Una visita a la localidad de El Parrón, comuna de Rauco, realizó el director de INDAP Maule, Jorge Céspedes, para conocer en terreno el impacto de la ejecución de diversos proyectos desarrollados junto a los pequeños productores del sector.

Acompañado del jefe del Área Curicó de INDAP, Roberto Barra, y el profesional del Prodesal Rauco Helmuth Albarrán, Céspedes recorrió varios emprendimientos que han podido desarrollarse gracias a la construcción y habilitación de pozos profundos impulsados por esta institución en este territorio de secano.

Una de las productoras visitadas fue María Elena Reyes, quien cuenta con un pozo profundo que no solo le ha permitido contar con agua para riego, sino que también para el consumo familiar, y que a través de un Incentivo de Fortalecimiento Productivo (IFP) para usuarios Prodesal pudo levantar un invernadero para producir hortalizas de autoconsumo. “Estoy muy contenta y agradecida del grupo de INDAP, del Prodesal, por tener mi invernadero, que me ha dado mucha verdura para mis hijos, para mí y mi casa”.

Luis Abrigo Reyes fue otro de los agricultores visitados. También cuenta con un pozo profundo, lo que le ha permitido desarrollar la siembra de praderas para sus animales, además de una huerta de hortalizas para autoconsumo. ”En cuanto al gasto, mucho me sirve esta ayuda, porque uno necesita mucho aquí en el campo y yo aprovecho todas las oportunidades: hago siembras, huertos, llevo el sustento familiar. Es muy bueno que vengan y vean que aprovechamos las cosas, y que no andamos pidiendo por pedir”.

Image

Jorge Céspedes destacó la importancia de este trabajo territorial, que ha permitido entregar nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida de los agricultores. “Hemos desarrollado una jornada de visita a productores y productoras, y hemos podido constatar el esfuerzo con que desarrollan su forma de vida en esta localidad con el apoyo de INDAP, cómo han podido progresar, no solo desde el punto de vista productivo, sino que también humano y social”, apuntó.

Agregó que hoy las familias campesinas de esta zona  “no piensan en irse, sino que en permanecer acá. Este ha sido un trabajo que durante mucho tiempo hemos realizado y que vamos a continuar fortaleciendo, porque creemos necesariamente que el desarrollo del mundo rural depende en gran medida del esfuerzo que hagan INDAP y sus profesionales“.

El recorrido incluyó también una visita a los productores Isaías Medina, quien gracias a su pozo pudo implementar un sistema de riego tecnificado para la producción de frutales, y a Lucila Núñez, quien puede ahora contar con agua para la bebida de su plantel de 200 cabras lecheras.

Impulsar el desarrollo de sus actividades campesinas, junto con optimizar los tiempos de trabajo, es el objetivo del proyecto de mecanización adjudicado a un grupo de 11 pequeños agricultores del sector Camar, en la comuna de Carahue, región de La Araucanía, todos usuarios del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) de INDAP.  

El incentivo productivo, que contempló una inversión de más de $43 millones, fue utilizado para la adquisición de un moderno tractor con una rastra de discos. “Nosotros necesitábamos con urgencia una maquinaria para hacer nuestro trabajo y ahora podremos hacer a tiempo las empastadas y las siembras de trigo, sin atrasos. Nos cambiará la vida y estoy feliz”, aseguró Jorge Arias Caniuñir, representante del grupo de beneficiarios y además operario del tractor.

Image

Pablo González, director de INDAP Araucanía, destacó la importancia del apoyo entregado a los agricultores. “La mecanización viene a cumplir varios objetivos importantes para la gente, porque en el campo no se dispone de la misma mano de obra ni superficie de antes para mantener animales de trabajo, por lo tanto, la oportunidad de disponer de una máquina que apoye en la preparación de suelo es un avance importante que llega a facilitar la vida de la Agricultura Familiar Campesina”, comentó.

El tractor y la rastra fueron financiados a través del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) de INDAP, junto con recursos del Gobierno Regional de La Araucanía, ya que Carahue es considerada zona de rezago, por lo cual se permite hacer este tipo de proyectos que benefician a las y los pequeños agricultores.

Para que el mundo rural crezca es necesario que cuente con el apoyo de distintas herramientas. Una de ellas es el Programa Gestión y Soporte Organizacional (Progyso) de INDAP, que contribuye a que las organizaciones campesinas desarrollen habilidades y capacidades que les permitan mejorar sus canales de comunicación y ampliar su grado de representación, entre otras ventajas.

Actualmente se encuentra abierto en la región de Coquimbo un llamado a concurso para acceder a los beneficios de este programa, cuya fecha de postulación hasta el viernes 3 de mayo. Los resultados finales se darán a conocer el viernes 31 de mayo.

El director regional de INDAP, Víctor Illanes, informó que “pueden postular las organizaciones de representación campesina de cobertura regional y local constituidas mayoritariamente por productores y productoras agrícolas, campesinos y campesinas, con personalidad jurídica, que tengan representación en la región y estén acreditadas en INDAP, en cuyos estatutos se desprenda claramente que buscan fortalecer el desarrollo organizacional y desarrollan actividades que implican beneficio directo al sector rural”.

Illanes agregó que “tal como lo ha mandatado el Presidente Gabriel Boric, desde INDAP estamos aportando con instrumentos eficientes y eficaces para el mundo rural, que respondan a sus reales necesidades y, en este caso, con un programa de carácter asociativo”.

Por su parte, el seremi de Agricultura, Christian Álvarez, sostuvo que “confiamos en el potencial que tiene el trabajo asociativo y es por eso que como parte del gobierno del Presidente Boric nos encargamos de aportar con herramientas que vayan en la línea de fortalecer dicha labor. Desde el Ministerio de Agricultura invitamos a quienes cumplan con los requisitos a postular al Progyso, ya que es un instrumento que contribuirá con éxito a su crecimiento y desarrollo”.

Para más información sobre requisitos o documentación, las y los interesados pueden contactarse con sus agencias de área: La Serena (Av. Juan Cisternas 1235, teléfono 51 2673856), Ovalle (Miguel Aguirre Perry 335, Edificio Público, oficina 201, teléfono 53 2422500), Combarbalá (Maipú 96, teléfono 53 2422553) o Illapel (Independencia 0279, teléfono 53 2422530), o también en la dirección regional de INDAP (Pedro Pablo Muñoz 200, La Serena, teléfono 51 2673800).

Adquirir nuevos conocimientos que permitan hacer frente a la escasez hídrica que aqueja a la región de Coquimbo es fundamental para las familias campesinas. Esto es precisamente  lo que ha hecho INDAP con su programa Transición a la Agricultura Sostenible (TAS), que mediante capacitaciones grupales y asesorías ―efectuadas por profesionales de INIA Intihuasi― está orientando el trabajo de 74 usuarios y usuarias de las comunas de Coquimbo, La Serena, Vicuña, Ovalle y Punitaqui hacia una agricultura más sostenible.

La iniciativa contempla un ciclo de 2 años y recientemente se concretó el primero de ellos, el que culminó con dos importantes capacitaciones: "Manejo de plagas y malezas bajo los principios de la agroecología", para las y los agricultores de la provincia de Elqui, y “Sistemas de riego presurizado, alternativas, mantenciones y mediciones del mismo, mejoramiento de la eficiencia en el uso del agua”, en el caso de Limarí.

Fernanda Cabezas, de la comuna de Coquimbo, provincia de Elqui, fue una de las participantes de la capacitación y dijo que este tipo de instancias “son muy interesantes, ya que entendimos desde un punto más teórico cómo controlar las malezas y trabajar con ellas. El TAS nos ayuda de cierto modo a convivir con las malezas, con plagas y con todo lo que encuentra uno que es malo para los cultivos y que finalmente no es tan así, ya que hay que saber ocupar lo que la tierra nos da”.

Santos Honores, de la comuna de Punitaqui, provincia de Limarí, señaló que en estas jornadas “uno aprende siempre un poco más, es una muy buena alternativa. Para mí el programa ha sido bastante bueno, porque me ha enseñado varias cosas y eso es positivo. Así como están los tiempos por la escasez hídrica, estos aprendizajes son fundamentales para cuidar el agua”.

Uno de los cuatro ejes de trabajo de INDAP es el de la Agricultura Sostenible y Resiliente, que busca que la Agricultura Familiar Campesina e Indígena produzca más y mejor con un menor impacto ambiental. El TAS va justamente en esa línea.

Image

Al respecto, el director de INDAP Coquimbo, Víctor Illanes, dijo que “este primer año de ejecución del TAS nos tiene contentos, porque ha tenido buena recepción de parte de nuestros usuarios y usuarias. Vemos que ellos se motivan a seguir trabajando bajo conceptos ligados a la sostenibilidad y sustentabilidad, lo que es clave para sobrellevar el escenario climático actual. El gobierno del Presidente Boric es consciente de la situación hídrica de la región y por eso nos mandató a aportar con herramientas que contribuyan a paliar esta situación”.

 “Ante la escasez hídrica se hace indispensable que la Agricultura Familiar Campesina e Indígena incremente sus conocimientos en áreas fundamentales como la sostenibilidad y la agroecología, ya que fomentan un trabajo amigable con el medioambiente, contribuyendo al uso eficiente de los recursos. Como Ministerio de Agricultura seguiremos entregando este tipo de apoyos, porque creemos que es el camino para enfrentar el cambio climático”, enfatizó el seremi de Agricultura, Christian Álvarez.

La coordinadora INIA del programa TAS, investigadora Constanza Jana, detalló que las últimas materias vistas en las capacitaciones son claves para la región, ya que “se abordó el cómo podemos hacer más eficiente el uso de agua para los cultivos, incluyendo la mantención del sistema de riego y métodos con menores pérdidas de agua, entre otras áreas. La otra capacitación fue sobre manejo de plagas y plantas consideradas malezas, materias que tienen relación con la inocuidad, con el menor uso de químicos, el aprovechamiento de malezas como flora funcional para atraer insectos benéficos y como cubresuelo, evitando la evaporación de agua. Ambas capacitaciones apuntan a manejar los recursos en forma eficiente para hacer una agricultura más sustentable”.

Junto a la entrega de asesorías individuales y capacitaciones grupales, el TAS también otorga a sus participantes incentivos económicos destinados a la adquisición de insumos e inversiones que fortalezcan sus sistemas de producción con prácticas y manejos sostenibles.

Agricultores de las comunas de Rauco y Hualañé, región del Maule, participaron junto a asesores técnicos del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) en una capacitación grupal del programa Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) de INDAP.

Katherine Plaza, jefa regional de Fomento del servicio, explica que estas capacitaciones grupales son un componente del programa TAS y uno de los sellos de esta administración, cuyo objetivo es que los agricultores puedan transitar hacia una agricultura más limpia. Para ello son apoyados por especialistas y agroecólogos, encargados de las capacitaciones y de guiar los procesos dentro del programa.

“La gran meta es que un mayor número de usuarios y usuarias se sumen prácticas agroecológicas en sus sistemas productivos. Las actividades grupales del TAS tienen un objetivo principal que es aumentar el tejido social entre los usuarios y usuarias de INDAP que están en el programa para que puedan intercambiar saberes. Hay muchos saberes que ellos tienen y que de alguna manera se fueron perdiendo o invalidando en el tiempo. En estas instancias pueden conversar e intercambiar recetas que siempre han estado, como el uso de algas, biopreparados o medicinas naturales”, dijo Plaza.

La actividad estuvo orientada al tema de la biodiversidad funcional, que, como expresa Plaza, es fundamental en los sistemas productivos para aumentar la resiliencia climática. “A medida que yo tenga más biodiversidad mi sistema es mucho más fuerte. Se pueden establecer distintos vínculos, puedo restablecer sistemas, recuperar ciclos. Trabajamos también los corredores biológicos para ir formando carreteras entre los insectos polinizadores, y que los insectos benéficos se puedan ir moviendo a través del sistema productivo y de alguna forma bajar la carga de productos externos que se puede estar utilizando”.

El asesor técnico del TAS, Felipe Jiménez, destacó la importancia de este tipo de capacitaciones grupales: “Ha sido una jornada bastante provechosa. Hemos conversado acerca de la biodiversidad en los predios, la importancia y las funciones de ésta. Creo que ha habido una buena recepción de los productores, mucho interés y ganas por aplicar lo que hemos conversado”.

Uno de los participantes en esta actividad fue René Navarro, quien por tercera vez asiste a las jornadas. “El tema del conocimiento es lo más importante y también abrir las redes de contacto de las personas. En este caso había muchos productores que cultivan lo mismo que uno, entonces se intercambia información con ellos”, apuntó.

Marcela Núñez, otra de las agricultoras participantes, destacó los múltiples beneficios de formar parte de estas capacitaciones: “Hay muchos beneficios. Nosotros tratamos de cultivar hortalizas con cero químicos, entonces acá tuvimos aprendizajes nuevos, aparte de todo los que ya hemos aprendido en otras charlas. Es súper interesante, como el tema del sauce que sirve de enraizante, algo que no estaba dentro de mis conocimientos, y así muchas cosas más”.

En medio de los desafíos impuestos por la sequía en la provincia de Petorca, los floricultores de la localidad de Longotoma, comuna de la Ligua, reciben un rayo de esperanza con la implementación de una innovadora biofábrica. Se trata de un Proyecto de Inversiones Asociativo de INDAP, el cual beneficia a un grupo de usuarios INDAP, brindando una solución que indirectamente impacta positivamente a todos los floricultores del sector.

Así lo expresó Eliana Fernández Maturana, productora de flores y representante de la Agrupación de Floricultores de Longotoma. “Yo creo que la sensación que tenemos es de esperanza, entusiasmo y alegría, porque en el fondo esto contribuye a bajar los costos y generar un impacto positivo en el medioambiente, entonces hay que ver la otra cara de nuestro trabajo, hacerlo más armonioso y bajar el tema de las cargas químicas por la salud nuestra y el impacto que tienen en el medioambiente”.

La biofábrica es un proyecto concebido para enfrentar los desafíos del cambio climático y la escasez hídrica, y está dedicada a la elaboración de productos agroecológicos, también conocidos como bioinsumos. Estos productos están diseñados para satisfacer las necesidades de fertilización y manejo fitosanitario de los cultivos, proporcionando una alternativa sostenible y amigable con el medioambiente.

El proyecto contempló la instalación de infraestructura especializada, que incluye una bodega y tambores de 200 y 1000 litros para la fabricación de biopreparados y la implementación requerida para la preparación de los productos.

Image

Entre los objetivos principales del proyecto destacan la reducción de los costos de producción, el aumento de la productividad de los cultivos y, especialmente, la transición hacia una producción agroecológica.

Agricultura sostenible

“Este proyecto viene a darnos esta transición hacia una agricultura más sostenible, porque al menos en estos cultivos, que tienen una carga de pesticidas importante, podemos ir solucionando con estos biopreparados la parte de fertilización. Lo más importante del proyecto es la transferencia tecnológica que se desarrolla, la cantidad de agricultores que viene acá a hacer sus biopreparados y después se lo llevan a su predio. La idea es que esto termine siendo un faro agroecológico que permita iluminar a las floricultoras y floricultores del valle de Longotoma que han sido tan afectados con la sequía”, precisó el director regional de INDAP, Sergio Valladares.  

Asimismo, el delegado provincial de Petorca, Luis Soto, agregó que “estoy feliz por los floricultores que han logrado esta biofábrica. Vamos a tener la posibilidad de tener una producción mucho más limpia, más sustentable, y eso hace que estemos aportando a la situación en que nos encontramos en términos de cambio climático. La gente está tomando de la situación que tenemos y la está transformando y eso es lo principal”. 

El proyecto demandó una inversión de $15.358.388, con un incentivo de INDAP de $13.867.674 y un aporte de los agricultores de $1.500.714.

Image

¿Qué son los bioinsumos?

Los bioinsumos son productos de origen biológico utilizados en la agricultura para mejorar la salud de los cultivos y reducir el impacto ambiental. Estos productos están compuestos por microorganismos, extractos vegetales y otros materiales naturales que ayudan a promover el crecimiento de las plantas, controlar las enfermedades y plagas, y mejorar la fertilidad del suelo.

Los bioinsumos se utilizan como alternativa a los productos agroquímicos convencionales, ya que son más respetuosos con el medioambiente, no generan residuos tóxicos y contribuyen a la agricultura sostenible. Además, pueden ser parte de prácticas de agricultura orgánica o agroecológica, promoviendo la salud de los ecosistemas agrícolas y la biodiversidad.

Avances para la constitución de una Política Nacional de Juventudes Rurales, entre otras iniciativas de desarrollo para la pequeña agricultura, conocieron los integrantes del Consejo de la Sociedad Civil –COSOC- de INDAP, en su primera reunión de trabajo luego de su formación en diciembre como espacio de diálogo con este servicio del Ministerio de Agricultura.

 Representantes de organizaciones de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, de la Juventud Rural, de la Universidad de Santiago, el Centro de Educación y Tecnología –CET- y la Fundación para la Superación de la Pobreza, que integran este COSOC, se reunieron este miércoles con el equipo de INDAP encabezado por el director nacional Santiago Rojas. 

Image

Junto con conocer el estado de desarrollo de una nueva política para el fomento de los jóvenes rurales, en etapa de consultas con sus agrupaciones y con otros servicios, las y los consejeros entre otras materias recibieron también una presentación detallada de las acciones en el marco del Plan Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena. 

Santiago Rojas, en tanto, entregó un avance de su próxima cuenta pública de gestión institucional y respondió a las diversas inquietudes señaladas por los asistentes. “Dialogamos sobre cómo podemos ir fortaleciendo los programas y sobre las prioridades para el presupuesto 2025”, comentó junto con reconocer la importancia de este espacio que demuestra, dijo, “un aumento de la participación campesina en nuestro Gobierno y con más participación, hay mayor incidencia de los productores para tener una mejor agricultura”.

Los dirigentes campesinos y los representantes de las instituciones que integran el COSOC INDAP valoraron los avances en estas iniciativas especialmente en el caso de la Política Nacional de Juventudes Rurales. Aquí enfatizaron la necesidad de un diálogo permanente con las organizaciones de jóvenes rurales, tal como se ha llevado para la construcción de este proyecto, y especialmente la idea de ampliar la mirada respecto de los roles y oficios que cumplen los jóvenes hoy en el campo para entregar oportunidades efectivas para todas y todos. 

Patricio Molina, presidente de la organización campesina Corporación Calider y presidente del COSOC INDAP, destacó estos avances en el caso de los jóvenes rurales. Abogó por medidas que permitan que “los jóvenes rurales se queden en la ruralidad, para que no ocurra que se capacitan y se van y todo su conocimiento lo entregan en otro lado y no en los sectores rurales. Los jóvenes quieren quedarse, pero necesitamos conceptos más modernos y más tecnología”. 

Junto a Patricio Molina, el COSOC INDAP también lo integran Yoana Castillo Ojeda -Asociación de Jóvenes Rurales de la Patagonia-, Miriam Talavera -Anamuri-, Orlando Contreras -Mucech- ,  Hueraman Rivas -Consejo de Lonkos del Wallmapu-  Luis Sáez -Usach-, Agustín Infante -CET Biobío, y Catalina Littín -Fundación para la Superación de la Pobreza.

Image

El presidente de la organización campesina, Baltazar Carripan, dijo que gracias a estas maquinarias podrán avanzar más rápido, puesto que el tiempo que dedicaban con animales de tiro y arriendo de equipos era muy largo. “Además, mejoraremos la producción y la calidad de las papas, ya que la sembradora que compramos es toda una innovación al contar con dos caídas de abono, para que éste caiga al lado de la línea de siembra y no sobre la papa. De esta forma la primera producción o el primer tallito que tiene la semilla no se quemará con el abono; por el contrario, crecerá y se podrá alimentar con el abono que tendrá al costado”.

Carripan agregó que para la cooperativa es muy relevante mecanizar la agricultura: “No podemos quedarnos atrás en materia de producción de papas; por el contrario, la mecanización agrícola nos abre las puertas para vender un producto de mejor calidad y mucho más grande”.

La seremi de Agricultura, Pamela Gatti, dijo que la compra de la sembradora y la cosechadora le permitirá a los socios de la cooperativa optimizar los tiempos dedicados a cada etapa del proceso productivo y mejorar sus rendimientos por hectárea. “Hoy estamos cumpliendo con el mandato del Presidente Boric de estar en la ruralidad apoyando a nuestros agricultores y agricultoras con hechos concretos, que se hacen tangibles gracias al trabajo de INDAP”, expresó.

Image

La directora de INDAP Biobío, Fabiola Lara, afirmó que “esta cooperativa es un ejemplo de trabajo para la comuna de Tirúa, donde la asociatividad es clave para avanzar hacia el desarrollo productivo y territorial, impulsando la adopción de soluciones tecnológicas e innovadoras que permitan promover una agricultura campesina e indígena más sostenible y resiliente”.

Juan Carlos Pacheco, jefe del Área Tirúa de INDAP, añadió que todos los socios de la cooperativa son usuarios de la institución y se dedican de forma individual y asociativa a la producción de semillas de papa y papas de consumo. “Desde enero de este año la cooperativa cuenta además con asesoría, a través del Programa de Asociatividad Económica (PAE), que les permitirá fortalecer su agrupación, mediante el desarrollo del negocio, la estructura organizacional y la articulación con el mercado”.

La Cooperativa Mapuche Gente de la Tierra nació en 2018 de un grupo de productores de semillas de papa que buscaban dar solución a complejidades comunes, como la comercialización de su producción. Con apoyo de INDAP se comenzó a analizar las posibilidades que existían para poder comercializar unidos y llegar a ofrecer una semilla de calidad y a precio competitivo.

Es así como decidieron formar una cooperativa, con la finalidad de comercializar juntos y ofrecer un volumen interesante para el mercado de la Provincia de Arauco; considerando además que Tirúa es una zona libre de enfermedades cuarentenarias para la producción de semillas, lo cual es una ventaja para un rubro que es de importancia para la comuna.

A poco andar, la cooperativa –basándose en las proyecciones de trabajo analizadas y el mercado existente– decidió entre sus 12 socios adquirir un predio de 12 hectáreas, las cuales actualmente se encuentran en producción, tanto de semillas de papa como de papa de consumo en condiciones de secano.