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A continuación, acceda a las distintas noticias de INDAP a nivel nacional:

 

Total de Noticias (11883)

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Emprendedores campesinos de Paredones cumplieron el sueño de contar con sala de procesos comunitaria

Cumplieron un sueño y ahora sienten que se les abren nuevos caminos y oportunidades. Así de importante es para los productores agrícolas de la comuna de Paredones, región de O’Higgins, contar con una sala de procesos comunitaria en la que podrán elaborar y procesar alimentos en un lugar certificado con resolución sanitaria.

Este nuevo espacio es el fruto de un trabajo colaborativo de la Subsecretaria de Desarrollo Regional (Subdere), el municipio de Paredones y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), los cuales aunaron esfuerzos para la construcción y habilitación de esta sala que fue inaugurada este jueves 10 de julio. 

La ceremonia contó con la presencia del director nacional de INDAP, Santiago Rojas; la seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Constanza Valencia; la jefa dela Unidad Regional de la Subdere de O’Higgins, Pamela Caro; el alcalde Antonio Carvacho y concejales de la comuna; el director regional de INDAP, Braulio Moreno; otras autoridades, dirigentes agrícolas y los 17 productores que procesarán conservas, mermeladas, salsas y aderezos en la sala comunitaria.

El alcalde Antonio Carvacho destacó que al contar con un lugar con resolución sanitaria estos emprendedores –11 mujeres y 6 hombres– darán un valor agregado a sus productos, los cuales podrán comercializar de mejor forma, aumentando sus ventas e ingresos económicos. 

Santiago Rojas señaló que uno de los ejes de la estrategia de INDAP es apoyar el acceso de los pequeños productores agrícolas a los mercados formales y a una comercialización más justa, para lo cual se han definido varias acciones entre las cuales está, justamente, el fortalecer la red de salas de procesos de alimentos con resolución sanitaria.

La productora Teresa Díaz Vergara indicó que “vamos a elaborar productos con certificación sanitaria y con denominación de origen, rescatando recetas ancestrales y usando frutas de la zona cultivadas con manos campesinas”. 

El director regional de INDAP, Braulio Moreno, expresó que uno de los principales problemas que tienen muchos pequeños agricultores es el de la comercialización, por no contar con la necesaria resolución sanitaria para sus productos. Añadió que ahora, estos emprendedores de Paredones usuarios de la institución podrán cumplir la normativa vigente e ingresar a los mercados formales con todas las de la ley. 

Moreno resaltó que en Chépica funciona desde enero de 2023 una sala de proceso comunitaria y que en fecha próxima se espera implementar espacios similares en otras comunas de la región.

El costo de la construcción de la sala de proceso de Paredones correspondió a 60 millones de pesos y fue financiada con recursos provenientes de la Subdere. Por su parte, el municipio aportó el terreno e INDAP invirtió más de 20 millones de pesos en su implementación y habilitación.

Chile Alimenta el Futuro: INDAP Maule ya cuenta con el equipo que liderará modernización institucional

INDAP Maule ya definió al equipo de trabajo que liderará la primera etapa del proyecto de modernización institucional “Chile Alimenta al Futuro”, una iniciativa financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se inició en octubre de 2024 y finaliza en 2029.

INDAP es una de las tres entidades que participa del programa, junto al SAG y a la subsecretaria de Agricultura, y lo hará a través del subcomponente Modernización Integral de INDAP, donde Maule es una de las tres regiones pioneras en este proceso junto a Valparaíso y Los Ríos.

Ximena Quezada, coordinadora nacional del Proyecto Chile Alimenta al Futuro, lideró en Talca un taller presencial de implementación de los Planes de Desarrollo Agropecuario Sostenible (PDAS), el primer componente del programa de modernización.

En esta instancia participaron las contrapartes de las 11 agencias de área, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Universidad de California, Davis (UC Davis), además del jefe de Fomento de INDAP, Sebastián Acosta; la directora regional (S) del servicio, Cristina Briones; y el coordinador regional del programa, José Manuel Valenzuela.

Quezada destacó que esta jornada es la primera actividad presencial de capacitación e inducción en los PDAS, que son un instrumento de planificación que permitirá ordenar a través de rubros productivos el apoyo que se entrega a la población usuaria de INDAP.Hoy hicimos la primera etapa de lo que va a ser el proceso de formulación de los PDAS, que tiene mucha importancia en todo el sistema de extensión, y luego vienen otras actividades de capacitación intensiva, en las que el propósito es dejar al equipo regional, que ya quedó constituido, con colegas de la región y un representante de cada agencia de área, para conducir este proceso en la región del Maule”.

José Manuel Valenzuela, coordinador regional del programa, dijo que el proceso de modernización considera cuatro componentes. El primero es la creación de los Planes de Desarrollo Agropecuario Sostenibles (PDAS), que ya cuenta con un equipo de trabajo regional y que será apoyado por un coordinador especialmente contratado para esta labor y por una consultora externa que está en proceso de licitación.

Luego está la creación de una oferta programática simplificada y localizada, que permita adecuar la actual oferta de INDAP, facilitar el acceso, mejorar la gestión y maximizar su impacto en la agricultura familiar. También se abordará el modelo de extensión, para que sea más flexible y profesional, fortaleciendo la asistencia técnica con foco en las brechas técnicas, digitales y tecnológica, y se trabajará en la modernización de los sistemas informáticos, estableciendo métricas y herramientas digitales que mejoren la toma de decisiones.

Representantes de la región de Los Lagos participaron en taller para modernizar Ley Orgánica de INDAP

Con talleres en Castro, Osorno y Puerto Montt, dirigencias campesinas, comunidades indígenas y personal de la institución entregaron sus propuestas y reflexiones en el marco del proceso nacional INDAP Dialoga.

Con cuatro talleres participativos realizados en Castro, Puerto Montt y Osorno se desarrolló INDAP Dialoga en la región de Los Lagos; instancia participativa que busca actualizar la Ley Orgánica del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), vigente desde 1990.

En las jornadas organizadas por INDAP y FAO participaron dirigentas y dirigentes campesinos de toda la región, representantes de comunidades indígenas y la planta funcionaria, con el objetivo de recoger propuestas, experiencias y visiones desde el territorio para construir, de manera colectiva, una nueva institucionalidad que represente mejor las necesidades actuales del campo chileno.

José Luis Rodríguez, agricultor de Maullín y presidente del Consejo Asesor Regional (CAR) de INDAP, tras la instancia de diálogo dijo que “para nosotros es gratificante participar y proponer cambios a la normativa. Que nos escuchen es la primera opción que tenemos para modificar ciertas cosas que están hoy día entrabando la articulación con los campesinos y queremos un INDAP que alcance para todos; para los jóvenes, para las mujeres y para todos en general”.

Opinión similar manifestó Enia Esparza, presidenta de la Comunidad Indígena Futa Huapi Chilwe y representante del Comité de Agencia de Área (CADA) de Quemchi: “INDAP Dialoga, donde me ha tocado participar, está buscando el mecanismo para completar las inquietudes que se nos han dado con estas modificaciones que tenemos que implementar y trabajar en conjunto y eso se agradece. Queremos un INDAP descentralizado, inclusivo, donde se reconozcan los pueblos originarios”.

Víctor Benavente, agricultor de Chonchi y representante de la Agrupación de Jóvenes Ketrawe, puso énfasis en que “queremos un INDAP actualizado con los tiempos modernos, con el cambio climático, la desertificación, la escasez hídrica, generar una economía circular conservando las prácticas ancestrales con modernidad; ya que con el cambio climático se han generado temas que cuando partió INDAP no existían”.

Esta instancia forma parte de más de 60 talleres que se están realizando a lo largo de todo Chile durante 2025, con énfasis en la participación de mujeres, juventudes, pueblos originarios y trabajadores del mundo rural. Todos los aportes recogidos serán sistematizados y considerados en una propuesta que se presentará durante el último trimestre del año.

“El mundo y la agricultura familiar campesina e indígena han estado sujetos a cambios importantes; el cambio climático, las tecnologías de la información, la inclusión, las variables de género, entre tantas otras, y por supuesto que eso afecta la práctica de la agricultura, pero también la pertinencia y la acción de los servicios públicos, en este caso INDAP. Vamos a trabajar comprometidamente para elaborar una propuesta inclusiva, amplia y que incorpore también todas estas temáticas de presente y de futuro”, expresó César Rodríguez, subdirector nacional de INDAP.

Con este proceso, INDAP reafirma su compromiso de construir, desde los territorios, una propuesta de modernización de su Ley Orgánica que refleje la realidad y los desafíos actuales del mundo rural. Escuchando a quienes forman parte de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, se busca fortalecer la institucionalidad con una mirada inclusiva, representativa y orientada al futuro. 

Funcionarios de la Agencia de Área Lolol reciclan los residuos: elaboran compost y ladrillos ecológicos

En la Agencia de Área Lolol de INDAP, los funcionarios están comprometidos y motivados con el cuidado del medio ambiente. También, están convencidos de que en esta cruzada el aporte de cada uno es importante, por lo que este equipo de siete personas realiza acciones concretas en materia de reciclaje, compostaje y elaboración de ladrillos ecológicos. 

Lidera esta iniciativa el ejecutivo integral Juan Manuel Maldonado, a quien el año pasado el jefe de área, Fernando Cabrera, le solicitó que asumiera la tarea de encargado de la gestión de residuos de esa agencia. 

"Empecé por analizar qué tipo de residuos generábamos y cómo podríamos reducirlos", explicó. La respuesta fue simple, pero efectiva: separar residuos vegetales y depositarlos en una compostera que se instaló en el patio de la agencia de área. Así, con los residuos hacen un compost que se utiliza para nutrir las plantas y árboles.

Pero eso no es todo. El grupo también comenzó a producir ladrillos ecológicos utilizando plásticos de un solo uso, que se compactan y se transforman en material de construcción sostenible. "Es un proceso que requiere paciencia y dedicación, porque el plástico debe quedar bien compactado", señaló Juan Manuel.

Agregó que previamente los funcionarios del área se reunieron para dialogar sobre el tema del Estado Verde “y de ahí salió la idea de separar los residuos vegetales y hacer compost”.

El Estado Verde es un sistema de gestión ambiental que impulsa a las instituciones públicas –entre ellas INDAP– a adoptar prácticas sustentables en su funcionamiento diario. Forma parte del Programa de Mejoramiento de la Gestión (PMG) y apunta a reducir nuestro impacto ambiental, individual e institucional.  

Un ejemplo a seguir

Juan Manuel Maldonado indicó que él practica permacultura, un sistema que propone un estilo de vida sostenible que imita a los ecosistemas naturales. En esa línea, se preocupa del cuidado del medio ambiente, del consumo de energía, del uso responsable del agua y de reciclar todo lo que sea posible, de manera de no generar basura. 

“Yo he construido mi casa –contó– en ella todo es de eficiencia energética”. Además, no usa basurero: acumula en un saco aquello que no puede reutilizar y lo desecha una vez al año. Aprovecha materiales como el tetrapak para revestir paredes, usándolo como aislante térmico en los dormitorios de sus hijos, combinado con lana de oveja y madera. Incluso, reutiliza esos envases en la reparación de estructuras como conejeras, donde también incorpora plásticos para mejorar la aislación.

También, Juan Manuel promueve la conciencia ambiental en su entorno laboral. Se preocupa por el uso racional de la energía, fomenta prácticas como apagar luces innecesarias y busca maneras de reducir el consumo de gas y electricidad en la oficina. Propone medir y comparar los gastos energéticos de un año a otro para tomar decisiones concretas.

Con su ejemplo, logró motivar al grupo de la Agencia de Área Lolol de INDAP en las tareas de reciclaje y compostaje, al igual que en la elaboración de ladrillos ecológicos con plásticos de un solo uso, como envoltorios de dulces, galletas y otros que se van compactando en un envase asignado en la cocina. “Todos sabemos que ese plástico hay que dejarlo ahí”, añadió.

Planteó que es importante que cada persona se dé cuenta de su responsabilidad individual con el cuidado del medio ambiente: “Es fundamental tomar conciencia, no le tomamos mucho el peso al tema del medio ambiente; vivimos en un país donde no nos hacemos cargo de la basura, se la pasamos a otro. Aquí en Lolol, puedo asegurar que el camión de la basura el 80 por ciento de lo que lleva es reciclable. Tenemos y podemos reducir la cantidad de basura”.

Como un ejemplo a seguir, la Agencia de Área Lolol se ha convertido en un modelo de sostenibilidad y compromiso con el medio ambiente, para inspirar a otras organizaciones y comunidades que buscan reducir su huella ecológica y contribuir a un futuro más sostenible.

INDAP Aysén destaca los logros alcanzados por la región en la cuenta pública nacional 2025 del servicio

En el marco de la Cuenta Pública Participativa 2025 presentada por el director nacional de INDAP, Santiago Rojas, la dirección regional de INDAP Aysén destacó los principales avances que esta hoja de ruta ha permitido concretar en el territorio. La implementación de los ejes estratégicos institucionales ha tenido expresión concreta en la región, a través de iniciativas que fortalecen la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, impulsan la sostenibilidad productiva y promueven el arraigo de jóvenes en el mundo rural.

“Los programas de INDAP han llegado a Aysén con fuerza: hemos fortalecido la agricultura sostenible con el cierre exitoso de la primera edición del Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) en Mañihuales, con 32 participantes; firmamos el convenio para la Tienda Mundo Rural con la Municipalidad de Coyhaique, que incluye el comodato de una propiedad fiscal que será la infraestructura de esta tienda; e iniciamos este año el programa para jóvenes rurales Mi Primer Negocio Rural, con una convocatoria amplia y representativa”, destacó la directora de INDAP Aysén, Yessica Lagos Cárdenas, quien además subrayó el impacto real de los programas en el desarrollo productivo de las familias campesinas.

A estos avances se suma la implementación de la Estrategia INDAP 2023-2030, un instrumento nacional que en Aysén se ha transformado en iniciativas concretas, con énfasis en sostenibilidad, mercados inclusivos y fortalecimiento organizacional. En este marco, destaca la reciente firma de convenios con todas las municipalidades de la región para asegurar la implementación y continuidad del Programa de Desarrollo Local (Prodesal), lo que permitirá llegar a más familias campesinas con asesoría técnica e inversiones adaptadas a su realidad.

“Lo relevante es que hoy no hablamos de políticas generales, sino de acciones tangibles: más apoyo técnico, capacitación e instancias de comercialización en Aysén”, explicó el jefe del Departamento de Fomento de INDAP Aysén, Benjamín Donoso, reforzando que los programas de INDAP están pensados desde y para el territorio.

A nivel nacional, INDAP destinó en 2024 un presupuesto de más de $392 mil millones, alcanzando una ejecución del 98,8%, lo que permitió beneficiar a más de 166 mil productores rurales, entre ellos hombres, mujeres, jóvenes y empresas campesinas. Entre 2022 y 2025, los recursos crecieron un 21% y el financiamiento para inversiones, créditos y asesorías aumentó un 22%, lo que evidencia el compromiso del gobierno por invertir más en el desarrollo de una agricultura con justicia territorial y oportunidades reales.

En la región de Aysén, durante el período 2024, INDAP ejecutó un presupuesto de más de $4 mil millones ($4.605.844.367), que permitió beneficiar a 1297 usuarios y usuarias, en su mayoría mujeres. Las cifras reportan 733 productoras, 564 productores y organizaciones campesinas, reflejando el compromiso institucional por fortalecer la ruralidad en uno de los territorios más aislados del país.

Además de estos recursos sectoriales, y con la finalidad de dar mejor respuesta al cumplimiento de los ejes estratégicos de INDAP, a nivel regional se han apalancado recursos del Gobierno Regional por más de $2 mil millones, para la implementación de los programas Conectividad Física (caminos intraprediales), Suelos Aysén, Fortalecimiento Caprino y, en la provincia del Capitán Prat, el Programa Ganadero y Recursos Hídricos.

Con estos resultados, INDAP Aysén reafirma su compromiso con el desarrollo de una agricultura resiliente y con oportunidades reales. Gracias al trabajo articulado con actores locales y organizaciones campesinas, la institución sigue avanzando en el fortalecimiento de la soberanía alimentaria, el arraigo territorial y la mejora de la calidad de vida en el campo patagónico.

Con apoyo de INDAP la joven de Combarbalá Yanina Rojas logró hacer realidad su camping La Sirita

Como un camping enfocado en el cuidado de la naturaleza, define la joven rural Yanina Rojas Díaz su emprendimiento ubicado en la localidad de San Marcos, comuna de Combarbalá. Usuaria del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), cuenta que el servicio del agro ha sido clave en el proceso de hacer realidad lo que en un momento era solo un proyecto. “Nosotros siempre hemos trabajado en la ganadería y en INDAP vieron que teníamos el espacio para entregar este servicio y se fue dando de a poco. Ahora nos dedicamos a ambas cosas: a la ganadería y al camping”, dice.

La Sirita es el nombre del camping y Yanina detalla que ha querido agregar valor a la experiencia de los visitantes: “Tenemos animales, entonces, las personas tienen la opción, si así lo quieren, de sentirse parte de la experiencia de lo que significa trabajar en la ruralidad. Por ejemplo, a los niños les gusta alimentar a las cabras, a las ovejas y a las gallinas. También contamos con un espacio limpio determinado para cada familia y hay acceso al río Huatulame”.

Yanina participa del programa Mi Primer Negocio Rural de INDAP, a través del cual ha recibido capital de trabajo para la adquisición de envases para sus productos, entre otros insumos; y el cofinanciamiento de la inversión para una sala de ventas y su implementación. Además, el servicio del agro abrió en 2024 un llamado a concurso especial para jóvenes rurales mediante el Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) con el que obtuvo financiamiento para mejorar los baños de su camping.

Para el director de INDAP Coquimbo, Víctor Illanes, la labor de Yanina Rojas “es algo que queremos destacar. Primero, porque ha confiado en el servicio que le hemos brindado, especialmente en lo relacionado con su camping, el cual es un lugar ideal para que los visitantes conozcan de más cerca lo que es vivir en la ruralidad. Y segundo, porque vemos en ella las ganas de permanecer en el campo y seguir surgiendo”.

El seremi de Agricultura, Christian Álvarez, señala que el mundo rural “tiene un enorme potencial, con oportunidades para seguir creciendo y alternativas para innovar o darles otra mirada a todas las bondades del campo. Eso lo vemos reflejado en el trabajo de esta usuaria INDAP, quien destaca con un camping donde los turistas pueden tener una experiencia inmersiva, lo que permite poner en valor el esfuerzo y dedicación que hay detrás de cada producto que ofrece la Agricultura Familiar Campesina e Indígena”.

- Yanina, ¿cómo ha sido el trabajo junto a INDAP?

“Gracias a INDAP recientemente se dio la posibilidad de tener en el camping una sala de ventas, para que así las personas puedan comprar nuestros productos, como queso, lo que nos ayudará enormemente. Además, nos ha abierto el camino para lograr aquello que veíamos imposible, que era tener acondicionado el camping como lo tenemos actualmente”.

Los interesados e interesadas en contactarse con Yanina Rojas pueden hacerlo a su número celular y WhatsApp, +56 9 9543 4232, o visitando sus redes sociales: Instagram @campinglasirita y Facebook Camping La Sirita.

Agricultor de Ovalle Luis Rojas exhibe con orgullo su producción agroecológica tras egresar del TAS

Jovial y entusiasta, Luis Alfonso Rojas Maluenda (64) es uno de los 70 productores de la región de Coquimbo que recientemente egresó del Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS), implementado por INDAP e INIA a lo largo de todo el país.

Con su esposa, Patricia Rodríguez –son padres de cuatro hijos: Alfonso, María Patricia, Luis Raymundo y Francisca–, viven en Potrerillos Bajos, en la zona rural de Ovalle, y son propietarios de un predio de 1,2 hectáreas, donde además de plantaciones de frutales como paltos, limones, naranjos, olivos, damascos, duraznos y uvas también cultivan hortalizas según la estación: en invierno lechuga, cilantro y espinaca, y en verano sandías, melones, maíz y porotos, entre otras.

Su relación con la tierra nace porque sus padres y abuelos eran campesinos. “Desde los 10 años tengo un vínculo directo con la agricultura. Ahí comencé a entusiasmarme con este trabajo”, relata en medio de una plantación de paltos que verdean a los pies de cerros semiáridos, donde la escasez de agua es una realidad constante.

A los saberes heredados de sus padres y a su vasta experiencia en el campo, hoy suma nuevos conocimientos adquiridos tras su paso de dos años por el TAS. Dice haber mejorado bastante y ganado experiencia gracias a los aprendizajes que entrega el programa y la asistencia técnica.

En su predio, Luis aplica prácticas y técnicas sostenibles desde hace más de 30 años. Sin conocer el concepto, hacía agroecología: incorporaba elementos orgánicos como hojas, restos de podas y guano de animales a los suelos que cultivaba. Por esos años, también realizaba vermicultura (crianza de lombrices) y transformaba residuos orgánicos en abono de alta calidad.

A partir de los conocimientos adquiridos en el TAS, hoy produce su propio abono orgánico, el que aplica en sus plantaciones. También cuenta con una biofábrica en la que hace biocompost, bioácidos, bioestimulantes, ensilaje de microorganismos nativos, fermentados de algas y jabones potásicos, entre otros preparados que permiten mejorar la calidad de los suelos.

“Son cerca de 12 preparados de elaboración propia y que me han dado muy buenos resultados”, declara con orgullo. Y agrega que hoy es necesario tomar conciencia del escenario climático actual y adoptar prácticas agrícolas que eviten daños ecológicos: “Esto es una forma de “aportar con nuestro granito de arena, que puede ser poco, pero es necesario”. En ese sentido invita a sus pares agricultores a seguir el camino de la sustentabilidad y la agroecología.

Además del consumo familiar, su producción la comercializa directamente en su predio y más del 50%, en ferias y mercados de Ovalle. “Se difunde ‘boca a boca’; no tengo problemas para vender mis productos porque son de calidad y agroecológicos, lo que la gente puede ver cuando visita mi terreno”.

En su parcela, Luis recibe con entusiasmo a quienes quieran conocer su experiencia y su forma de trabajar la tierra o se interesen en pasar de la agricultura tradicional a prácticas agrícolas más sustentables. Su parcela es considerada hoy como un “predio demostrativo”, un espacio donde se comparten conocimientos y herramientas innovadoras.

El Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) es un instrumento que INDAP ejecuta en las 16 regiones del país y que entrega asesoría especializada e incentivos económicos para acompañar el proceso de transformación productiva de agricultores y agricultoras que comienzan a adoptar prácticas y manejos sostenibles en sus sistemas de producción agrícola.

Agricultura familiar de la región de Valparaíso revoluciona el campo a través de prácticas agroecológicas

El Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) finalizó su primer ciclo de implementación, consolidando un innovador modelo de acompañamiento técnico y formativo orientado a la Agricultura Familiar Campesina e Indígena del país.

Un encuentro regional que se realizó en la medialuna de la comuna de Nogales marcó el cierre del primer ciclo de implementación del Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) de INDAP, que se ejecutó en alianza con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

Durante la jornada se destacaron los avances alcanzados en estos dos años de trabajo en áreas como manejo sustentable de suelos, biodiversidad, uso eficiente del agua, manejo integrado de plagas, gestión y rediseño predial, tanto para asesores como para agricultores, permitiendo estandarizar criterios y transferir prácticas de manejo sustentable en función de las necesidades territoriales. El programa contempló un plan de asesoría técnica individual experta, complementado con capacitaciones grupales, eventos regionales y diagnósticos prediales.

 Las actividades se desplegaron en las provincias de San Antonio, Valparaíso, Marga Marga y Quillota, alcanzando a 74 agricultores en su etapa inicial y finalizando con 66 productores activos al cierre del período. Además, se gestionaron 26 proyectos de inversión predial, financiados mediante concurso, con un presupuesto total de 34 millones de pesos y un monto promedio de 1,3 millones por agricultor.

Transición a la agroecológica

En su intervención, Sergio Valladares, director regional del INDAP, destacó el impacto que ha tenido este modelo de acompañamiento técnico y formativo. “Este programa ha permitido articular esfuerzos entre dos instituciones públicas, orientar recursos de fomento y generar capacidades instaladas en los productores. No sólo entrega conocimientos, sino que una nueva forma en que las y los agricultores enfrentan los desafíos productivos y climáticos. La transición agroecológica ya no es solo una aspiración, es una realidad que estamos construyendo desde los territorios con convicción y resultados concretos”, sostuvo.

Uno de los momentos emotivos de la jornada se vivió con la entrega de diplomas a los 66 agricultores y agricultoras que formaron parte del TASAsimismo, se hizo un reconocimiento a cuatro predios demostrativos, de los agricultores Enrique Jorquera, de Limache; Rosa Díaz, de Nogales; José Miguel Cruz, de Casablanca; y Luis Zúñiga, de San Antonio, los que servirán de modelo para difundir buenas prácticas agroecológicas.

Una de las agricultoras beneficiadas con el TAS fue Teresa Salinas, productora de paltas de Quillota. “Ha sido una experiencia muy bonita, porque hemos aprendido las diferentes formas de trabajar limpio y eso nos ayuda con nuestra salud, cuidamos el medio ambiente y cosechamos productos limpios. Hemos visto cambios en las plantas, que se ven vigorosas, y en el fruto, que tiene un mejor sabor, mayor tamaño y mayor peso, así que estamos muy contentos”, expresó. 

El investigador en agroecología del INIA La Cruz y coordinador regional del TAS, Aart Osman, destacó el impacto del programa en la transición de los agricultores hacia una agricultura más sostenible. Precisó que de acuerdo a las evaluaciones se observó un aumento significativo en el conocimiento y adopción de prácticas agroecológicas, reducción en el uso de fertilizantes e insecticidas, mejora generalizada en vigor, rendimiento y sanidad de los cultivos. 

Compromiso de los participantes

Los asesores técnicos del programa, Pablo Espinoza y Gabriel Castro, valoraron el compromiso de las y los productores y presentaron los logros alcanzados en terreno. “Nuestro principal objetivo fue que cada uno adoptara prácticas agroecológicas a partir de un diagnóstico inicial, diseñando planes de transición predial y aplicando en campo lo aprendido en las capacitaciones grupales”, detallaron.

En su presentación, destacaron avances en manejo integral de suelo con biofertilizantes y compost; uso eficiente del agua, con ajustes de riego y fertirrigación; control ecológico de plagas mediante biopreparados y monitoreo de enemigos naturales; y promoción de biodiversidad, incorporando flora nativa, bordes vivos y bandas, entre otras prácticas.

El agricultor Juan Malo Pichiñual, del sector Lliu Lliu de la comuna de Limache, valoró la experiencia y los aprendizajes adquiridos durante el programa, destacando que “aprendí nuevos conocimientos para prolongar la vida del suelo, aumentar su fertilidad y reducir el uso de insumos externos. Realmente necesitamos acceder a los nuevos conocimientos que hoy se generan desde la ciencia; eso nos da energía para seguir adelante”, precisó.

La jornada concluyó con una feria de intercambio de productos sostenibles, en la que los agricultores y agricultoras del programa compartieron semillas, bioinsumos y experiencias entre pares. 

A la actividad asistieron el jefe nacional de Fomento de INDAP, Sebastián Acosta; la alcaldesa de Nogales, Leslie Pacheco; la directora regional de INIA La Cruz, Victoria Muena; y más de 70 agricultores de la región de Valparaíso. 

Reunión informativa: explican nueva normativa de crédito a los funcionarios de INDAP O’Higgins

Funcionarios de INDAP O’Higgins, encabezados por el director regional, Braulio Moreno Sánchez, participaron en una reunión de trabajo que se desarrolló el martes 8 de julio en el Centro Cultural Hermanos Quintanilla, en la comuna de Las Cabras.

En la oportunidad, el jefe de la División Asistencia Financiera de INDAP, Arnaldo Labarra Palma, junto con el jefe del Departamento de Crédito, José Castañeda Henríquez, expuso sobre las Nuevas Normas de Crédito y Procedimiento.

En la jornada, los participantes realizaron consultas y aportes positivos a la operatividad de las nuevas normas, con la visión del conocimiento que tienen del territorio y de los usuarios. 

La normativa anterior databa de 2004 y la nueva comenzó a regir el 1 de julio recién pasado. En esta línea destaca que Crédito INDAP O’Higgins tiene un presupuesto 2025 de 17 mil millones de pesos, siendo aproximadamente el 50% del presupuesto regional de la institución, y atiende a más de 3 mil agricultores clientes por año. De ahí la relevancia de este cambio de normativa y la actividad realizada para darla a conocer.

La reunión contó con la participación de 55 funcionarios, entre ellos la jefa de Operaciones, Natalia López Rivera, los jefes de agencias de área, jefa de Fomento, abogado regional, ejecutivos y administrativos.

La jornada estuvo marcada por el diálogo técnico y el intercambio de ideas, concluyendo con un ambiente constructivo y comprometido en que se reafirmó el propósito de trabajar articuladamente en beneficio del desarrollo rural y agrícola de la región y el país.

Maestras cesteras de la ruralidad chilena muestran su arte en Ecuador con exposición “Tramas Compartidas”

Cuatro destacadas maestras cesteras campesinas de las regiones de Coquimbo, Ñuble y Los Lagos se encuentran participando en el Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (CIDAP) de Cuenca, Ecuador, en la exposición “Tramas Compartidas”, donde además de exhibir sus trabajos en totora, trigo colorado, junquillo y quilineja también han encabezado talleres y conversatorios.

Este proyecto es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart) 2025, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y el Museo de Arte Popular Americano (MAPA) de la Universidad de Chile, y las cultoras que están compartiendo sus saberes en Cuenca son Marta Godoy, de Ovalle; Celestina Gutiérrez, de la localidad de Liucura, en Quillón; Marisol Mancilla, de Ilque, Puerto Montt; y Raquel Aguilar, del sector Yaldad, en Quellón.

Ecuador y Chile están unidos por la cordillera de Los Andes, la costa pacífica y las vidas de personas sutiles con historias, problemáticas y aspiraciones compartidas. En ambos países hay tejedoras de fibras vegetales que llevan en sus manos antiguos conocimientos que las conectan con sus familias y comunidades. Sus territorios se han modelado por procesos históricos y socioculturales que han afectado la continuidad de las tradiciones artesanales, como el cambio climático: desaparecen especies vegetales, retroceden humedales, bosques y selvas. 

Aquí y allá, estas mujeres cuidan semillas, plantas y ecosistemas, y se esmeran por entregar sus saberes sobre fibras, técnicas de tejido y teñido y el valor de su quehacer. “Tramas compartidas” es una iniciativa que busca visibilizar puntos de encuentro de saberes diversos a través de exposiciones paralelas en Chile y Ecuador, de obras de artesanas que crean entretejiendo fibras vegetales.

Las maestras campesinas chilenas que están en Cuenca dejando parte de este saber y hacer son las siguientes:

Marta Godoy es artesana diaguita y trabaja con totora, una fibra noble que crece a orillas de ríos, lagos y lagunas de agua dulce. La sequía ha hecho que escasee su materia prima y por eso ella resguarda con esmero su totora y su humedal. Con fibras delgadas hace los cordones que entrelaza y teje para crear sus obras, con técnicas ancestrales que se transmiten de una generación a otra y que ella heredó de su madre, Graciela Castillo.

Celestina Gutiérrez sembraba trigo colorado, especie alta que da una paja hueca, pero con los años los campos cedieron ante las forestales, las sequías se hicieron frecuentes y la semilla se perdió. La falta de materia prima y su bajo valor hizo que mucha gente abandonara esta artesanía. Ella es una de las pocas que continúa la tradición que aprendió de su familia. Rescató semillas de trigo colorado y las siembra para preservar la especie y el tejido en paja de trigo. 

Marisol Mancilla trabaja con junquillo de los humedales y manila de los campos, fibras con las que hace canastos, paneras y alfombras, usando las técnicas de aduja, embarrilado y entramado. Su madre era de Ilque y su padre, de Huelmo, localidades con larga tradición en cestería. Hoy es artífice de un oficio transmitido por cuatro generaciones y cada una de sus piezas concentra saberes que resisten el paso del tiempo.

Raquel Aguilar recolecta la quilineja que crece abrazada a los troncos de tepas, lumas y canelos en el húmedo bosque chilote. En su familia había canasteras, pero ella no pudo aprender de su madre y lo hizo de manera autodidacta. Con su tejido recorre poéticamente las costumbres y mitos de su tierra e invita a valorar y proteger los bosques y su oficio.

INDAP Ñuble presenta su Tienda Campesina Online: los sabores del campo a solo un clic de distancia

Lo que comenzó como una pequeña tienda en un centro comercial de Chillán hoy se transforma en una plataforma digital que promete llevar los sabores, colores y saberes del campo ñublensino a todo el país. Desde ahora, la Agricultura Familiar Campesina de Ñuble tiene vitrina nacional con el lanzamiento de www.tiendacampesina.cl, el nuevo e-commerce impulsado por INDAP Ñuble.

“Esta tienda no solo es un punto de venta, es un punto de encuentro entre el campo y la ciudad, entre la tradición y la innovación”, explicó Fernanda Azócar, directora regional de INDAP, durante el lanzamiento de la nueva plataforma de comercialización realizada en VIVO Outlet Chillán, y agregó que “el modelo de circuito corto de comercialización que sostiene este proyecto permite que cada productor defina sus precios, mantenga el control sobre sus ventas y mejore sus ingresos”.

Uno de los productores beneficiados es Silverio Valenzuela, tonelero de Quillón, quien asegura que la tienda “ha sido una vitrina para mostrar un oficio que estaba quedando en el olvido”. Como él, 24 agricultores y artesanos están presentes en la nueva plataforma digital, donde ahora sus productos se pueden comprar desde Arica hasta Punta Arenas.

“Pero esto no se trata solo de ventas, se trata de visibilizar y dignificar el trabajo de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, de generar oportunidades para quienes muchas veces han estado fuera del mercado formal, de conectar a consumidores con historias, territorios y sabores reales”, agregó la directora de INDAP Ñuble.

Verónica Nogueira, conocida como “La abuela de Ñuble” en redes sociales, también fue parte del evento. “Aquí uno encuentra cosas que ya no se ven en los supermercados. Todo tiene historia, todo tiene cariño”, comentó. Por su parte, Mario Pastén, administrador del restorán Volcano, destacó cómo estos productos locales permiten elevar la oferta gastronómica regional.

Autoridades regionales como el delegado presidencial Rodrigo García y el seremi de Agricultura, Antonio Arriagada, y la jefa de la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional de Ñuble, Carmen Navarrete, destacaron el impacto económico, social y cultural del proyecto, y valoraron su aporte a la dinamización del mundo rural.

“Esto no es solo un proyecto comercial, es un proyecto social y cultural”, destacó el delegado presidencial regional de Ñuble durante el cierre del evento.

Un proyecto que crece

La historia comenzó en 2024, cuando 22 agricultores de Ñuble apostaron por abrir una tienda física en VIVO Outlet Chillán, gracias a un convenio entre el centro comercial e INDAP. El modelo funcionó: agroelaborados, artesanía tradicional, mermeladas, miel, telares y mucho más, todo vendido sin intermediarios y a un precio justo.

La iniciativa surge como una respuesta a las brechas estructurales del sector campesino, como la baja formalización (solo un 10% de artesanos y un 33% de agroelaboradores cuenta con los permisos necesarios) y la escasa articulación comercial. La Tienda Campesina de Ñuble, en su versión física, se instaló en 2024 en VIVO Outlet Chillán y actualmente reúne a 24 usuarios, el 63% mujeres.

El proyecto es financiado a través del instrumento Gestor Comercial de INDAP y se articula con programas institucionales como PDI, Prodesal y SAT. Entre 2022 y 2025 se han invertido más de 180 millones de pesos en apoyo a los usuarios de la tienda.

La nueva tienda online es solo el primer paso. En 2026, el modelo se expandirá con una nueva tienda modular en el VIVO Outlet Panorámico, en Providencia, Región Metropolitana, lo que permitirá seguir escalando este modelo sustentable, justo y con identidad territorial.

72 productores del Biobío culminan su formación en prácticas agroecológicas gracias a INDAP e INIA

Se trata del Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS), que a través de asesoría técnica especializada e incentivos económicos instala al Estado como uno de los garantes para el camino hacia la sustentabilidad.

Con la tarea de enfrentar los efectos del cambio climático, reducir el uso de insumos externos y avanzar hacia modelos de producción más sustentables, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) completó el primer ciclo del Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) en la región del Biobío, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

La ceremonia de egreso se realizó en el Centro de Educación y Tecnología Biobío, en Yumbel, marcando el cierre de un ciclo de dos años en el que 72 productores de las comunas de Cañete, Los Álamos, Arauco, Curanilahue, Hualqui, Florida, Laja, Tomé, Penco, Yumbel, Mulchén y Nacimiento recibieron acompañamiento técnico personalizado, formación en prácticas agroecológicas e incentivos económicos.

"Como gobierno estamos impulsando a que las y los agricultores puedan producir más y mejor con menor impacto ambiental. A través del programa TAS dimos un paso concreto hacia la agroecología, instalando capacidades y generando condiciones reales para una transición sostenible en las tres provincias de nuestra región", señaló Fabiola Lara, directora de INDAP Biobío.

Durante la ejecución de esta iniciativa, los equipos técnicos de INIA realizaron diagnósticos, diseñaron planes de transición individuales y acompañaron en terreno a los participantes en temáticas como manejo de suelos, biodiversidad, gestión del agua y manejo ecológico de plagas y enfermedades.

Además, se canalizaron más de $80 millones en inversiones destinados a herramientas, infraestructura e insumos que potenciaron esta transición, logrando financiar sistemas de cosecha de aguas lluvias, composteras, biofertilizantes, salas de higienización y otras iniciativas productivas con enfoque agroecológico. 

En ese sentido, Héctor Lozano, agricultor y usuario beneficiado de Cañete, destacó que luego del curso “nunca más en mi parcela vamos a aplicar químicos, nunca más, así mi familia entera siga por el camino mío”, y agregó que “tratamos de que nuestros hijos, nietos y bisnietos tengan que vivir la agricultura sostenible. Y gracias al TAS, nosotros fuimos aumentando nuestros conocimientos”.

Entre las prácticas adoptadas destacó el uso de abonos verdes, compost y cobertura vegetal, técnicas de labranza mínima, incorporación de corredores biológicos, rotación de cultivos y desarrollo de huertas diversificadas. Asimismo, se realizaron capacitaciones grupales, intercambios de saberes y talleres orientados a fortalecer la comercialización diferenciada de productos agroecológicos. 

Javier Chilian, director de INIA Quilamapu, apuntó que “para nosotros fue súper importante esta vinculación, porque nos permitió poder llegar y acceder a un público que normalmente nosotros no accedemos, que son los agricultores de INDAP. Lo que sí tenemos es conocimiento. A lo largo de todos estos años hemos venido desarrollando prácticas sustentables agroecológicas”. 

El egreso de este primer grupo representa un hito para la región, al consolidar un modelo de acompañamiento técnico que promueve la soberanía alimentaria, la recuperación de prácticas tradicionales y el fortalecimiento del rol de la agricultura familiar campesina e indígena en la seguridad alimentaria del país.

Por eso, Lucrecia Ríos, agricultora de Laja y egresada del programa, agradeció la oportunidad, ya que “para nosotros ha sido un trabajo muy bonito, una experiencia maravillosa. Puedo decir que gracias a la ayuda que hemos recibido a través de INIA e INDAP hemos aprendido lo que es la agricultura ecológica, lo que es muy importante para nosotros para recuperar nuestros campos”. 

Desde INDAP, el director nacional, Santiago Rojas, presente en la clausura del programa, adelantó que “se viene un nuevo ciclo del TAS, donde de nuevo vamos a tener cupos para más productores y productores de la región para que sigamos avanzando con este desafío tan grande que tenemos.”

A partir de esta primera experiencia, el instituto proyecta establecer predios demostrativos y seguir fomentando el trabajo colaborativo entre productores, generando una red territorial que promueva con fuerza la agroecología en la región del Biobío.