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Viña Herrera Alvarado quiere conquistar Francia con sus vinos naturales del Valle de Marga Marga

El presbítero Julián de Landa, quien adquirió las tierras de Quilpué en 1586 y plantó las primeras viñas, fue el pionero en la elaboración de vino en el valle de Marga Marga (entre Limache y Viña del Mar). Con él nace la tradición vitivinícola de esta zona, que años más tarde estuvo orientada a los trabajadores de la minería, para finalmente desaparecer del mapa enológico nacional ante el desarrollo productivo de otras regiones.

Pero este legado permanece vivo y se está redescubriendo gracias a emprendedores como Arturo Herrera y Carolina Alvarado, usuarios de INDAP, quienes hace 15 años dieron vida al proyecto familiar Viña Herrera Alvarado. Partieron en la localidad Quebrada Escobares, continuaron en Los Perales y finalmente se instalaron en el fundo San Jorge, sector El Sol de la comuna de Quilpué, donde hoy tienen una exclusiva producción de vinos naturales con una amplia variedad de cepas blancas (chardonnay y sauvignon blanc) y tintas (pinot noir y país).

Nacidos y criados en esta zona, Arturo y Carolina -técnico agrícola e ingeniero agrónomo, respectivamente- estuvieron siempre ligados a la producción vitivinícola, pero sólo hoy, y sin buscarlo, están siendo conocidos en Chile y el extranjero por la calidad de sus mostos. Prueba de ello es la distinción que obtuvieron  en el Premio a la Innovación del Vino Chileno -concurso que realizan desde hace siete años Revista del Campo y Revista Wikén de El Mercurio- por su Natural Blanco 2016 (sauvignon blanc), primer lugar en la macrozona Central Costa.

Durante la entrega del galardón se destacó su producción en un pequeño valle encajonado por un frondoso bosque nativo y bajo la escuela de los vinos naturales, vale decir con una intervención mínima. También se resaltó su carácter punzante, angosto y persistente, ideal para servir a 9 ó 10 grados acompañando un cebiche o un queso cremoso.

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Hace un año formaron la Cooperativa Vitivinícola Marga Marga junto a otras cinco familias -dos de Casablanca y tres de Marga Marga-, todos productores de vinos artesanales. Esto les permitió viajar a Europa, con apoyo de ProChile, para mostrar sus etiquetas: “Fuimos a Italia, Holanda y Bélgica para revisar y validar con expertos nuestro vino natural. Llegamos a Génova, donde está Triple A, que es el gran referente en vinos naturales, probaron nuestro vino y alucinaron. En estos días se irá una primera partida a Francia, porque tenemos una relación ​muy estrecha con un importador y distribuidor de ese país", comenta Carolina con entusiasmo.

Apoyo de INDAP

Este emprendimiento familiar cuenta hace tres años con apoyo de INDAP. Arturo forma parte del Servicio de Asesorías Técnicas (SAT orgánico) y ha sido beneficiado con proyectos de inversión y créditos. “Recibí asesorías para elaborar compost y biopreparados, y para el manejo orgánico y sustentable de la viña, lo que le da otro nivel a la uva. También me entregaron una chipeadora para incorporar al suelo los restos que se van sacando de la viña y reutilizarlos en compostaje. El apoyo ha sido muy importante, porque el manejo orgánico de la viña, las parras y la tierra es esencial”, explica el viñatero.

Lo que viene tras el manejo sustentable de las parras es un largo proceso artesanal que comienza con la cosecha de la uva (vendimia). Carolina comenta que se hace todo a mano y posteriormente se pasa a la etapa del pisado de la uva en lagares de cuero de vaca que adquieren en Colliguay, respetando una antigua tradición local para separar el hollejo de la pulpa.

“Luego se macera 15 días, el hollejo se empuja hacia el líquido (remontaje) y se pasa al proceso de prensado. En el caso de los tintos se extrae el vino y pasa a guarda, lo que se hace en barricas muy viejas de tercer y cuarto uso. Ahí empieza el proceso de acompañamiento, donde los tiempos no son estrictos, son de acuerdo a las curvas de fermentación en las barricas, probando y analizando el proceso”, comenta Carolina.

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En las etapas finales se hacen los análisis con laboratorios externos, lo que permite validar que los vinos no tienen presencia de químicos. Los vinos naturales pueden estar en guarda un año o más, dependiendo de cómo actúan en barrica. Todo este trabajo se traduce en vinos que sorprenden al paladar, “con cepas honestas, sin maquillaje”.

“Catas sociales”

Los vinos se producen a pequeña escala -actualmente Viña Herrera Alvarado tiene 1,5 hectáreas de producción- y la comercialización se realiza mediante catas sociales gratuitas que tienen lugar cada domingo al interior del fundo San Jorge, en medio del bosque esclerófilo, a las 18.30 horas en verano y a las 11 en invierno.

“En estas catas participan algunos chefs y sommeliers, que luego llevan los vinos a sus vinotecas y restoranes. Desde hace poco tenemos un punto de venta en el restaurant Vinicio, en Valparaíso, que tiene una colección de vino de autor, y estamos viendo la posibilidad con otro restaurant de Quilpué que quiere apostar por nuestros vinos. También hacemos entregas a domicilio, entre Limache y Valparaíso, por sobre seis botellas. Los vinos cuestan entre 5 mil y 10 mil pesos”, precisa Carolina.

CONTACTO:

Carolina Alvarado, +56 9 5448 5579

Fundo San Jorge, El Sol, Quilpué

Facebook: Viñedos Herrera-Alvarado

La Araucanía es pionera en estaciones metereológicas automáticas: Tiene una en cada comuna

En el predio Rinconada del agricultor Vicente Marchant, sector Radal de la comuna de Freire, se inauguró la estación metereológica automática (EMA) número 32 de La Araucanía, con la cual esta región se convierte en la pionera a nivel nacional en contar con esta herramienta en todas sus comunas.

En 2006, INIA Carillanca contaba con 11 estaciones agrometereológicas en la Región de La Araucanía. Luego, a través de un convenio entre este servicio y FIA, respaldado por la Seremi de Agricultura, se incorporaron 11 nuevas estaciones a la red, sumando 22. Posteriormente se fueron incorporando otras estaciones hasta que este año se recibieron seis nuevas estaciones con lo cual se completan 32, con una EMA por comuna.

“Cada estación cuenta con sensores de temperatura del aire, de nivel de suelo y de profundidad de suelo, humedad relativa del aire, radiación, presión atmosférica, velocidad y dirección del viento, pluviometría y sistema de alimentación autónoma a través de un panel solar. Además, un sistema de comunicación permite tener los datos en tiempo real y pueden ser consultados en forma gratuita a través de una plataforma creada por INIA en www.agromet.inia.cl”, comentó Héctor Pauchard, encargado de la red en la región.

La ceremonia de inauguración contó con la presencia del ministro de Agricultura, Carlos Furche; el seremi de la cartera en La Araucanía, Alberto Hofer; la directora regional de INIA Carillanca, Ivette Seguel; el Alcalde de Freire, José Bravo, productores y profesionales del agro.

Esta herramienta permite disponer de información climática en tiempo real, ayudando al agricultor a planificar sus actividades, además de determinar eventos climáticos adversos que afecten a los cultivos, tales como heladas, sequías, altas temperaturas, déficit hídrico y otros. También se cuenta con un software que permite alertar por el Tizón Tardío de la papa en las zonas con este rubro. “Hoy la tecnología y la información oportuna son claves para los agricultores, sobre todo en un contexto de cambio climático donde es vital manejar muchos datos”, comentó el ministro Furche.

Emprendedor ovallino Adrián Tello se abre paso con novedosos licor de oliva 100% artesanal

Frutos del Encanto se llama el emprendimiento familiar de Adrián Tello, pequeño olivicultor de Ovalle, y le hace honor a su nombre.  El usuario de INDAP produce aceite extra virgen, una línea de cosméticos y acaba de lanzar un singular licor de oliva 100% artesanal que, según sus palabras, viene muy bien como aperitivo o bajativo.

“Este licor fue una idea de mi señora -reconoce Tello- y tiene 21 grados de alcohol. Después de un período de pruebas, donde lo testeé con conocidos y particulares para conocer su opinión, estoy elaborando recién las primeras partidas. He tenido muy buenos comentarios y ya me han propuesto la posibilidad de venderlo en el casino de Ovalle, aunque todavía no lo estoy comercializando”.

El último examen que rindió este innovador producto fue en la reciente Expo Región de Coquimbo, donde el chef Juan Manuel Pena Passaro lo utilizó en las clínicas gastronómicas de INDAP y tuvo una muy buena aceptación del público que pudo degustarlo. “Fue la mejor prueba de que es un gran acierto”, afirmó el olivicultor.

Tello no siempre estuvo dedicado a la agricultura. Durante muchos años trabajó como mecánico eléctrico, hasta que decidió darle un giro a su vida. “Hace alrededor de 14 años empezamos con los olivos y hoy tenemos casi 2 mil árboles en un predio de aproximadamente 5 hectáreas, ubicado a 600 metros del Valle del Encanto, situación que le agrega un toque místico a mis productos”, dice. En paralelo a este proyecto también desarrolló un camping, ya que el agroturismo es otra de sus pasiones.

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Fue hace sólo dos años que Tello decidió darle valor agregado a su producción, y ahí apareció en su horizonte INDAP, institución gracias a la cual ha podido acceder a capacitaciones dictadas por la Universidad de La Serena, cuyos profesionales certificaron la calidad de su aceite de oliva extra virgen, uno de los mejores a nivel regional. Con apoyo del servicio del agro también ha participado en diversas ferias y ha podido desarrollarse en el ámbito de la comercialización. “Ahora tengo mucha más experiencia en ventas”, afirma Tello.

Además del licor de oliva, el agricultor suma una crema humectante a base del mismo fruto y espera incorporar próximamente jabones y labiales. También quiere introducir a su carta de productos otra novedad: aceitunas bañadas en chocolate. Todo esto aprovechando las cualidades de las aceitunas y sus derivados, que tienen beneficiosas propiedades para la salud (son ricas en omega 3 y 6, fibra y vitamina E).

Contacto de Adrián Tello: +56 9 6229 9611.

Facebook: Almazara Frutos del Encanto

Tarapacá celebra incorporación de comunas de Pica, Camiña, Huara y Colchane a la Red SIPAN

Una positiva noticia recibió la Región de Tarapacá con el lanzamiento de la Red de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Nacional (SIPAN), iniciativa en la que trabajan el Ministerio de Agricultura y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el objetivo de proteger la agrobiodiversidad y los valores culturales del país, donde la zona norte tendrá un gran protagonismo.

El proyecto busca la conservación de los territorios, proteger el patrimonio agrícola mundial y hacer sostenible el cultivo de especies ante el cambio climático, además de reconocer diversas prácticas y saberes que mantienen familias de agricultores y comunidades, en su mayoría apoyadas por INDAP.

La iniciativa se lanzó recientemente en Curarrehue, Región de La Araucanía, y contó con la participación de autoridades de gobierno, la FAO en Chile y comunidades beneficiadas. En representación del norte, específicamente de la comuna de Colchane, participó Eugenio Challapa Challapa (75), de la localidad de Chulluncane, sabio aymara y reconocido por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes como Tesoro Humano Vivo, por su rescate de la música y tradiciones del mundo andino.

Don Eugenio lidera un emprendimiento familiar que buscar promover las bellezas de su territorio a través del turismo vivencial, una experiencia única e íntima que muchos turistas (sobre todo extranjeros) valoran por su gran aporte cultural. Sus huéspedes salen a hacer trekking con llamas, acompañan la rutina diaria del altiplano, recorren los cerros, escuchan las tradiciones del territorio y ayudan a su esposa mientras prepara un tradicional plato de kalapurca.

El agricultor, ganadero y artesano también toca la bandola, un característico instrumento andino de cuerda que llevó a La Araucanía para compartir sus tonadas con los asistentes al lanzamiento de la Red SIPAN. “Fue una experiencia bonita. Yo nunca había ido para esos lados. Intercambiamos música y experiencias. Fue muy positivo”, comentó.

En total son 12 comunas del territorio nacional las que serán incorporadas a la red SIPAN, entre ellas General Lagos y Putre (Arica y Parinacota); Huara, Camiña, Colchane y Pica (Tarapacá); San Pedro de Atacama y Calama (Antofagasta); Alto Biobío, pre-cordillera y cordillera pehuenche (Biobío); pre-cordillera y cordillera pehuenche de La Araucanía; y el archipiélago de Chiloé (Los Lagos).

Este trabajo comenzó en 2011 cuando el Archipiélago de Chiloé fue declarado Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), por sus diversos atributos. Ahora el trabajo se realiza para primero incorporar al SIPAN a las Macrozonas Alto Andino y Cordillera Pehuenche, por su biodiversidad y conocimiento tradicional sobre el manejo de sistemas agroalimentarios.

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En Tarapacá, cuatro de sus siete comunas serán incorporadas a la Red SIPAN, todas comunas rurales que integran la provincia del Tamarugal y donde INDAP desarrolla gran parte de su trabajo, apoyando a usuarios que se dedican a la agricultura, la ganadería y la artesanía.

Apoyo intersectorial

Raúl Quinteros, director (s) de INDAP Tarapacá, destacó que la incorporación de la región al SIPAN permitirá rescatar y conservar no solo la fauna silvestre y los cultivos tradicionales, sino también las prácticas ancestrales, como el riego por inundación, el sistema de terrazas, las andenerías, el resguardo y conservación de semillas y especies únicas cuyos orígenes se asocian al mundo andino.

Añadió que la Red SIPAN “es una gran oportunidad para demostrar la importancia de los sistemas agrícolas de la Macro Zona Norte, en donde Tarapacá concentra una gran población aymara, existe una gran diversidad de pisos ecológicos y paisajes, así como una amplia variedad de sistemas agrícolas únicos en el país y en el mundo, conservados por las comunidades indígenas de esta zona”.

Según Quinteros “ir al lanzamiento oficial del programa SIPAN en Curarrehue con el sabio aymara Eugenio Challapa, pronto Talento Rural de INDAP, ha sido un tremendo honor para la región y así fue apreciado por las comunidades indígenas de la Araucanía y por las altas autoridades de la FAO presentes en la ocasión”.

El programa SIPAN pone en valor la biodiversidad del territorio, la cultura y el patrimonio agroalimentario y se promoverá en circuitos virtuosos de comercialización, entre otros aspectos. Todo esto se deberá materializar en un horizonte de tres años, a partir del momento en que se inicien los desembolsos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF en su sigla en inglés) a los organismos competentes de la red.

La Red SIPAN se creó a partir de un trabajo intersectorial liderado por el Ministerio de Agricultura, a través de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) e INDAP, con el apoyo técnico de la FAO.

FIA y Conagro inician trabajo para rescatar tres variedades de maíz en la Región Metropolitana

El choclo o maíz es una de las hortalizas con mayor superficie plantada en el país, alrededor de 140 mil hectáreas, y representa el 24 por ciento de la producción total de cereales, según cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA). Sin embargo, la mayoría corresponde a maíz dulce, usado por la agroindustria para conservas y congelados.

La competencia que ha generado el crecimiento de estas variedades introducidas ha derivado en brechas comerciales y productivas que afectan a la Agricultura Familiar Campesina y las variedades tradicionales que poseen los pequeños productores, como el maíz amarillo de la Región de Ñuble o el Curagua, en la Región Metropolitana.

“La producción y consumo de variedades tradicionales de maíz se ha ido restringiendo sólo a ciertas localidades, presionando a los pequeños productores a sustituirlas, lo que redunda en una baja conservación y la pérdida del patrimonio fitogenético y la agrocultura campesina”, afirma Marcela Arce, experta de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y coordinadora de un proyecto que busca rescatar y valorizar las variedades de maíz propias de la Región Metropolitana.

Esta iniciativa, diseñada por la Confederación Nacional de Federaciones de Sindicatos Campesinos y Trabajadores del Agro de Chile (Conagro) para ser ejecutada en un plazo de dos años, busca generar condiciones agrícolas y de capital humano para recuperar y poner en valor tres ecotipos de maíz en la zona de Paine: Curagua, Camelia y Diente de Caballo.

El proyecto fue acogido por FIA, en el marco de la convocatoria nacional de Rescate y Valorización del Patrimonio Agrario, Agroalimentario y Forestal que realiza desde hace ya cuatro años a nivel nacional y que cuenta con más de 60 iniciativas en desarrollo a lo largo de todo Chile.

“En la convocatoria de Rescate del Patrimonio Agrario y Agroalimentario no sólo hablamos de productos agrarios, sino también de prácticas culturales asociadas a ellos y que forman parte de las particularidades de los territorios, de la identidad del país”, explica Soledad Hidalgo, jefa de la Unidad Estratégica de FIA y coordinadora de este programa de innovación.

“En esta línea –añadió Hidalgo- destacan proyectos como el merkén de Santa Juana, el rescate del chupón para la valorización de la pilwa mapuche, la valorización y búsqueda de indicación de origen para el pepino del valle del Limarí… Son muchas y muy variadas las iniciativas que hemos levantado en el territorio nacional y esperamos seguir aportando a la Agricultura Familiar Campesina”.

El rescate y puesta en valor de estos tres ecotipos de maíz tiene como ejes la caracterización y clasificación de las semillas, para luego fortalecer las capacidades organizacionales y colaborativas de las comunidades Águila Sur y Águila Norte, de Paine, y potenciar sus habilidades en la creación de negocios y productos diferenciados que les permitan ganar mayor competitividad por medio de la agricultura agroecológica, un nicho que se consolida de la mano de consumidores que buscan productos con mayor pertinencia cultural, identidad y ética en su producción.

Agricultor de Chile Chico Humberto Fica accedió a cortinas cortavientos para proteger cerezos

Conocido en Chile Chico por su labor como pequeño agricultor del rubro cerezas, Humberto Fica, decidió implementar cortinas cortavientos artificiales para proteger sus cultivos y, de esa manera, mejorar el volumen, calibre y calidad de las frutas frescas que entrega para exportación.

La iniciativa fue financiada en un 41 por ciento por INDAP, a través de su Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI), y consideró la instalación de 2.400 metros cuadrados de malla monofilamento de 4 metros de altura,  con postes de madera nativa y tensores de alambre acerado, en el huerto de frutales del productor.

Esta tecnología permite evitar los efectos perjudiciales del viento en los tallos, flores, hojas y frutos; incrementar la efectividad del riego, al reducir la pérdida de agua por evaporación, y proteger el vuelo de las abejas, lo que mejora la polinización. “Los beneficios de la inversión debieran reflejarse de inmediato en los resultados económicos de la temporada”, afirmó Fica.

Añadió que esta importante inversión en su campo permitirá un mayor desarrollo de los árboles: “Los que no están protegidos no se desarrollan, no producen. Es lo mismo que si uno no les echara fertilizante; si uno no los cuida, no va a tener producción. Hoy día es muy importante controlar el viento para que estos frutales se puedan desarrollar bien”.

Jorge Huichalaf, encargado frutícola de INDAP, resaltó que las familias campesinas puedan acceder a estas tecnologías, que permiten mejorar la productividad en pequeños huertos y serán ejemplo para toda la comunidad. “La fruticultura en la zona austral se ve expuesta sobremanera a las condiciones agroclimáticas del entorno, en donde el viento cumple un rol determinante”, apuntó.

El experto también destacó los materiales elegidos para este proyecto. “El uso del monofilamento en la construcción de estas cortinas, que poseen mayor resistencia mecánica a la acción del viento que las tradicionales mallas Raschel, permitirá alargar la vida útil de la inversión. En la región hay reportes de durabilidad superiores a ocho años en el uso de este material”, afirmó Huichalaf.

Países del continente analizan propuestas sobre producción, inocuidad y seguridad de alimentos

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con sede en San José de Costa Rica, y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) convocaron a 33 países de América Latina y el Caribe (ALC), además de Canadá, para analizar propuestas de normas alimentarias, con el objetivo de identificar posiciones comunes en temas relacionados con la producción, sanidad, inocuidad y seguridad de los alimentos.

Este año se realizarán cuatro encuentros preparatorios virtuales. Los aditivos alimentarios fueron el primer tema en discusión, el 20 de febrero; el 1 de marzo será el análisis sobre contaminantes; el 20 del mismo mes se abordará la temática de residuos de medicamentos veterinarios; y el cuarto encuentro se efectuará dos días después y se enfocará en los residuos de plaguicidas.

Los consensos identificados se discutirán en una reunión de coordinación del Comité del Codex para ALC (CCLAC), programada para junio de este año. Luego se analizarán en la Comisión del Codex Alimentarius, el más alto organismo internacional en materia de normas de alimentación.

“El Codex Alimentarius es una colección de estándares relacionados con los alimentos que son reconocidos a nivel internacional. Estas normas están basadas en ciencia y buscan proteger la salud de los consumidores y velar por las buenas prácticas de comercio en el mercado internacional”, explicó el especialista del IICA en Sanidad Agropecuaria e Inocuidad de los Alimentos, Eric Bolaños.

El especialista afirmó que las sesiones preparatorias permitirán a las delegaciones analizar técnicamente las propuestas de agenda de las reuniones Codex y compartir sus puntos de vista o fortalecerlos con los insumos y análisis presentados por otros países. Los participantes de cada país harán uso de la red de 34 oficinas que tiene el IICA en el continente para comunicarse con sus contrapartes. 

 

Productora Marisol Araos busca nuevos mercados para su innovador manjar de leche de cabra

Dos décadas han pasado desde que el matrimonio formado por Marisol Araos y José Román dejó Santiago para instalarse con camas, petacas y dos hijos en la localidad de Rinconada de Silva, en la comuna de Putaendo, Región de Valparaíso. Ella era dueña de casa y él trabajaba en una zapatería. Buscaban nuevas oportunidades y se integraron de inmediato al trabajo rural, en un inicio como productores de forraje y luego, de leche de cabra, a través de la empresa familiar Lácteos Caprigo.

A este último rubro derivaron por cosas del destino: Su hija más pequeña sufría de intolerancia a la lactosa y Marisol se enteró de que la leche de cabra era muy parecida a la materna y una buena alternativa para enfrentar este trastorno. Por esa razón decidió comprar un par de estos animales y aprender a ordeñarlos. A poco andar se dio cuenta de la potencialidad productiva que tenía esta actividad, por el fácil manejo y nobleza del ganado caprino.

Fue así como con esfuerzo y perseverancia, Marisol echó a andar su emprendimiento y comenzó a producir con gran éxito quesos gourmet. Sin embargo, su producto estrella, con el que ha logrado más reconocimiento, es el manjar de leche de cabra, 100% natural, sin preservantes ni aditivos, que está a la venta en locales de Santiago, Viña del Mar y Calama, y en la Red de Tiendas Mundo Rural, la última de las cuales acaba de abrir sus puertas en el Centro Cultural Palacio La Moneda.

“Partí con 10 cabras y llegué a tener más de 200, pero la prolongada sequía me hizo retroceder y me vi en la obligación de comenzar a venderlas. Al final quedé con 50 y me dediqué a hacer mi propia reproducción. Hoy trabajo con alrededor de 65. La mayoría son de raza Saanen, incluidos dos reproductores, y hay algunas Anglo Nubian”, afirma la productora, que ha desarrollado su negocio con apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP).

Un aspecto importante en su emprendimiento es el manejo que le da a su ganado, al que trata “con respeto, en un ambiente tranquilo y sin estrés, alimentado con alfalfa y agua pura”, lo que redunda en un producto distinto, dice la usuaria. “Mis cabras son cabras felices”, asegura.

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La producción de quesos comenzó en forma simultánea a la llegada de las primeras cabras: “Yo no tenía idea cómo se hacían los quesos, así que entré al Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP y el municipio, donde hice cursos y obtuve las herramientas que necesitaba. Luego vino una lucha por obtener la resolución sanitaria, la que logré con insistencia y trabajo. De ahí me fui para arriba con las ventas y se me abrieron las puertas”.

Cada día a primera hora Marisol ordeña sus cabras y con la leche fresca y pasteurizada elabora sus productos, mientras su esposo se encarga de las ventas y la gestión comercial. Tienen una amplia variedad de quesos para la venta: natural semi maduro, con especias (merkén, orégano, romero, ciboulette, eneldo y finas hierbas) y también dulces, con pasas, naranja confitada, almendras, nueces y limón.

Con el manjar partió hace aproximadamente cuatro años: “Busqué asesoría técnica, aprendí la elaboración del producto y se convirtió en todo un éxito. Es un producto con 100% leche de cabra. Me lo piden de todas partes, principalmente en invierno. Actualmente tenemos el reconocimiento de nuestros clientes por la calidad de nuestros productos”.

El anhelo que tiene hoy, sin embargo, es encontrar mercados permanentes, dentro o fuera del país, que le permitan dedicarse exclusivamente a la producción de su innovador manjar, su gran caballito de batalla: “Me gustaría participar en ruedas de negocios o una gira al extranjero para mostrar la calidad de mi manjar. Ya sé producir, ahora necesito un apoyo profesional orientado a la comercialización”, afirma con seguridad Marisol, quien en 2014 fue premiada por BancoEstado como una de las mejores emprendedoras rurales y además cuenta con una certificación de buenas prácticas en sus procesos.

La leche caprina es considerada un alimento funcional e hipoalergénico, porque su lactosa es mejor tolerada por quienes sufren de intolerancia a la leche de vaca. El majar de leche de cabra, en particular, es un alimento muy nutritivo, ya que posee más calcio, vitamina A y potasio que el de vaca, además de un suave y delicioso sabor que lo hace recomendable para el consumo de adultos mayores.

CONTACTO

Marisol Araos: + 56 9 8389 6016

Manuel Rodríguez 9463, Sector La Orilla, Rinconada de Silva, Putaendo, Región de Valparaíso

Sitio web: www.lacteoscaprigo.cl

Productores de Limarí conocieron experiencias de ganadería e hidroponía en gira por zona central

Con ganas de implementar en sus predios todo lo aprendido volvieron a sus comunas de la provincia de Limarí siete crianceros que participaron en una gira tecnológica a las regiones Metropolitana y de O’Higgins para conocer diversas experiencias en ganadería caprina y ovina e hidroponía.

La actividad se realizó en el marco del proyecto “Forraje Verde Hidropónico (FVH), un aporte a la sustentabilidad productiva del Limarí”, que ejecuta el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INI) Intihuasi, con recursos del Gobierno Regional de Coquimbo a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC).

La experiencia contempló una visita a dos productores de leche de cabra de la comuna de Lampa que realizan su labor con un sistema estabulado de animales y ordeña automatizada, y otra al Centro Experimental Hidango de INIA, donde los productores del Norte Chico se interiorizaron sobre la crianza de ovejas y la producción de Forraje Verde Hidropónico con agua de lluvia.

En Lampa, el médico veterinario Juan Burrows, dueño del criadero El Lucero Lo Vargas, encabezó  un recorrido por su establecimiento, donde mantiene 300 cabras, y les recomendó a los crianceros de la Región de Coquimbo preocuparse por la alimentación de sus animales. “A mi juicio, el principal déficit es la alimentación. Es el tema más importante de mejorar y quienes lo mejoren van a poder ir haciendo mejoramiento genético”, sostuvo Burrows, vende leche de cabra y animales mejorados genéticamente.

En el Centro Experimental Hidango, el ingeniero agrónomo y transferencista Cristian Aguirre, les expuso a los visitantes sobre la agricultura de secano de O’Higgins. “Es bastante diferente a la que ustedes ven en su región, ya que acá nosotros tenemos precipitaciones concentradas entre mayo y octubre y debemos aprovechar en un 100% ese recurso”, dijo.

Añadió que por esta razón en Hidango idearon un sistema de recolección de aguas lluvias para regar cultivos hidropónicos: “el agua que cae se acumula en colectores y luego la utilizamos en hortalizas hidropónicas; los productores ovinos también la utilizan para Forraje Verde Hidropónico”.

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Forraje Verde Hidropónico

El Forraje Verde Hidropónico (FVH) es el resultado de la germinación de granos, esencialmente cereales o leguminosas, sobre bandejas y mantenidas con humedad constante, lo que permite el desarrollo de plántulas en aproximadamente 14 días y con 25 centímetros de altura. Las semillas que hasta el momento han dado mejores resultados son las de avena, principalmente por su bajo costo.

Entre sus ventajas destaca que es un alimento de fácil y rápida obtención. Además, necesita poco espacio para su producción y bajas cantidades de agua. El 100% de la planta es aprovechada, puesto que tanto las semillas como las raíces son comestibles y contienen gran cantidad de nutrientes. Si se utiliza fresco disminuye el consumo de agua de las cabras y en seco se puede transformar en pellet. En ambas presentaciones el FVH complementa la dieta del ganado caprino y podría aumentar la calidad en la producción de leche.

Una experiencia invaluable

Para Raimundo Araya, criancero del sector Potrerillos Alto en la comuna de Ovalle, la experiencia fue muy positiva: “Aprendimos mucho de todo lo que vimos. Aplicaría lo que es el riego hidropónico y haría más módulos de los que tengo”. Audelina Bórquez, de la localidad de El Durazno en Combarbalá, sostuvo que “para mí ha sido una gira extraordinaria. He conocido hartas experiencias que me van a servir mucho y quisiera aplicarlo todo en mis cabritas”.

Rescate de vides patrimoniales abre oportunidades a pequeños productores de uva pisquera

Entre las regiones de Atacama y Coquimbo se encuentran los valles donde se produce la totalidad de las 10 mil hectáreas de vides para producir pisco con denominación de origen. La superficie está formada por cinco variedades tradicionales: Moscatel de Alejandría, Moscatel Rosada, Moscatel de Austria, Pedro Jiménez y Torontel. Sin embargo, las variedades autorizadas para la producción del pisco que responde a la denominación de origen son 13. “Todos los destilados que se produzcan fuera de estos valles no son pisco, son aguardiente”, explica Francisca Martínez, representante de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) en la zona norte del país.

Con una industria cada vez más exigente a nivel internacional, FIA y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) se han enfocado en aportar competitividad al sector, particularmente a los pequeños productores, a través de la investigación en vides patrimoniales, evaluando su potencial para la producción de este destilado de fama internacional. Para ello, se rescataron y evaluaron cuatro variedades no tradicionales: Moscatel Amarilla, Moscatel Negra, Moscatel Blanca y Orange Muscat.

Rodrigo Gallardo, jefe de Programas y Proyectos de FIA, explica que esta inversión permitirá a los pequeños productores abrirse a mejores oportunidades de negocio. “Además de valorizar cepas que hoy no son reconocidas en la denominación de origen, evaluar su potencial para la producción de mejores y más diversos destilados aporta al desarrollo de la industria local y contribuye a mejorar la oferta de un producto tan competitivo como el pisco”, comenta respecto a la iniciativa.

Este proyecto es la continuidad de otras iniciativas marcadas por la articulación intersectorial de organismos vinculados a la innovación, el fomento productivo y la innovación, como CORFO y FIA. Ya en el 2012 los especialistas del INIA comenzaron el rescate de cinco variedades que no usadas comercialmente, continuando su desarrollo gracias al aporte que FIA otorgó a sus ejecutores.

“El principal objetivo del proyecto fue la identificación genética de las variedades que son utilizadas para la industria pisquera. Hoy sabemos exactamente cuál es el material genético que tenemos y podemos compararlo con otras variedades que hay en el mundo. Con el proyecto los productores pueden tener una opción distinta a las variedades tradicionales. Que tengamos muy caracterizadas nuestras variedades nos permite salir al mundo y decir exactamente que el pisco chileno se produce con variedades de uva generadas naturalmente en el sur de América”, explicó Antonio Ibacache, subdirector del Centro Experimental INIA Vicuña.

Mauricio Muñoz, profesional del Departamento Técnico de Cooperativa Capel, afirmó que “esto es relevante para nosotros, porque tiene alcances que pueden llegar a ser una oportunidad para todos los productores pequeños y también para la zona pisquera que ya está industrializada. Lo que hemos logrado ver es que tenemos variedades que tienen un potencial tremendo que no lo alcanzábamos con otras variedades que teníamos”.

Crecimiento de 857 por ciento tuvo el monto de seguros para frutales en el período 2014-2017

Un crecimiento de 857% experimentó el monto asegurado en frutales en el período 2014-2017, pasando de UF 464.998 a UF 4.448.581. Asimismo, el número de pólizas colocadas en este mismo período aumentó 221%, llegando a 1.547, contra las 482 de 2014. Así lo informó el director ejecutivo de Agroseguros y coordinador de Gestión Integral de Riesgos del Ministerio de Agricultura, Camilo Navarro.

“Estas cifras se explican por el cambio en la normativa de otorgamiento de subsidios en 2015, que modificó el tope del subsidio de UF 80 por RUT a UF 80 por póliza, permitiendo bajar el costo del seguro para los productores, que ahora pueden asegurar todos sus predios o dividir estos en dos o más pólizas, ya sea por su tamaño o porque tienen distinta especies o variedades. Además, hubo un aumento de la oferta de seguros para frutales, tales como el seguro para nogales y el de incendio para frutales”, agregó Navarro.

Añadió que a esto se suma el hecho de que se han realizado esfuerzos importantes en difundir los seguros del agro, ya sea mediante campañas radiales, avisos carreteros o participando en ferias, seminarios, talleres y cursos de e-learning, lo que ha permitido que el seguro sea más conocido entre los productores.

Precisó que la contratación de estas herramientas permite a los fruticultores proteger su inversión ante distintos eventos climáticos, tales como heladas, granizos, lluvias excesivas o extemporáneas y vientos; así como geofísicos (terremotos, incendios, erupciones o aluviones). “Estar asegurado permite ser mejor sujeto de crédito y en mejores condiciones, por ello el llamado a contratar estos seguros directamente en las compañías de seguro, a través de los corredores o en las oficinas de INDAP, y a informarse en el sitio www.agroseguros.gob.cl, donde se puede realizar una simulación”, enfatizó Navarro.

Resultados en el Maule

Al igual que en todo el país, la Región del Maule mostró indicadores positivos relacionados con la contratación de seguros agrícolas para frutales, situación que fue destacada por el seremi de Agricultura, Óscar Vega. “Las estadísticas nos indican que tuvimos un crecimiento de un 1.059% en el monto asegurado en el rubro frutales en el período 2014 -2017, lo que demuestran que los productores están entendiendo la importancia de asegurar sus inversiones y que nosotros, como Estado, les estamos proporcionando una herramienta que los ayuda a mejorar su competitividad”.

Vega añadió que el número de pólizas en el mismo periodo aumentó un 637%, alcanzando las 936, en comparación con las 127 de 2014. La superficie asegurada, en tanto, aumentó 549%, pasando de 675 hectáreas en 2014 a 4.382 hectáreas en 2017.

“La fruticultura es uno de los ejes dinamizadores de la economía maulina y nos parece fundamental que se mantengan las líneas de ayuda a estos productores, tanto en materia de aseguramiento de su capital a través del trabajo que desarrolla Agroseguros, como en otras líneas en las cuáles hemos trabajado fuertemente estos años y que son la tecnificación del riego y la innovación e investigación aplicada”, agregó el seremi de Agricultura.