Noticias

 

A continuación, acceda a las distintas noticias de INDAP a nivel nacional:

 

Total de Noticias (11954)

Total de Noticias (11954)

Nuevos aires para el chacolí de Doñihue gracias a proyecto FIA - Universidad de Chile

Denominado como uno de los alcoholes patrimoniales de Chile, el chacolí ha estado vigente desde fines del siglo XVIII, siendo su época dorada durante el siglo XIX. Sin embargo con la proliferación de los vinos franceses pierde relevancia. En la actualidad, esta enorme tradición está de manera exclusiva en manos de un grupo de pequeños productores de la comuna de Doñihue, en la región de O’Higgins.

La Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura y la Universidad de Chile están trabajando en un proyecto que dar valor y promover el vino Chacolí para alcanzar mayores estándares de calidad, pero respetando su valor como patrimonio rural.

Actualmente este vino no cuenta con una normativa ni estandarización alguna relacionada a su proceso de producción, así como tampoco con una norma asociada a las características del producto, mediante la cual se le pueda denominar chacolí. Producto de ello, este producto se comercializa en el mercado informal limitando su venta a algunos pocos conocedores y vecinos. A esto se suma la irrupción de una industria vitivinícola de gran escala que promueve vinos más elaborados y de cepas mejor catalogadas internacionalmente.

La iniciativa conjunta entre FIA y la Universidad de Chile, contempla un levantamiento de información relativo a los procesos de producción y su valor simbólico, histórico y socio-cultural. A su vez, a los pequeños productores se les facilitarán nuevos equipamientos e insumos para optimizar su labor y contarán con asesoría continua en aspectos técnico productivos.

Sofía Boza, profesional de la Universidad de Chile y coordinadora del proyecto, destaca que “también se pretende llegar a una estandarización del chacolí, de manera que los compradores puedan identificarlo y tener una cierta expectativa acerca de sus características. Por otra parte, se realizará un diagnóstico de mercado y se ayudará a los productores a generar y ejecutar una estrategia de marketing. Finalmente, se va a contribuir a la promoción del chacolí con la participación en eventos como ferias o la propia Fiesta del Chacolí que se celebra en Doñihue todos los años en junio”.

Para ello, la Fiesta del Chacolí -que se realiza en Doñihue-, será potenciada a través de un plan de marketing que abordará circuitos cortos de comercialización en los que se propiciará la generación de vías de comercio local, relacionadas a productos de carácter patrimonial. Al respecto, el ejecutivo de innovación agraria de FIA, Robert Giovanetti, destaca que “esta iniciativa será de gran impacto para Doñihue; contempla la promoción de un paquete tecnológico dirigido a los productores de vino Chacolí que les permitirá innovar en términos de producto y marketing, generando nuevos mecanismos para mejorar la competitividad de la agricultura familiar campesina. Podrán alcanzar estándares de calidad con este vino, que resalten su valor como parte del patrimonio rural, sus cualidades organolépticas y sensoriales particulares.

En el proyecto participan inicialmente 10 chacoliceros de Doñihue, y se les ayudará a mejorar su calidad de vida a través de la profesionalización de la producción del vino, respetando costumbres y modos de producción.

El Chacolí se elabora a partir de uvas blancas y tintas de origen español y criollas, tales como las cepas País, Torrontés y Moscatel amarilla. Entre sus características particulares en su elaboración destaca que sigue un proceso de elaboración que considera un corto período de fermentación y sin guarda. El resultado es un vino joven, blanco, rosado o tinto, sin envejecimiento en barrica ni guarda en tinajas, con una graduación alcohólica en el rango de los 10,5 y 12° vol.

Imagen eliminada.

Avispa chaqueta amarilla: Recomendaciones para la fase final de la primera batalla

Una plaga. Ese es el mensaje que el Ministerio de Agricultura a través de los expertos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), y con la participación de otros servicios como el SAG e INDAP, quiso transmitir este 2016 contra la avispa chaqueta amarilla en su primera campaña para cazar a este insecto que causa estragos en distintos sectores de la economía del campo desde los cultivos hasta el turismo.

El sistema de alerta virtual Avispa-T, que avisa a los productores sobre los momentos de aparición de la véspula germánica (como es conocida científicamente); un instructivo para la fácil construcción de  una trampa con una botella plástica cargada con agua y vinagre de manzana, y una difusión intensa de información para conocerla, ubicarla, capturarla y protegerse ante ataques, fueron parte de esta cruzada lanzada en septiembre y que ha sido liderada por el ministro Carlos Furche.

La iniciativa pensó especialmente en los apicultores, que sufren estragos en sus colmenas; pequeños productores con daños en las siembras; trabajadores forestales atacados al encontrase con nidos y las familias y amigos que se vuelcan a hacer camping o picnic en los parques de Chile.

Diciembre es el período de expansión de la colonia de la avispa chaqueta amarilla través del trabajo de las obreras. Ya no sirve la trampa con botella que apuntaba a las reinas y se debe optar por un cebo registrado en el SAG y que se comercializa con el nombre de Vespugard.

Patricia Estay, Ingeniero Agrónomo, entomóloga y encargada del Laboratorio de Entomología de INIA, evalúa el momento del combate contra esta avispa y realiza un balance preliminar de esta primera acción pública contra la perniciosa avispa chaqueta amarilla. La conversación parte con el momento en que nos encontramos en esta batalla. 

Vespugard consiste en una mezcla de proteína de origen animal a la cual se mezcla el insecticida que viene en la caja ya dosificado. Las avispas son atraídas por los compuestos volátiles que produce el cebo y el insecticida está a tan baja dosis que no afecta a las obreras, pero si a las larvas que están desarrollándose en el nido. Son las obreras las que cuentan con la capacidad de colecta el alimento que llevan al nido y lo  reparten al interior del nido ,en este caso al ir el alimento con el insecticida afecta a muchas larvas, las que mueren. Al morir se deja de presentar el fenómeno de la trofalaxia que consisten en que las obrera alimentan a las larvas y a su vez las larvas regurgitan un compuesto que es fundamental para que las obreras puedan vivir. El cebo mata las larvas y al morir las larvas se para el alimento de las obreras y finalmente el nido completo muere”, relata la experta de INIA.

¿Qué pasos debe seguir hoy la población que se encuentre con estas colonias?

P.E: Cuando se encuentran en esta época obreras en abundancia se debe usar Vespugard, el cual trae una lata de 150 gr con cebo atrayente, una botellita con 35 de una mezcla insecticida y una bagueta para revolver. El cebo debe colocarse en el lugar donde las avispas se alimentan, por ejemplo en viñedos donde dañan los racimos, en lugares donde hay colmenas de abejas o en lugares turísticos, en perímetros de sectores residenciales, en la proximidad de fuentes de agua donde llegan las avispas. El cebo es específico así es que las abejas y las aves no son atraídas por el cebo. Se recomienda usar una trampa cada 1000 m2.

¿Es posible tener hoy un balance del resultado de esta campaña en cuanto al control de las avispas?

P.E: A la fecha de la campaña, se ha determinado que la población sigue confundiendo, especialmente en la Región Metropolitana las avispas papeleras, que forman su nido en techos, con la avispa chaqueta amarilla. Ello probablemente porque en la zona urbana y semirural se ven primero, la otra hace su nido en el suelo y su mayor población se observa en verano. Desde el sur nos ha llegado material que corresponde a material atrapado en trampas de vinagre de manzana, que si corresponden a reinas de avispa chaqueta amarilla .El balance de la campaña en un año con tanta variación de temperatura como hemos tenido, a mi juicio debiéramos tenerlo al final de la temporada especialmente en aquellos sectores que nos informaron de la colecta de reinas de avispa chaqueta amarilla.

¿Y un balance respecto del conocimiento público del tema? Recuerdo que asumimos esta campaña con la certeza de que en la generalidad nadie entendía a la chaqueta amarilla como una plaga.

P.E: La demanda por el Avispa-T, las numerosas solicitudes para participar en programas de radio y TV, las consultas vía mail etc. demuestran que la población sí reconoce a la avispa chaqueta amarilla como una plaga.

¿Cómo ha funcionado la web de apoyo Avispa-T?

P.E: Ha sido muy demandada y mucha pregunta donde se observó que la población confunde a las obreras y reinas de la avispa papelera que hacen su nido aéreo, con la chaqueta amarilla que hace su nido subterráneo.

¿Por qué es relevante esta campaña y su permanencia en el tiempo?

P.E: Porque si la población reconoce bien la plaga, tomará medidas de prevención y control temprano que disminuirá la población de verano, reduciendo las molestias y pérdidas económicas y el impacto ambiental de su control tardío.

Imagen eliminada.

La Abejita de Ránquil: El camino a la innovación de una apicultora heredera de la greda

Tras 18 años como usuaria de distintos programas de INDAP, Olivia Núñez Osorio se ha atrevido a dar pasos decididos en el camino de la innovación. Sabedora de que hay mucha competencia en el rubro de la producción apícola, cree haber dado en el clavo en el difícil arte de diferenciarse, y de llegar a los distintos mercados con productos atractivos y a toda prueba.

Nació en Quinchamalí, hija de una de las artesanas más antiguas y reconocidas en la zona, Olivia Osorio. “Me críe entre gredas” nos cuenta. Pero lo suyo no iba por ahí y con el tiempo, tras terminar la escuela, se casó y trasladó al sector las Rosas, en Ñipas, donde junto a su esposo y dos hijos llevan adelante su negocio apícola: La Abejita de Ránquil.

Su primera capacitación partió en el FOSIS, donde tomó conocimiento de qué se trataba tener un emprendimiento: “También tuve apoyo del SENCE y de SERCOTEC, así como de la Municipalidad de Ranquil. Y hace 18 años soy usuaria de los programas de INDAP", relata. Gracias a este apoyo hoy cuenta con una sala de cosecha, una sala de proceso, maquinaria para la extracción  de la miel, y una sala de atención para el público (proyectos PDI).

Olivia Núñez se ha abierto a nuevas líneas de productos. Primero accedió a una capacitación que ofreció Celulosa Arauco a mujeres emprendedoras, donde aprendió a hacer productos cosméticos a partir de la cera de las abejas.

Pero lo más valioso ha sido el intercambio entre las mismas apicultoras: “Tuve la oportunidad de viajar y conocer a productoras de países vecinos, y una profesora argentina me enseñó cómo hacer la miel saborizada al chocolate; pero yo la mejoré, y hoy tengo además miel a la menta, a la frambuesa, plátano, entre otros sabores, y lejos es lo que mejor se vende”.

Imagen eliminada.

La pasada ExpoMundoRural del Biobío fue una de sus exitosas participaciones en grandes ferias, las cuales considera muy útiles para mostrarse a nuevos compradores.

“Pienso hacer crecer el negocio, incursionar en nuevas especialidades. Ya tengo aprobado un proyecto con INDAP para cambiar el vehículo de trabajo, con una parte de aporte propio, ya que hay que estar siempre supervisando y cuidando los apiarios, que se ubican en distintos lugares. La clave está en no quedarse mucho tiempo en lo mismo”, asegura.

Fotos: Moisés Catrilaf / INDAP

Viñateros del Itata reciben a empresario para avanzar en negocios con Europa

Una visita a algunas viñas del Valle del Itata, con la perspectiva de encontrar productos que puedan ser exportados a la Unión Europea realizó Jacques Rodríguez, importador chileno radicado en Francia, en medio del viaje comercial  por América Latina. Durante la jornada Jacques pudo compartir con pequeños productores de las comunas de Ránquil, Coelemu y Portezuelo y con viñateros de la región del Maule, que hacían una gira por esa zona del Biobío.

Imagen eliminada.

El experto se mostró muy confiado del viaje: “vine para ver las oportunidades de negocios que se puedan desarrollar entre Chile y Europa principalmente. Vamos a empezar con productos locales, que me interesan mucho, vino y el acompañamiento que va con ello, principalmente productos regionales, y a través de Comercio Justo. Hay que tratar de formalizar algunos negocios para poder avanzar y si estamos de los primeros podemos llegar más lejos”.

El primer contacto de Jacques con los productores se dio en la Embajada de Chile en Francia, durante la gira de formación realizada por INDAP con los pequeños viñateros del Valle del Itata, y en esta oportunidad, consideró que ya es posible visualizar los frutos de este trabajo. “Los primeros contactos están claros, vamos a comercializar un vino a través de muestras, un contenedor de 18 mil litros, y eso incluye un contrato marco de mínimo cinco años. También ya estamos negociando una entrega de 100 mil litros a través de una agrupación”, destacó.

Para el director regional de INDAP, Andrés Castillo, esta visita comprueba que todo el esfuerzo realizado por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet ha rendido frutos: “la presencia de Jacques, con quien compartimos en Francia durante una gira tecnológica junto a viñateros del Valle del Itata, confirma que la exportación es una salida sumamente viable para los productos campesinos”.

“Esta no es la primera visita que recibimos y seguramente no será la última, es creciente el interés europeo en los productos de la región”, afirmó Castillo, quien destacó también la presencia de Alistair Cooper en el concurso del vino Valle del Itata, realizado por la agencia de área INDAP Coelemu: “Tener un jurado extranjero, que está desarrollando su tesis de Master of Wine sobre los vinos del Valle del Itata es algo que hace tres años estaba muy distante de los sueños de los viñateros. Estamos seguros que el camino para mejorar la calidad de vida de las miles de familias atendidas por INDAP en la región es la comercialización y para el 2017 tendremos más puntos de venta, tanto en el territorio como en Chillán y en Santiago”.

Sobre las perspectivas para los viñateros de la región, Rodríguez resaltó que “es fantástico la forma y el apoyo que INDAP les está dando a los pequeños productores, y es muy interesante ver los resultados del esfuerzo que cada uno de los agricultores”. Además confirmó el papel de la asociatividad como gran empuje para la exportación: “la mejor forma de llegar al mercado extranjero, Europa, y de forma asociativa, con el apoyo del gobierno”.

Imagen eliminada.

Agua para la agricultura en Magallanes: Saber regar hace la diferencia

La necesidad de preservar los recursos, ante la evidencia del derroche y la amenaza del cambio climático que altera los ecosistemas, justifican esta reflexión desde el extremo austral de Chile en donde INDAP también tiene puesta su atención en promover una agricultura familiar campesina sustentable y amigable con el medio ambiente.

Regar y saber regar hace una diferencia

Columna por Víctor Vargas, director regional de INDAP Magallanes

¿Cómo regar y cuánta agua entregar? Son las preguntas que definen a la agricultura de calidad. El proceso es tan específico que pocos comensales saben que un tomate, por ejemplo, necesita 12 litros de agua.  Es un fruto al que le desagrada la humedad y por su tipo de hojas es muy propenso a adquirir enfermedades: hay que evitar mojarlas. 

Y es que cada fruto y hortaliza tienen su propia huella hídrica que define la cantidad y agua que requieren.  Cada sistema posibilita, según su cosecha, la cantidad de agua y la forma a utilizar.

Así que no es llegar y regar. Cada fruto necesita una determinada cantidad de agua en todo su proceso. Se hace necesario conocer los requerimientos de agua de las plantas, es decir, su fisiología del riego. Afortunadamente hoy podemos controlarlo y estamos trabajando para socializar las técnicas entre los agricultores.

De ahí que para INDAP sea prioritario en Magallanes incorporar sistemas de riego que faciliten el trabajo agrícola y tengan la precisión adecuada en el uso eficiente del agua -en la manera de aplicarla, y cantidad- para cada cultivo. 

Es por eso que durante el año, nuestros funcionarios participaron en capacitaciones, donde conocieron nuevas tecnologías y los procesos más adecuados para implementar en la zona austral.  

Y como nuestro trabajo es principalmente en terreno, la entrega de los conocimientos es rápida, de primera mano y directa hacia los agricultores y los propios consultores que apoyan las faenas agrícolas.

El riego es un tema prioritario para el Ministerio de Agricultura y el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.  Hoy, en todo Chile, existen programas especiales para abordar la sequía, y el cambio climático que afecta las costumbres y usos, tanto en los períodos de siembra como cosecha.

En Magallanes, nuestra tarea es aumentar o mantener la superficie de riego, con un enfoque integral, desarrollando una mayor eficiencia y promoviendo el desarrollo sustentable de la actividad agropecuaria.

Margarita Contreras, la campesina que inició el rescate del tomate rosado en el Maule

Cuando aparecieron los tomates larga vida, redonditos, de cáscara gruesa y fáciles de pelar, Margarita Contreras creyó que el mundo comenzaba a acabar. Sin el sabor de los tradicionales rosados, que conocía desde niña en su localidad de Flor del Llano, cerca de San Clemente, los miró con atención y se propuso, más que nunca, cultivar los suyos.

“Mi madre y mi padre me habían enseñado a cultivarlos y por lo mismo, apenas se dio la oportunidad de compartir las semillas, no lo pensé dos veces. Llamé a mis amigos y decidimos rescatar su producción porque sabíamos que mucha gente estaría dispuesta a pagar un poco más porque no tiene nada que ver con los que se venden en los supermercados”, recuerda.

Fue así que se acercaron a otros productores y, a través de la Confederación Nacional Campesina y Trabajadores del Agro de Chile (Conagro), decidieron iniciar el rescate de lo más puro de la tradición tomatera de la región del Maule.

“No fue difícil ponernos de acuerdo -cuenta Margarita-, porque al primero que contacté fue a Antonio González y juntos pedimos apoyo a Conagro, que nos aceptó inmediatamente”. En tanto, la entidad gremial había decidido, coincidentemente, a inicios del 2015, ejecutar un proyecto con un nombre bastante familiar para las aspiraciones de Margarita: “Contribución al rescate de variedades tradicionales de tomate rosado”. O sea, sus tomates.

La idea, como cualquier cultivo, había comenzado también a germinar en otras regiones y Conagro ya tenía conversaciones con pequeños agricultores en la comuna metropolitana de Llay Llay, por lo que si alguno encontraba la idea algo descabellada no lo era tanto. Así se inicia la siembra de semillas celosamente bien tratadas por Margarita.

Pero no era solo eso. La productora de San Clemente no usaba productos químicos para controlar plagas y menos para hacer crecer artificialmente su producción. En otras palabras, y de acuerdo con los especialistas de Conagro, coinciden en que los tomates rosados “son producidos aplicando técnicas agroecológicas, lo que resulta en un producto libre beneficioso para la salud de quienes lo consumen y al mismo tiempo más sustentables que la agricultura convencional”.

Además, los acuerdos entre Conagro e INIA La Platina permitieron elaborar un plan de capacitación para el proceso de manejo de las semillas que ha sido de gran utilidad, tanto en San Clemente como en Llay Llay, para la conservación de las variedades locales que, como lo explica, “son variedades que pertenecen a una zona geográfica delimitada, llevan cultivándose durante mucho tiempo (en este caso, más de 70 años) con manejo específico de los agricultores, además de estar adaptadas a estas condiciones y poseer una riqueza fitogenética. Esto es material genético de origen vegetal de enorme valor”.

“La verdad es que son feos si se comparan con los tomates larga vida, tienen una cáscara más delgada. Pero hay que probarlos y ahí no existe comparación en materia de sabor y aroma”, concluye Margarita.

Imagen eliminada.

Payador Fernando Yáñez: “No concibo mi vida sin la música”

Fernando Yáñez, destacado payador de Campanario, Región del Maule, nos cuenta sobre sus primeras décimas y sus sentimientos más profundos.

INFANCIA: Desde pequeño viví en un ambiente muy delicado. En mi casa había libros y enciclopedias que podíamos hojear sin restricciones. Escuchábamos música clásica y folclórica. Recuerdo a Madame Butterfly, Carmen de Bisset, Beethoven, las rapsodias húngaras. En el folclor recuerdo a Los Huasos Quincheros, que eran muy afinados, a Los Fronterizos, a Los Chalchaleros, a Atahualpa Yupanqui y al grupo Cuncumén.

CANTAR: La música es algo tan pero tan inmenso, que la carencia de ella sólo la tienen los robots. Si uno hasta habla vistiendo las palabras con melodías y eso da una intención, una seguridad, un sentimiento. Pedro fue el hermano que con más energía abrazó el canto y fue un ejemplo que siempre seguí. Para mí, ser cantor ha sido algo sin igual. Con el canto he gozado mis alegrías, he salido de mis tristezas y he entendido que la vida sin comunicación no tiene sentido y todos somos capaces de expresar lo que sentimos y todos tenemos algo que decir y la misión es decirlo.

SENTIMIENTOS: Son cuatro: amor, odio, tristeza y alegría. Es verdad que el amor es más fuerte y el amor es como la tierra: Solo produce. Lo soporta todo y todo lo cambia también. El odio es el que te hace rechazar lo que no te sirve, lo que te contamina y hay dos formas de rechazarlo. Una es decir no y la otra es con violencia. La primera es la que sirve. La otra contamina. Es como el fuego, gracias a él recibimos el calor del sol y cocemos la comida; con violencia se transforma en un incendio. La tristeza es el sentimiento que nos hace echar de menos y no hay nada más triste que no vivir la tristeza cuando uno la experimenta, uno llora y al llorar bota agua, llanto. La alegría endulza el alma y es tan vital como el aire. Sin alegría, seríamos unos amargados y al amargado le falta la esencia de la vida.

EL INICIO DEL PAYADOR: El arte es vida y la música es una expresión del arte, y el cultivo del arte en cualquiera de sus expresiones nos obliga a encontrar el mayor equilibrio en el alma y al hacerlo, la vida misma es la que se expresa. Entendí esto y a los 33 años cambié radicalmente mi vida. Me fui de Campanario a Santiago con la intención de retomar el canto truncado por el golpe de estado y aprender a payar. Mi hermano Pedro me recibió en su hogar y simplemente fue mágico todo lo que ocurrió allí. Hicimos un cuarteto de payadores con los dos hermanos Rubio, Santos y Alfonso, y los dos hermanos Yáñez, Pedro y yo. A fines del 84 nos fuimos a vivir con Diana Espoz a Casas Viejas (Puente Alto). En 1990 nos volvimos a Campanario. Allí el 91 nació nuestra hija Ignacia y cantamos hasta el 2002, año en que ella se fue al cielo. Nunca más me he alejado de la paya o del canto. Simplemente no concibo mi vida sin la música.

LA TIERRA: La creación del mundo es algo tan perfecto que no se puede vivir sin convivir, sin compartir, sin relacionarse con todo. Con los vecinos, los animales, los árboles, los cauces de agua, las nubes. El campo genera múltiples relaciones sociales y culturales, pero cuando el ser humano ha concebido el campo como una fábrica de dinero, ahí se ha perdido todo y la tierra deja de enseñar y el hombre deja de aprender. El resultado de eso se traduce en la tristeza concreta de no comer desde hace como cuatro décadas una sandía con sabor a sandía. Felizmente árboles frutales quedan.

ANÉCDOTA: Hace más de 50 años que llegó al campo la Reforma Agraria. Oía: La tierra para el que la trabaja. Recuerdo que en mi sector, donde funcionaba una lechería, ésta pasó a manos de sus trabajadores y se hizo una fiesta de celebración. Y no me cabe ninguna duda que los antiguos dueños convencieron a los trabajadores de que los asados que hacían para celebrar tenían que ser de las mejores lecheras. Así fue, y eso me lleva a entender la frase “la pobre inocencia de la gente”.

LIBERTAD: El quetzal, en Centroamérica, es un pájaro que canta. Es un ave maravillosa. Deja de cantar si pierde la libertad. Y si deja de cantar, muere. A mí me pasaría lo mismo si dejo de canta. Pero si por alguna razón pierdo mi libertad, más fuerte cantaría tras los barrotes.

HOY: Soy jubilado. Tengo la edad y también tengo las imposiciones. Estoy viviendo en el campo y no compro zanahorias, porotos, lentejas, frutas, carne, leche, porque las produzco. No tengo ningún deseo de irme de esta tierra, pero si me voy, me voy en paz. Entendiendo que no soy dueño de la tierra, soy parte de ella.

Agricultores magallánicos preparan sus productos para las fiestas estivales de la Patagonia

A comienzos de este año, más de 25 mil personas participaron en el tradicional Festival de la Esquila de Villa Tehuelches, una pequeña localidad ubicada a 100 kilómetros al noroeste de Punta Arenas. La fiesta campesina destaca por la doma de caballos, muestras de esquila, arreo de ovejas y gastronomía típica, como las vaquillas asadas con cuero. 

La próxima versión de esta fiesta se realizará entre el 20 y el 22 de enero de 2017 y según Patricia Delgado, presidenta del Consejo Asesor Campesino (CAR) de Magallanes “es una gran oportunidad para los productores de la zona.  Siempre nos ha ido muy bien y las personas que llegan valoran y prefieren la producción regional, así que ya nos estamos preparando para asistir”.

Durante las jornadas, el pequeño poblado de 600 habitantes se llena de visitantes y por sus únicas seis calles pavimentadas transitan más de 25 mil personas, transformando la estepa casi vacía en un verdadero oasis de gente. 

En esta ocasión se habilitarán caballerizas y también la escuela local para que los productores hortofrutícolas de INDAP vendan sus productos. Ahí, las mermeladas de calafate, ruibarbo y zarzaparrilla, además de las verduras regionales, tienen un lugar ganado por más de cinco años. 

En otros espacios más amplios se realizarán las carreras de galgo y el arreo de piños de ovejas, y en la medialuna adornada como escenario principal se presentarán las competencias de esquila y el show artístico.

Otra fiesta esperada por los campesinos es la Expo Magallanes que organiza la Asociación Gremial de Industriales y Artesanos (AGIA), actividad que está programada entre el 23 y el 29 de enero en el Liceo San José de Punta Arenas.

“Tanto el Festival de la Esquila como la Expo Magallanes son ocasiones para valorar nuestra cultura y destacar el rol de campañistas, puesteros, ovejeros y agricultores que tanto han hecho por la economía del país. También son una oportunidad de relajo para turistas y magallánicos. Creemos que se hace necesario darle apoyo a nuestros usuarios y fortalecer los mercados actuales”, indicó Petar Bradasic, director (s) regional de INDAP Magallanes.

Emprendedoras de Illapel se certifican en cursos impartidos por el convenio INDAP-Prodemu

Con una amplia lista de capacidades adquiridas para potenciar sus negocios, 18 emprendedoras de la comuna de Illapel se certificaron en el Programa de Formación y Capacitación para Mujeres Campesinas que ejecutan INDAP y la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu).

En un camino de tres años -duración del programa-, las productoras pertenecientes a los emprendimientos asociativos “Flor de Cañas”, “Avícola Villa Santa Virginia” y “Arañitas Tejedoras del Maitén, tuvieron la oportunidad de recibir herramientas enfocadas a mejorar su productividad, además de fortalecer de manera considerable la parte sociolaboral, logrando un crecimiento tanto económico como personal.

Regina Aguilera, integrante del grupo de hortaliceras y floricultoras “Flor de Cañas”, destacó que esta iniciativa se transformó en “un verdadero avance como persona, como agricultora y como mujer, pues hemos crecido significativamente en estos tres años gracias al INDAP y a Prodemu. Estas instituciones nos dieron la oportunidad de capacitarnos, nosotras la supimos aprovechar y ahora queremos seguir haciéndolo para mejorar más nuestra calidad de vida“.

El empoderamiento femenino es un tema que ha estado latente estos últimos años y por esta razón para el Gobierno es fundamental apoyar con iniciativas que ayuden a fomentar este cambio a nivel nacional, potenciándolo en las mujeres de sectores rurales.

Para INDAP, en palabras de su director regional, Diego Peralta, la certificación representó “un paso gigantesco, porque estamos cambiando la vida de 18 mujeres de Illapel, que pasaron de estar poco incorporadas en el mundo del emprendimiento a tener un proyecto de vida totalmente distinto, porque quedaron inmersas y empoderadas en el mundo de los negocios”.

La directora ejecutiva de Prodemu Choapa, Yasna Ulloga, destacó que “este convenio es uno de los más importantes que tenemos como institución, ya que más que entregarle a las mujeres habilidades para surgir económicamente, brinda un trabajo psicolaboral que permite contemplar un desarrollo integral de las beneficiadas, aportando positivamente en su crecimiento personal”.

Imagen eliminada.

Beatriz Pichi Malen y el sagrado arte del canto mapuche

Beatriz Pichi Malen, cantante mapuche, nos cuenta en primera persona sobre su vida, su arte y su visión de la sociedad:

Nací en la comunidad de Los Toldos, provincia de Buenos Aires. Desciendo del longko Ignacio Kolikeo, salido de Nueva Imperial. Nos quitaron el campo, razón por la cual tuvimos que emigrar, pero la tierra permaneció en mí: su sentido y sus emociones.

Siendo muy pequeña, con sólo seis meses de vida, y luego de haber nacido muy enferma, mi madre me entrega a una familia para que me pudiera cuidar. Estábamos en la calle, sin remedios ni buena alimentación. Por fortuna, luego de dos años me recupera y ahí pasamos a ser trabajadores rurales. Mi padre era un militante justicialista del partido y siempre que había un golpe de estado era buscado, allanaban mi casa y de vuelta a empezar con la huida para no ser apresado por el solo motivo de pensar en la justicia social y la libertad.

Por esas circunstancias, el canto me acompaño siempre, atemperando esa vida impuesta. Pero nunca consideré siquiera llegar a ser una cantante, de hecho -en mi fuero interno-, me considero una cantora de mi pueblo y ando entre ellos -mi gente- para ver si los puedo alcanzar. No tengo necesidad de hacer una opción por los pobres porque pertenezco a ellos.

La primera gira que realicé fue a Manhattan, Estados Unidos, a un encuentro internacional de mujeres del mundo y de allí no pare más. El canto se instaló en mí de una forma tan peculiar que me lleva bajo los cuatro cielos. Yo simplemente me dejo llevar. Lo asocio con la libertad máxima a la cual puede aspirar un ser humano. Cantar es un ejercicio de libertad.

Cantar para mí es un derecho consustancial a la condición humana, por la sola razón de sentir que podemos hacerlo, pero muchas veces nos reprimimos. En ese sentido y por la pluralidad que tiene, es profundamente democrático el arte de cantar. Pero hacer de ello una profesión es otra cosa, requiere de otras habilidades y de hacerle frente a muchas complejidades. Por eso cuando consideré que podía ser un trabajo, me dediqué por completo a ello: cantar. No hay distancias, ni horarios, ni lugares, todos los espacios para mí son dignos, pero exijo sí que tengan el entorno que los cantos merecen.

Cantar para mí es expresar, sacar lo opreso, ya sea alegre o triste, por eso tiene ese sentido profundo del cual nos hablaba Víctor Jara. En el decir muchas veces nos jugamos la dignidad humana.

El canto para mí es uno solo, no entro a desmenuzar o analizar si es étnico, campesino, folclórico o de ciudad. Es canto, es expresión pura. Cuando el canto tiene contenido, cuando el canto dice, nos hace viajar y en este momento recuerdo a René Inostroza sobre lo genuino del campo. A través de esos viajes musicales vamos reconociendo otras realidades, otras formas de vida y de ser en la sociedad. Leemos esas realidades y nos comprometemos con ellas. Cuando son dolorosas y opresivas, intentamos transformarlas o, al menos, aportar a que la conciencia ciudadana sea capaz de visualizarlas.

El canto mapuche, que es lo que yo produzco, habla muy profundamente de la vida misma, de la naturaleza, de historias de vida y sobre todo de lo espiritual. Siempre tiene un argumento, nunca es porque sí. Las sociedades actuales: informatizadas y del conocimiento, pero sobre todo sociedades donde prima la oferta y demanda, y donde al parecer todo se puede transar en la bolsa de valores. Ha perdido sentido la espiritualidad humana, la gratuidad de amar y darse, la gratuidad de cantar y sentir, la gratuidad de sentir compasión por los demás y actuar en consonancia. Por eso, poder entregar nuestros cantos a los trabajadores rurales, ya sea en una trilla a yegua suelta, en una ceremonia, es para mí volver a mi infancia o juventud con el plus de estar entre mi gente.

Las luchas sociales, las demandas de los más relegados y las injusticias en general, son situaciones que generan una mayor necesidad de ese expresar. Pero es muy cierto también que me produce una inundación de alegría recrear cantos muy antiguos que fueron pasando de generación en generación, que nos hablan del viento, de las aguas, de los animales, de amores y muy especialmente de recrear los cantos sagrados, que en definitiva son todos porque es sagrado cantar.

Miriam Talavera, presidenta de Anamuri: “La soberanía alimentaria es la soberanía de nuestras vidas”

La presidenta de la Asociación de Mujeres Campesinas e Indígenas (Anamuri) -organización que representa a más de 6.800 socias- está preocupada de incorporar en las políticas públicas la mirada de género para transformar la realidad de las mujeres. Por eso su enfoque es una formación sociopolítica de las mujeres rurales que les permita lograr cambios estructurales que visibilicen su rol en la economía productiva del país.

¿Qué es lo que busca Anamuri como asociación de mujeres campesinas e indígenas?

Contar con un espacio autónomo y articulado para ser escuchadas en nuestras propuestas y demandas. Desarrollar y fortalecer la participación y el empoderamiento de las mujeres del campo no sólo en la esfera productiva, sino también en la incidencia política.

¿Cómo es la relación de Anamuri con INDAP?

La relación es bastante buena, cordial, de compromisos mutuos y claros en relación a la Agricultura Familiar Campesina e Indígena.

¿En qué proyectos se está trabajando en conjunto?

Estamos trabajamos en el Programa de Gestión y Soporte Organizacional (Progyso), que es un subsidio económico que nos permite mejorar y fortalecer organizacionalmente a nuestras bases. Además, firmamos un convenio para concretar un sueño de Anamuri, de tener nuestro Instituto de Agroecología para las mujeres del campo.

¿Cuál es el aporte de Anamuri a las mujeres rurales de nuestro país?

La construcción permanente de nuestros saberes ancestrales, que se reflejan en propuestas para la defensa y la promoción de la participación política; la defensa de los derechos de la mujer del campo, junto a otras organizaciones aliadas a nivel nacional e internacional; y las propuestas que apuntan a la autonomía económica.

¿Qué es lo que falta para que el Estado incluya en sus políticas públicas una mirada de género? 

Si bien reconocemos que el Estado ha dado pasos importantes, sabemos que aún falta mucho camino por recorrer. Es obligación del Estado velar por la soberanía alimentaria de los pueblos, reconociendo el rol de las mujeres en la producción agrícola. Garantizar la soberanía alimentaria significa resguardar nuestras semillas criollas, proteger el alimento sano libre de transgénicos y químicos, respetar los saberes ancestrales, facilitar el acceso de las mujeres a la tenencia de la tierra, a la propiedad y los bienes, reconocer la multiculturalidad y plurinacionalidad de los territorio, garantizar la autonomía económica de las mujeres del campo, fortalecer la participación política y acabar con las inequidades en los territorios. Para nosotras, la soberanía alimentaria es también la soberanía de nuestras vidas y de nuestros cuerpos, porque nos permite la construcción de nuestra autonomía.

¿Faltan instancias de liderazgo para las mujeres?

No es fácil para las mujeres tener tiempo para dedicarle a la organización, no hay que olvidar que nosotras somos proveedoras, porque muchas somos jefas de hogar; somos las responsables de alimentar a casi el 80% del planeta; se nos ha dado el rol de tener a nuestro cargo las tareas domésticas y el rol de cuidadoras; y también necesitamos espacio para intentar cambiar el mundo de desigualdades que nos ha tocado transitar.

¿Cómo Anamuri está haciéndose cargo de este tema?

Como ANAMURI creemos que potenciar la formación y capacitación con un enfoque de género es un tema transversal. Las mujeres capacitadas y  empoderadas como ciudadanas sujetas de derechos, con un rol político transformador, conscientes de nuestra capacidad individual y colectiva, obviamente debemos incidir en la transformación y aplicación de un nuevo sistema desde la visión feminista.