata, de los cuales 17 son organizaciones campesinas compuestas por un total de 286 integrantes. Estos productores y productoras cultivan una superficie aproximada de 3.900 hectáreas de viñas, lo que refleja su importante contribución al sector vitivinícola de Ñuble.

Hasta la comuna de Camiña se trasladaron profesionales del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) para informar e invitar a los pequeños productores y productoras de la zona a los talleres de prácticas agroecológicas que se realizarán este año en la provincia del Tamarugal como parte de las jornadas de las Escuelas de Campo en Transición Agroecológica (ECA).

Estas jornadas son parte del Plan de Sostenibilidad y Transición a la Agroecología que está llevando a cabo INDAP Tarapacá, en el marco de un convenio de colaboración y transferencia de recursos con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), para la ejecución del proyecto “Red SIPAN (Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Nacional) Alto Andino 2024”.

La jornada, que tuvo una asistencia cercana a las 30 personas, fue liderada por parte del equipo de Fomento de INDAP Tarapacá, integrado por su jefe, Luis Pizarro, María José Laytte y Enzo Solari, profesionales de apoyo que desde 2023 trabajan en la implementación del Plan de Sostenibilidad y Transición a la Agroecología. También estuvieron presentes extensionistas del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) de INDAP, que administra la municipalidad local.

Los agricultores y agricultoras pudieron conocer las temáticas que se abordarán en estas escuelas de campo de parte del director (S) de INDAP Tarapacá, Felipe Martínez, quien manifestó que “para nosotros como servicio es fundamental tener estos vínculos formativos con nuestros usuarios y usuarias, ya que el fomento productivo implica inversión y asesorías técnicas, más aún en esta línea de trabajo que se relaciona con producción con menor impacto ambiental”.

Rodrigo Israel, productor de zanahorias, choclo, betarragas y cebolla de la localidad de Moquella, comuna de Camiña, agradeció “la disposición de brindar estos espacios de capacitación y sobre todo que INDAP promocione esta capacitación para el mejoramiento de la tierra, para sanarla, porque en estos momentos la tierra está enferma, así que estoy motivado para venir al curso”.

El trabajo del Plan de Sostenibilidad y Transición a la Agroecología considera un desarrollo de cinco capítulos en distintos sectores de la provincia del Tamarugal con realidades agroecológicas, los cuales son dictados en unidades experimentales, de los cuales cuatro provienen de la experiencia de la Red SIPAN.

Las sesiones, a iniciarse en mayo, en el caso de los agricultores y agricultoras de segundo año de las ECA, considera encuentros en distintas chacras, y en el caso de los nuevos contempla el diseño de parcelas demostrativas con la colaboración del equipo PDTI y agricultores, en áreas como planes de manejo ecológico de suelos y de plagas, sumado a talleres y charlas de transición agroecológica.

Dos importantes apoyos que vienen a mitigar en parte los efectos de la escasez hídrica concretó INDAP en la comuna de Paihuano.

El primero de ellos fue la entrega del Fondo de Operación Anual (FOA) a 150 microproductores y microproductoras de los programas PADIS y Prodesal, ejecutado en convenio con el municipio local. El beneficio es de $145.000 y está destinado a la compra de insumos agrícolas (fertilizantes, semillas) o pecuarios (alimentación animal, vacunas, antiparasitarios). La inversión del servicio fue de $21.750.000, con un aporte de $6.000 de las y los usuarios.

Amelia Peralta es agricultora del sector La Rinconada y participa del programa PADIS. Tras recibir el apoyo, dijo que “a mí me viene superbién, porque estamos en una situación compleja y entonces este incentivo nos ayuda enormemente. Yo soy avicultora y me sirve para comprar alimento para mis gallinas, y así podemos continuar con nuestra producción. Estoy muy agradecida del PADIS, que me permite tener permanente asesoría técnica”.

El segundo aporte fue la adjudicación de tres proyectos del Programa de Obras Menores de Riego (PROMR) a familias campesinas de la comuna, para mejorar el acceso, disponibilidad y gestión del recurso hídrico en las condiciones climáticas adversas  que está enfrentando la región. En este caso la inversión total de INDAP fue de $11.071.779.

Dionisio Torres, del sector Horcón beneficiado con un estanque acumulador de 10 mil litros, dijo que “ahora tendré agua para plantar cítricos, por lo que estoy muy agradecido, ya que con recursos propios no lo podría haber hecho y por eso postulé este proyecto. INDAP, que se ha portado muy bien conmigo y me ha aportado varias cosas más”.

INDAP y la Municipalidad de Paihuano realizaron una ceremonia para entregar ambos apoyos. En la ocasión, el FOA lo recibieron 11 personas del Prodesal y 19 del PADIS. Los proyectos de riego, en tanto, los recibieron las tres familias beneficiadas.

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El director regional de INDAP, Víctor Illanes, dijo que “este año iniciamos en Paihuano la entrega del FOA y próximamente estaremos en el resto de las comunas. Sabemos que estos recursos son muy esperados por la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, ya que llegan en un momento clave para sus producciones. Es importante indicar que los beneficiados y beneficiadas tienen tres meses para rendir los gastos”.

Respecto al Programa de Obras Menores de Riego (PROMR), acotó que “esta herramienta lo que hace es financiar obras de riego o drenaje, lo que hoy es vital a causa de los problemas que tenemos por la escasez hídrica”.

“Es gratificante ver el despliegue de INDAP en Paihuano, con sus beneficios del FOA y del Programa de Obras Menores de Riego, que se enfoca en mejorar el acceso, disponibilidad y gestión del agua. Todo esto contribuye a mitigar los efectos provocados por la escasez hídrica y el cambio climático”, dijo el seremi de Agricultura, Christian Álvarez.

Para el alcalde de Paihuano, Hernán Ahumada, las inversiones que INDAP efectuó en su comuna mitigan “en parte la precaria situación que están viviendo nuestros agricultores y crianceros. Es habitual que en momentos de dificultad INDAP se acerque a todas las comunas para ayudar a las personas que se dedican a trabajar la tierra. Estamos muy agradecidos”.

A nivel de la provincia de Elqui serán 1.354 las y los usuarios de INDAP beneficiados con el FOA.